El Encuentro de Mujeres tuvo tanto éxito, que todos se esfuerzan por hacer suya alguna de sus demandas. Juan Carlos Romero descubrió ahora que Salta encabeza las cifras de femicidios y pidió a las autoridades a ocuparse del tema.  También dio cifras nacionales.

Romero se refirió al asunto por medio de un parte de prensa donde manifestó su preocupación por el crecimiento de delitos cometidos contra mujeres en Salta. “Encabezamos las cifras a nivel nacional, con 1,5 casos de femicidios por día y con más de 900 causas mensuales de violencia psicológica, de las cuales el 67% de las víctimas son mujeres, y la mayoría, además de hostigamiento, sufrieron golpes”, explicó el senador al que seguramente no le costó encontrar esos datos porque de ellos se hablan hace rato. En ese marco, exhortó a las autoridades provinciales y nacionales a extremar las medidas de diagnóstico, atención, prevención y condena destinadas a proteger a las mujeres. También reclamó la urgente elaboración de estadísticas oficiales que contribuyan a elaborar políticas públicas y campañas de sensibilización para enfrentar este grave problema que afecta a nuestra sociedad. Hace poco más de 10 días, el asesinato de la docente salteña Evelia Murillo conmocionó a Salta, zona donde el femicidio continúa creciendo.

A nivel nacional citó estadísticas impactantes: según estudios especializados, entre ellos del Observatorio de Femicidios Adriana Maricel Zambrano, coordinado por la Asociación Civil La Casa del Encuentro, una mujer fue asesinada cada 30 horas en la Argentina en 2013, un 14% más que en  2012 y un 22% más que en 2009. Para Romero, las cifras directamente vinculadas a estos hechos no son menos escalofriantes: 405 hijos e hijas quedaron sin madre ante estos crímenes. En su planteo, el candidato a gobernador por Salta destacó datos que indican claramente cómo en Argentina fueron asesinadas 231 mujeres en 2009; 260 en 2010; 282 en 2011; y 255 en 2012. Mujeres que han sido salvajemente baleadas, apuñaladas, golpeadas, estranguladas e incineradas, en la mayoría de los casos en su propia casa y por sus parejas o ex parejas, aun cuando en muchos casos existían denuncias previas o medidas cautelares por violencia contra ellas.