El ahora exsecretario de Tránsito de la Municipalidad, deja su cargo tras varias semanas de enfrentamiento con los gremios. Las denuncias por coimas en contra de trabajadores de la secretaría fueron claves.

Sin penas ni glorias, pasaron los casi tres años de gestión de Juan Carlos Garrido al frente de la Secretaría Municipal de Tránsito. Un área sensible, no sólo por sus funciones, sino también por las falencias estructurales y de personal que hoy tiene. La falta de recursos, de inspectores y los enfrentamientos con los gremios terminaron por desgastar su gestión.

De escaso contacto con la prensa, Garrido no se caracterizó por tener grandes planes en pos de ordenar el caótico tránsito de la ciudad. Las reducciones de personal -por jubilaciones o por separaciones- y la escasez de recursos llevaron, entre otras cosas, a que se reduzcan los operativos de control en el ejido urbano.

Garrido, además, no se ponía de acuerdo con Sáenz y Villada sobre medidas puntuales como las modificaciones al estacionamiento medido. También protagonizó un fuerte enfrentamiento con los gremios, luego de que acusara a algunos trabajadores de cobrar coimas.

El intendente, Gustavo Ruberto Sáenz, había manifestado que era necesario «oxigenar el área» luego del conflicto con los trabajadores. Por su parte, el secretario de Gobierno, Ricardo Villada, aseguró que el municipio se encuentra trabajando en la construcción de la escuela municipal de conducción.

Todavía no se conoce quien será el sucesor de Juan Carlos Garrido, pero quien sea deberá asumir en un contexto caliente y con pocos recursos.