Arriba de la “ola amarilla” con la que Cambiemos cubrió buena parte del territorio nacional, el empresario de medios Martín Grande venció al anodino Andrés Zottos en las elecciones legislativas y complicó de mala manera la proyección nacional de Juan Manuel Urtubey. (Gonzalo Teruel)

El empresario de los medios de difusión Martín Grande es, empujado por la “ola amarilla” que como había anticipado el gobernador Juan Manuel Urtubey cubrió buena parte del territorio nacional en las elecciones legislativas de este domingo, la figura emergente de la política salteña.

El jueves, en el último día de la campaña electoral, hizo un movimiento político y mediático final: entrevistó en su radio, FM Profesional, al encuestador Julio Pizetti de Datamática para instalar la sensación de un triunfal empate técnico con Andrés Zottos. Pareció una típica movida de cierre de campaña pero, en rigor de verdad y ya con el resultado de las elecciones, se confirmó como un vaticinio tan certero como conservador.

Grande por el macrista “Cambiemos País” vapuleó a Zottos del urtubeycista “Unidad y Renovación” que terminó mano a mano con Sergio Leavy del kirchnerista “Frente Ciudadano”. Al cierre de esta edición y con más del 90% de las mesas escrutadas, Grande superaba ya los 202 mil votos y se mantenía casi en el 31,5% del electorado mientras que con 150 mil votos y menos del 23,5% Zottos apenas relegaba a Leavy con 145 mil votos y casi el 22,5% al tercer lugar.

Durante el fin de semana estuvo tranquilo, muy tranquilo. El domingo bien temprano fue a la Escuela Urquiza y esperó que se conformen las mesas electorales para emitir su voto, después habló con varios medios de prensa de muy buen ánimo y se retiró a desayunar con algunos colaboradores y familiares.

Antes de media mañana visitó a su madre que con 80 años ofició de fiscal de mesa para cuidar los votos de Cambiemos y pasó por su radio. De un lado a otro fue manejando personalmente su camioneta y, obvio, escuchando FM Profesional para seguir la marcha de la jornada.

Con información aportada por sus periodistas y oyentes supo de algunos problemas menores en centros de votación y se dirigió hacia allí. Estuvo en la Escuela Técnica 3.141 de Ciudad del Milagro dónde se registró el faltante de boletas y en la localidad de Vaqueros dónde le tiraron los votos a la calle. Sin perder la calma hizo de periodista y, siempre en su radio, denunció esos hechos.

Durante la mañana reconoció que no habló telefónicamente con el presidente Mauricio Macri pero, en cambio, aseguró que estuvo “en acción” con parte del gabinete nacional incluida la vicepresidenta Gabriela Michetti y porfió que no tenía encuestas. Su buen humor, no obstante, estaba sustentado en información propia y ajena. “Estamos muy bien” decían sus colaboradores mientras que en el entorno de Zottos reconocían “estamos en el horno”.

Inquieto, otra vez al volante fue hasta la localidad de San Lorenzo para acompañar a otras figuras de Cambiemos, el diputado provincial Martín de los Ríos y el concejal capitalino Andrés Suriani, en el momento de votación. Y, de paso, marchó hasta Las Costas para denunciar la entrega de bolsones a cambio de votos por parte de punteros del oficialismo provincial.

Cada vez más tranquilo, antes del mediodía los datos propios y ajenos lo daban 2 o 3 puntos arriba en toda la provincia y con una diferencia cercana a los 15 puntos en Capital, volvió a su casa de Tres Cerritos para almorzar con la sola compañía de su esposa “Suni” y, según anticipó a sus colaboradores, a dormir “una siesta de una hora y media”. A las 14:30 el matrimonio comió una ensalada con hortalizas de la huerta familiar que el propio candidato preparó ante la demora de esposa en el reparto de viandas a los fiscales partidarios.

Ya por la tarde, con datos bien consolidados y consciente del desánimo de sus adversarios, se tomó unos minutos para hablar con Marcelo Longobardi en Radio Mitre de Buenos Aires y pasó por el Hotel Salta donde Cambiemos montó su bunker. Y después que, a las 19 horas, un muy responsable Urtubey reconociera la derrota y felicitará “al presidente Macri y a su candidato en la provincia Martín Grande por el triunfo” volvió a la radio para agradecer a sus votantes.

Estaba “súper tranquilo” contaron algunos de los periodistas que trabajan con él desde hace años. En su breve testimonio al aire avisó “ahora me voy a lo de mi hermano Juan Carlos y después, cuando me llamen los demás candidatos, al bunker a celebrar este triunfo”.

Pese al resonante triunfo y de propinarle la primera derrota a Urtubey en 10 años, sin embargo, Martín Grande no fue la figura central del festejo que fue capitalizado por el intendente Gustavo Sáenz. “El director de orquesta es el presidente Macri y el primer violín el intendente Sáenz que no desafina nunca” expresó humilde y celebró que “logramos terminar con un oficialismo que lleva 10 años y nunca dejó crecer a nadie”.

Después de los discursos, sin perder la calma y el buen humor ante el asedio de la prensa, evitó referirse al 2019. “Qué falta de respeto, no es momento para hablar de eso” respondió ante la pregunta de un periodista por una eventual candidatura a gobernador y agregó “ahora tengo que trabajar”. En eso no mintió. No hubo largo festejo porque, prometió, este lunes bien temprano retomará la actividad frente a sus programas de radio y televisión.