Ante la falta de figuras de relevancia que lo respalden desde su propio espacio, Juan Carlos Romero encontró en Rubén Correa y Diego Saravia a los más firmes defensores de la teoría del fraude.

Ante la falta de figuras de relevancia que lo respalden desde su propio espacio, Juan Carlos Romero encontró en el radical Rubén Correa y en el frentegrandista Diego Saravia a los más firmes defensores de la teoría del fraude.

“Para mí, de 3 votos a favor de Romero a uno lo pasaron al oficialismo” planteó Saravia y abonó la teoría conspirativa. “Este año, a diferencia de los anteriores, fallaron las máquinas del voto electrónico y eso es muy grave porque se supone que debería haber todo un protocolo de seguridad para que esto no suceda”, dijo el ex concejal y especialista en asuntos informáticos.

“Hay una serie de leyes que se están quebrantando como la de homologación de las máquinas porque este es un sistema diseñado para hacer fraude” agregó y reconoció que no pidieron la impugnación de las elecciones pero sí que se cambie la empresa prestataria del servicio o se tomen otras medidas de seguridad.

Correa, por su parte, consideró que “es grave si no todas las máquinas estaban en resguardo del Juzgado Electoral” y acusó que “hubo un recambio espectacular de máquinas, que salían de empresas privadas en distintas partes de la ciudad”.

Además, desde su cuenta en Facebook, pidió no ignorar las falencias del sistema como “la imposibilidad de controlar la transparencia del sufragio”. “El peronismo a través del voto electrónico trata de construir un oficialismo y una oposición conveniente. Plancha a los opositores internos en el propio peronismo y en los partidos de oposición y levanta a quienes se cuadran disciplinadamente en la vereda del proyecto urtubeicista”, escribió.