La Auditoría General de la Provincia publicó un informe sobre el Sistema Integral de Gestión de la Atención Primaria de la Salud Pública durante el período 2009-2013. El estudio revela cuentas que no cierran por miles de pesos, personal incapacitado, demoras y una gran cantidad de aparatos sin funcionar. (F. A.)

Capacitaciones tardías, contratos irregulares, conexiones que no se realizan, profesionales presionados, cuentas que no cierran. De todo eso está formado el informe de más de sesenta páginas publicado por la Auditoría General de la Provincia acerca del Sistema Acuario Integral de Gestión de la Atención Primaria de la Salud Pública durante el período 2009 al 2013. El texto se publicó en los últimos días del año pasado.

Un turbio comienzo

En julio de 2008 se efectuó un relevamiento en hospitales y centros de salud. El 26 de noviembre de ese año se inició el expediente por la Unidad de Proyectos de Sistemas y Comunicaciones. En el mismo se llevó a cabo la contratación de un “Sistema Integral aplicable al Sector de Atención Primaria de la Salud Pública”. Poco después, el 30 de diciembre, se elevó a la Secretaría Legal y Técnica de la Secretaría General de la Gobernación, para su evaluación, la “Propuesta Técnica del Sistema Integral de Atención y Administración de la Salud” presentado por la empresa Telecom Argentina S.A. El objetivo de la propuesta era “implementar un sistema de registro de contactos paciente/servicios de salud informatizado” que permitiera obtener en tiempo real los datos básicos para una gestión eficiente de la salud -en el primer nivel- además de la articulación con los niveles de mayor complejidad. Obtener en tiempo real datos estadísticos y epidemiológicos. Contar en el mediano plazo, con registros médicos unificados de los ciudadanos y de los extranjeros atendidos en el hospital. El Sistema posibilitaría interconectar los centros de salud y puestos sanitarios entre sí y con los hospitales y/o el 911 (SAMEC), permitiendo a los agentes sanitarios agilizar su accionar. También permitiría un registro online de historias clínicas, información esencial para la gestión médica, administrativa y legal, reemplazando al papel.

La auditoría descubre que desde un principio hubo manejos turbios. Explica que la contratación del Sistema -efectuada por el procedimiento de Contratación Directa aduciendo motivos de emergencia y urgencia y notoria escasez en el mercado- no debió ser así. “No existen evidencias que acrediten la efectiva realización de relevamientos o estudios respecto a las empresas del medio que pudieron haber estado en condiciones de prestar un servicio de estas características y mediante los cuales se hubiera tenido por cierta la ‘escasez’ referida”, revela el documento.

Se contrató a Telecom Argentina S.A. aludiendo razones de necesidad, urgencia y notoria escasez en el mercado, respecto de otras firmas que pudieran competir con la misma, no obstante lo cual, ésta actuó como mera intermediaria respecto al Know How (propiedad intelectual) del programa, que durante el período auditado detentó la Fundación Iberoamericana de Telemedicina. Se estableció que el servicio tendría un costo mensual de $188.500,00, por 36 meses con posibilidad de renovación. La puesta en marcha efectiva del sistema ocurrió el 20 de enero de 2011, 22 meses después de la firma del contrato, que finalizó el 20 de enero de 2014. A la fecha de realización de las tareas de campo, el contrato se encontraba vencido, sin que haya sido formalmente instrumentada la prórroga del mismo.

Desorden primario

La lista de irregularidades que revela la auditoría se vuelve extensa y ayuda a comprender las falencias y demoras en los distintos centros de salud y hospitales. Al 30 de septiembre de 2012 no estaba incluido el Hospital San Bernardo en el servicio. En el Hospital de Tartagal no se había logrado el objetivo y se retiraron los equipos debido al mal uso de los mismos, al poco interés en su aplicación y a las dificultades técnicas referentes a la red interna.

Según el texto, los médicos se sintieron controlados con el Sistema Acuario, desde el horario de carga de datos, cuántos pacientes atendían, qué servicios les prestaban. La falta de carga de datos se debía a la desidia del Ministerio de Salud, que no quería enfrentar a los galenos; a la deficiente conectividad de Arnet; a la falta de equipos y de compromiso por parte de los médicos. En Tartagal se intentó capacitar al personal durante una semana, algo que se detectó inviable: se necesitaba un mes pero el Ministerio no podía pagar los viáticos.

Curiosamente, mientras no alcanzaba el dinero para los viáticos de una semana, las cuentas no cerraban del todo. Durante el período enero a marzo de 2011 las facturas emitidas sumaban un total de $449.967,73, cuando por contrato el monto era de $565.500,00; una diferencia de $115.532,77. En el período abril 2011, la factura fue de $184.502,29, encontrándose una diferencia de $ 3.997,71.

Lugares con problemas

Algunos de los largos inconvenientes presentados por la auditoría parecían nimiedades, pero que sumadas y mantenidas en el tiempo se vuelven grandes problemas que impiden el buen funcionamiento del sistema, o su completo funcionamiento. Por ejemplo, el Centro de Salud de barrio El Tribuno presentaba problemas eléctricos, los cuales impedían en épocas de lluvia que los consultorios de Clínica Médica y Odontología pudieran funcionar regularmente. En el de Solidaridad, solamente dos consultorios contaban con conexión al Sistema Acuario debido a problemas del cableado, lo que sólo permitía la carga correspondiente a turnos y a la atención del consultorio de psicología. En el de CoFrutHos, la máquina utilizada por la enfermera para la carga de turnos quedó fuera de funcionamiento y no fue sustituida ni reparada. En 17 de Octubre, las deficiencias del cableado eléctrico no permitieron la instalación del Sistema Acuario. Las computadoras fueron entregadas, pero se encontraban sin uso, con origen en las fallas eléctricas preexistentes. Los Centros de Salud de Villa Primavera, Evita, Villa Lavalle, Castañares, Eduardo Solá y Campo Caseros informaron que la conexión fue, desde la instalación del Sistema, discontinua, lo que impidió el uso del misma. En el Centro de Salud Nº 6, Manjón, el equipo de SAMEC (dotado por una ambulancia y un enfermero), no tenían acceso al Sistema. Asimismo, los agentes sanitarios del Centro no contaban con las notebook necesarias para su aplicación.

Al momento de la auditoría se comprobó que en el Hospital San Bernardo, el Sistema no fue instalado ni se recibió el equipamiento necesario. En el Hospital Señor del Milagro sólo se entregaron diez computadoras, por lo que el Sistema nunca se pudo utilizar en los consultorios externos, donde se instalaron las bocas de red correspondientes. Las máquinas entregadas sólo fueron utilizadas en las capacitaciones realizadas en el Hospital destinadas a los efectores de los distintos Centros de Salud, al inicio de su implementación.

El equipamiento informático entregado al Hospital de Tartagal fue retirado debido al mal uso de los recursos, al poco interés en su aplicación en consultorios externos, a las dificultades referentes a la red y a la deficiente capacitación brindada al personal.

A la fecha de “alta” del Sistema, ocurrida el 21 de abril de 2011, el mismo no se encontraba instalado ni operativo, en los Hospitales Materno infantil, San Bernardo, Del Milagro, Miguel Ragone, Arturo Oñativia, Nuevo Hospital del Milagro y Data Center Gobierno (ex Nuevo Hospital). Se supo, además, que las Notebooks no fueron entregadas al Primer Nivel de Atención ni al Hospital Sr. Del Milagro, por lo que podrían haber quedado en el Ministerio de Salud.

Algunos centros de salud no contaban con infraestructura básica para el acceso al uso del Sistema Acuario: falta de conexiones a internet, cableado eléctrico obsoleto o por falta de diversos elementos. Se detectó una falta de teléfonos en veinte centros de salud. Falta de conectividad. Insuficiente stock de elementos para solucionar los problemas de conexión/reparación de PC. Demoras en los trámites de compra de elementos para ser utilizados en el lugar donde surjan los problemas (escaleras, taladros). Demoras ocasionadas en el trámite de autorización de compras de bienes inventariables, lo cual dificultaba la rapidez de respuesta técnica ante problemas en la 24 red interna. Hubo 20 o 23 centros a los cuales les pudieron entregar las máquinas durante los años 2010 y 2011 y recién se pudieron utilizar a fines de 2013, pues Telecom nunca mejoró la conectividad y la conexión telefónica.

Finalmente, se revela que la burocracia del Ministerio de Salud no permite que el sistema sea mantenido adecuadamente, los expedientes demoran meses.