Revelan estremecedores detalles sobre el asesinato de Alejandra Párraga y su hijo Emir. La madre no había bebido el agua con veneno sino que al querer salvar a su niño haciéndole respiración boca a boca sufrió una contaminación letal.

Los detalles del macabro hecho son parte de la prensa nacional que como en Salta, no pueden salir de la conmoción tras los hechos protagonizados por Franco Rodrigo Gaspar Cinco de 28 años que el lunes pasado fue a la casa de la familia de su novia, Alejandra Párraga de 26, cargando una botella que según dijo contenía agua bendita de la Catedral y se la ofreció a la joven para que le diera de beber a Amir, de 2 años, que estaba enfermo.

Como ya se confirmó, la botella contenía cianuro que al ser ingerido por el niño empezó a sufrir convulsiones. Hasta ahora se creyó que la madre del niño también había bebido del recipiente aunque la Justicia afirma que la situación no fue así: es que cuando Alejandra advirtió la situación de su niño le hizo respiración boca a boca para tratar de salvarlo motivando su propio  envenenamiento según lo establecido por médicos forenses.

El fiscal de la causa sostuvo que «tanto el niño como la joven fallecieron por intoxicación, por el consumo de cianuro de potasio», pero el pequeño lo consumió y su madre «lo aspiró de la botella y al practicarle respiración boca a boca a su hijo en el momento en que entra en shock». «Por eso las muertes fueron diferentes. El menor tenía la sustancia en el estómago, mientras que la mujer la tenía en sus vías respiratorias», sostuvo.

Franco Rodrigo Gaspar Cinco, alias «Ficha», es un ex rugbier y docente secundario y según se viene informando es licenciado de Ciencias de la Comunicación recibido en la Universidad Nacional de Salta y ex empleado de medios locales. El martes fue detenido en medio del velorio de las víctimas.

Ramos Ossorio imputó al hombre por los delitos de «homicidio doblemente calificado, por la relación de pareja y por el medio utilizado, en este caso envenenamiento», en perjuicio de Alejandra Párraga, con quien mantenía una relación de unos dos meses. Además, lo acusó de homicidio agravado por el medio utilizado, en perjuicio de Amir Párraga.

El frasco de cianuro de potasio fue hallado con parte del contenido en un canal cercano a la vivienda de Párraga, ubicada en Gorriti al 800. El envase era «de cuatrocientos gramos» y le costó al detenido «990 pesos». Se trata de un elemento de «altísima nocividad, muy letal y con una escasa dosis ya tiene consecuencias fatales», explicó Ramos Ossorio.

El fiscal comentó que una vez sucedido el hecho, Gaspar Cinco intentó reingresar al interior de la casa, pero los hermanos de la víctima se lo impidieron y preservaron la botella, que era lo último con lo que habían tenido contacto los dos fallecidos.