Un cementerio para pájaros en Salta. Único en el mundo, es un pequeño sitio lleno de poesía dedicado al descanso de estos animales. Se encuentra en Atocha.

Es común escuchar sobre cementerios para perros o gatos, pero, ¿para pájaros? “Recuérdame por mi canto, no por mi silencio” es el verso que nos da la bienvenida a este camposanto, escrito por el poeta salteño y creador de este pintoresco lugar, José Solís Pizarro.

Compartimos la nota publicada por el sitio Voy de viaje:

A nueve kilómetros al norte de la ciudad de Salta, en medio de la majestuosa e histórica Quebrada de San Lorenzo, se encuentra Atocha. En esa localidad se ubica este espacio destinado al eterno descanso de pequeñas criaturas aladas. Un cerco de pirca en forma rectangular, de pequeñas dimensiones, delimita el sitio donde se ubican grandes piedras planas a modo de lápidas, y hermosos epitafios anónimos, como: “Suena un tiro en el bosque y el aire deshabita un pañuelo”.

Desde muy pequeño, Pizarro solía dar largas caminatas por el campo, y en medio de sus paseos daba sepultura a los pájaros que habían sido víctimas de un disparo o de una gomera. Por lo tanto, decidió levantar en el patio de su casa un lugar para dedicar a esos animales un último adiós.

Actualmente, es una tradición en Atocha enseñarles a los más pequeños a respetar y cuidar la naturaleza. Sin duda, este es un sitio lleno de poesía y de respeto por la vida. La entrada es gratuita y, junto al cementerio, se puede visitar “El Refugio”, un lugar histórico que destinó José Solís Pizarro para reunir a personajes como Juan Carlos Dávalos, Carlos Gardel, Libertad Lamarque y Atahualpa Yupanqui.