Un informe del “Laboratorio Social Salta” desmiente la “razonabilidad” de la suba del boleto de transporte. Según el mismo los ingresos mensuales de SAETA rondan los $200 millones mientras reportan gastos por menos de $120 millones. (Gonzalo Teruel)

La evidente inflación que en abril fue del 2,1% y superó el 8% en el primer cuatrimestre del año, el aumento del combustible y los (posibles) futuros aumentos salariales hacen razonable en apariencia el pedido de SAETA para aumentar también el valor del boleto de colectivo en Salta. Pero un informe elaborado por los economistas Julio Ibarra, Carlos Jordán y Gustavo Villafañe que acaban de organizar el “Laboratorio Social Salta” demuestra que esa aparente razonabilidad no es tal. “El precio del boleto podría mantenerse hasta diciembre sin afectar el funcionamiento del servicio” aseguraron los especialistas y, por ejemplo, revelaron que “con los aumentos ya realizados, la empresa podría subsistir por lo menos para el resto del año, habida cuenta el actual esquema de subsidios y ganancias”.

“Hemos constatado, que los subsidios nacionales no sólo no están congelados desde 2012, sino que han  crecido por encima de la inflación. Según la documentación oficial los mismos crecieron de $23 a $67 millones en los últimos 5 años, lo que representa un incremento de aproximadamente un 300%” aseveró Ibarra y advirtió que “el problema está en encontrar un equilibrio entre subsidios y ganancias, puesto que con el actual esquema, prácticamente se están subvencionando las utilidades de las empresas”.

“El aumento del boleto viene superando con creces a la inflación. Si tomamos el último año y medio como referencia tenemos que las tarifas se incrementaron casi en un 100% mientras la inflación no ha superado el 40% o 45%” añadió Jordán y consideró que por tal motivo “no están claras las necesidades económicas o financieras del nuevo aumento”.

Números sobre la mesa

En Salta, según describe el informe del “Laboratorio Social Salta”, el sistema de transporte recibe subsidios nacionales y provinciales que se complementan con la recaudación proveniente del cobro de boletos a los pasajeros.

“Provenientes de la nación, las prestadoras reciben 3 tipos de subvenciones: una de ellas proviene de las partidas SISTAU (Sistema de Transporte Automotor) destinadas al funcionamiento normal del servicio, a partir del Decreto 652/02, que crea un fondo específico a partir del cobro de impuestos al gasoil; una segunda, tiene su procedencia en las llamadas Compensaciones Complementarias Provinciales (Decreto 98/07) cuyo objetivo es equiparar las ayudas estatales de las áreas de los centros urbanos con las del interior, teniendo en cuenta que los incrementos de los costos se hacen más difíciles de sopesar por dichas empresas de transporte; finalmente, existe un subsidio indirecto, a través del Decreto 675/03, el precio diferencial de gasoil, que consiste en congelar precios del insumo por debajo de su precio de venta de mercado, en un acuerdo tripartito: empresas petroleras, de transporte y el Estado Nacional” precisa el documento.

Las empresas privadas que integran la compañía estatal del transporte público recibieron en el mes de marzo, por ejemplo, más de $66 millones en subsidios nacionales: $9,4 millones del SISTAU, $42,4 millones del CCP, y $14,3 millones del PDG. El gobierno provincial, además, a través de la partida “Transferencias al Sector Público Empresarial – Sociedad Anónima de Transporte Automotor” otorga para el corriente año una partida mayor a $643 millones, lo que da un monto promedio mensual superior a $53,6 millones.

“Mensualmente el Servicio de Transporte Urbano Metropolitano recibe subsidios de origen nacional y provincial por un monto de $119.879.483” detalla el informe y advierte que a eso debe sumarse el producido por la venta de pasajes. “El volumen total de ingresos por venta de boletos alcanza los $140 millones (…) con una cantidad de usuarios beneficiarios del Pase Libre en el orden de los 185.000, que, representan un 43% del total de los usuarios, tenemos que los costos de tal beneficio rondan actualmente los $60 millones, mientras los usuarios corrientes superan los 245.000 generando ingresos netos para SAETA de casi $80 millones promedio mensuales” explicita el informe a partir, según acusa, de la escasa información brindada por la compañía estatal de transporte.

Cada mes, con subsidios por casi $120 millones y ventas de boletos por casi $80 millones, los ingresos de las empresas de SAETA rondan los $200 millones. Del otro lado del balance, las compañías reportan gastos para la prestación del servicio por menos de $120 millones.

Según informes previos y documentación presentada por SAETA al Consejo Federal de Inversiones hace algunos años, el 56% corresponde a costos laborales y el 44% restante a combustibles, mantenimiento, seguros, gastos administrativos, retribuciones al capital invertido y  otros. Siempre de acuerdo a la información distribuida por SAETA, los costos laborales actualmente rondan los $66 millones mientras que los otros (combustibles, seguros, etcétera) alcanzan los $50 millones. “Poco más de $116 millones, es hoy la actual estructura de costos mensuales a las que deben enfrentar las prestadoras, tomando en cuenta inclusive la retribución al capital invertido en torno a un 2,55% efectivo” desmenuza el reporte sobre “ingresos, subsidios, costos y beneficios” de los economistas Ibarra, Jordán y Villafañe.

La diferencia entre los ingresos totales y los costos totales de las empresas del transporte metropolitano salteño es $82.927.372 mensuales y $995.128.475 anuales. Para que no queden dudas: de acuerdo al informe de los especialistas del “Laboratorio Social Salta” las empresas privadas que integran la estatal SAETA tienen un saldo positivo superior a $80 millones por mes y de casi $1.000 millones por año.

A comienzos de semana, interrogado en la prensa por el pedido de incremento del boleto presentado por SAETA, el titular de la Autoridad Metropolitana de Transporte, Federico Hanne, advirtió que “si el sistema no es rentable, entre otras cosas es inviable y es inseguro y pone desde todo punto de vista un riego en la prestación del servicio”.

Además, el funcionario repitió el argumento de SAETA y aseguró que los subsidios provinciales se multiplican todos los meses porque entre otras cosas los subsidios nacionales “están congelados”.

El detalle de la evolución de los subsidios nacionales elaborado por el “laboratorio Social Salta” niega tal argumento. Los recursos federales (SISTAU, CCP, PDG)  saltaron de $22 millones en 2012 a $69 millones en 2017: $22.726.069 en enero de 2012, $23.295.540 en 2013, $31.419.407 en 2014, $39.649.610 en 2015, $50.751.730 en 2016, y $69.362.547 en enero 2017. En el último mes, abril 2017, los envíos totalizaron $66.337.983: $9.416.473 de SISTAU, $42.144.009 de CCP, y $14.777.500 de PDG.

Desde la oficina de prensa de SAETA indicaron a Cuarto Poder que ese cálculo, al que accedieron mediante la prensa porque no hubo una presentación formal ante la compañía estatal, es inexacto. “Ratificamos que el cupo de buses con subsidio nacional quedó congelado en el año 2012” indicaron y explicaron que esos subsidios contemplan un flota de 531 colectivos e ignora los 87 que se incorporaron (o se incorporarán) desde entonces al servicio salteño.

“No hay que confundir valores nominales con cupo subsidiado y, en consecuencia, en términos relativos la incidencia del subsidio nacional en la operatoria total es significativamente menor” expresaron. “Hay que tener en cuenta que los subsidios nacionales quedaron congelados de acuerdo a la Resolución 522/12 de la Secretaria de Transporte, momento en el cual el sistema SAETA contaba con 531 unidades en la calle y hoy son 608, más 10 unidades a poner en funcionamiento en el corto plazo” ampliaron y aseguraron que “todas estas incorporaciones más los servicios y recorridos incorporados desde esa fecha a hoy no cuentan con subsidio nacional”.

Finalmente, informaron que “al momento de quedar congelado, el aporte nacional representaba el 91% de los salarios y hoy no llega al 57%”.