Cincuenta años de rock nacional pasaron desde que vio la luz la vieja canción de Los Gatos: La balsa. La Orquesta Sinfónica Juvenil lo festeja de una manera particular: combinando lo mejor de la música clásica y el sonido estridente del rock. (A.R.)

No es común que la Orquesta Sinfónica Infantil y Juvenil de Salta (O.S.I.J.S.) deleite al público con canciones del rock nacional. Lo que suele ocurrir es que interpreten clásicos de Mozart o Beethoven, sólo por mencionar algunos; sin embargo, la semana pasada fue la ocasión ideal para escuchar un repertorio inusual.

Fue impecable la calidad artística de las piezas interpretadas por los jóvenes: sonaron en el hall de la Casa de la Cultura temas de Spinetta, Charly García y Fito Páez. Cuando uno esperaba el sonido de un piano eléctrico (al estilo Charly o Fito) sonaba una armoniosa flauta traversa. Cuando se esperaba una guitarra distorsionada sorprendía el sonido apacible de un violín. “Es difícil captar todo el power de una guitarra eléctrica con un violín y, la verdad que sorprende mucho escuchar de pronto un oboe, un clarinete o un corno tocando rock; además, los chicos se esforzaron mucho desde la primera lectura porque en la educación clásica no hay nada que se acerque al rock nacional”, comentó a este semanario Carolina Pineda, directora de la Orquesta Infantil Hayden y chelista de la Orquesta Sinfónica de Salta.

A todo el desempeño que realiza el director con el resto de los músicos, le precede un alto grado de trabajo del arreglador. Su labor, podríamos decir, es similar a la de un topo. Junto al director, es el otro responsable de que todo salga a la perfección. No obstante, también tiene su dificultad: “Arreglar música para orquestas infantiles y juveniles es más complejo que arreglar música para orquestas profesionales, porque cuando uno escribe para orquestas profesionales sabe que puede escribir lo que sea, lo que a uno se le ocurra, y los profesionales lo van a poder tocar pero al tener los chicos limitaciones técnicas es necesario hacer sonar la misma música que todo el mundo conoce pero con menos recursos musicales, por eso desde mi punto de vista es más difícil arreglar para orquestas infantiles”, agregó por su parte Pablo Herrera, arreglador de la O.S.I.J.S.

Hay que destacar que en la conmemoración de estos 50 años de rock nacional que se está desarrollando en la provincia, lo sinfónico tiene un papel preponderante: no sólo cumplió con la tarea de inaugurar el ciclo, sino también, está a cargo del cierre del mismo. El 1 junio en la Sala Juan Carlos Dávalos, a las 21:00, la Orquesta Sinfónica de Salta finalizará esta conmemoración, acompañado de Los Gauchos de Acero, donde se podrá apreciar, seguramente, una muy buena combinación de música sinfónica y rock.

El poder del rock

La importancia del ciclo no sólo radica en los eventos programados: muestras fotográficas, la presentación del libro “50 años del rock nacional argentino” de Marcelo Fernández Bittar, recitales de bandas locales, muestras de Danzas. Sino también, en lo que nos señalaba el actual director de la OSIJS, Juan Muñoz, quien destacaba la importancia de que niños y jóvenes exploren el mundo del rock, al respecto señaló: “me parece que es muy emocionante para nosotros y a la vez es integrador hacer este tipo de repertorios porque los chicos se sumergen en canciones que no son de ellos, es decir, normalmente no las conocen pero al tocarlas se meten en nuestro mundo y es una manera de conectar distintas generaciones”.