Aseguran que por la inflación ahora una nueva droga arrasa las pipas. Al mejor estilo oriente medio, en el Valle de Lerma andan fumando alacranes.

Ante la crisis la oferta de supuestas sustancias psicotrópicas se hace variada, ya no es la base la más barata de las drogas que el mercado negro ofrece, sino una que de tan barata, hasta se la consigue gratis: fumar alacranes secados al sol.

La moda se ha impuesto ante la repentina suba de los precios de ciertas drogas ilegales, y ni qué hablar de las legales. Según investigadores de El Polichombi, ahora entre pagar la luz, el gas y el agua, a los drogones que se las dan de responsables ya no les queda para la frula del mes, entonces optan por darse con lo que encuentran en la naturaleza.

Si bien la idea de fumar escorpiones se extendió hace varios años en Pakistán y Afganistán, recientemente ha llegado por estos lares. El doctor Azaz Jamal, del Khyber Teaching Hospital, asegura que las consecuencias  son graves: “Fumar escorpiones ocasiona pérdida de la memoria a corto y largo plazo. El adicto a esta práctica también desarrolla desórdenes de apetito y sueño. Provoca alucinaciones, el estado en el que una persona percibe algo que no está presente”.

Por la oferta siempre hay demanda, y se sabe de un reducido pero fructífero mercado del alacrán vallisto, como se lo conoce entre los amantes del arácnido alucinógeno, que en posteriores ediciones retrataremos como se debe.