La intervención fue realizada en una niña de 11 años que había quedado embarazada luego de una violación. Luego las amenazas telefónicas comenzaron a llegar.

Fabiana Reina, ginecóloga infanto-juvenil, realizó el procedimiento a la mejor luego de que esta llegara al hospital con su madre, quien acompañó la decisión de llevar a cabo la interrupción del embarazo.

El procedimiento fue realizado en el Hospital Nicolás Avellaneda, de San Miguel de Tucumán. “Respaldamos y brindamos todo nuestro apoyo a la Dra Fabiana Reina, lxs profesionales y directivxs sanitarios que garantizaron dicha práctica de forma segura, la cual se encuentra dentro del marco legal de aborto no punible por causales en nuestro código penal argentino desde el año 1921″, expresó la Red de Estudiantes de la Salud por el Derecho a Decidir (NOA) a través de un comunicado”.

En la misma línea, la organización Ni Una Menos Tucumán brindó respaldo a Reina tras las amenazas recibidas: “Desde Ni Una Menos Tucumán respaldamos el accionar de la doctora Fabiana Reina y el equipo de salud que garantizó el acceso a una ILE a niña abusada y que un sector de médicos antiderechos intentó bloquear. No solo demuestran su menosprecio por la salud y derechos de las niñas y mujeres sino sus mecanismos de apriete y terror para imponer sus intereses”, manifestaron.

La Corte Suprema de Justicia dictó en 2012 una sentencia en la que estableció que toda mujer embarazada como resultado de una violación tiene derecho a acceder a un aborto no punible “sin importar su capacidad intelectual, sin requerirse autorización judicial previa para acceder a la práctica y sin que exista obligación de realizar la denuncia penal del delito sino que basta con completar una declaración jurada en la que la mujer víctima de una violación manifieste que el embarazo es producto de ese delito”.

Fuente: La Nación