La existencia del avión hidrante provincial puede constatarse únicamente a través de un video del año pasado, porque tras los incendios en Orán nada se supo de la aeronave, hasta el secretario de ambiente desconoce el paradero del supuesto encargado de colaborar en el sofocamiento del fuego.
En una serie televisiva de los años 80 el enano Tatú apuntaba al cielo y gritaba: el avión, el avión. Esta es la postal que a los oranenses les gustaría repetir, mirar hacia el cielo y decir el avión, el avión, para que el aeroplano hidrante de la provincia aparezca y calme el fuego que está generando estragos en el norte provincial.
Pero no, eso no sucede, salvo en la isla de la fantasía, porque nadie sabe dónde está el famoso avión que hace un año hizo apariciones fugaces para aplacar el incendio que casi le prende fuego a los cerros turísticos salteños. Es tal la situación que los alumnos de Aguas Blancas salieron a manifestarse, ahí en el mismo lugar en el que semanas antes se había realizado una marcha para concientizar a la población en general de los peligros ambientales que implican los incendios.
“Den la cara ante lo ocurrido” decían los alumnos, y la cara la dio el secretario de Ambiente de la Provincia, Gustavo Paul, que ante la pregunta por el avión dijo desconocer si es que se está utilizando para aplacar los incendios o para guardar polvo e algún hangar. Mientras tanto, según datos de Defensa Civil, ya son 4.500 hectáreas afectadas entre los incendios forestales de agosto y lo que va de este mes.