Comunidades Wichí de General Ballivian se harán presentes en capital para solicitar urgentemente el inicio del relevamiento territorial y el cese de los desmontes. Denuncian además que en el IPPIS no les dan alojamiento a los referentes de las comunidades.

Hoy se presentaran en la Oficina de calle Gral. Güemes 562, con el apoyo de autoridades comunitarias de Qullamarka, Voluntarios INLAKECH, Estudiantes y Docentes de la Escuela de Antropología de la Universidad Nacional de Salta, para solicitar el urgente inicio del relevamiento de sus territorios y el cese de los desmontes.

Reproducimos a continuación el comunicado de las comunidades:

“Ante la destrucción del Monte, cuna de nuestra vida y cultura, y la falta de reconocimiento de nuestros territorios ancestrales, las Comunidades Wichí de Gral. Ballivián solicitamos la urgente implementación y ejecución de la 16.160 de relevamiento territorial en nuestras comunidades.

Solicitud de suma urgencia ante la usurpación, falta de titulación y constantes amenazas a nuestra vida y nuestra cultura. Empresas Privadas, en connivencia con los gobiernos municipal y provincial, destruyen nuestro Monte y fuente de subsistencia en las comunidades Laguna Cuchuy, San José de Cuchuy, Corralito, El Chaguaral, Pescadito, Laguna Guamache, El Escrito, Zopota, El traslado. Adonde nunca hubo caminos, escuelas, agua potable, se abre paso a las topadoras para beneficio de las empresas. Reclamamos nuestros territorios ancestrales y nuestro derecho a nuestras formas propias de vida y de economía. Ante ello, nos dejan sin agua para beber y se retrasa la llegada de planes alimentarios. Con hambre, no hay libertad de elección.

En las Comunidades periurbanas Quebrachal I y II, Tres Lapachos, El Mistol, Guayacán, El Yuchán vivimos hacinados en 93 hectáreas que fueron donadas por la Empresa “Sierras de San Antonio” a nombre de Lorenzo Zacarías como representante de Quebrachal en forma genérica. Reclamamos la ampliación del reconocimiento de nuestro territorio con títulos comunitarios, ya que esta donación es anticonstitucional y totalmente insuficiente para habitar, mucho menos para subsistir. Dentro de esta tierra donada el Municipio ha construido un Camping, Piscina de Natación y Canchas deportivas, a las cuales nuestros hijos no tienen acceso ya que son discriminados.

Sitios históricos y sagrados como «El cincuenta» donde vivieron nuestros abuelos, y nuestros cementerios han sido privatizados y sobre ellos se siembran monocultivos como soja y maíz, con el uso de agroquímicos y pérdida de numerosas especies animales y vegetales. Esto favorece un modelo económico que beneficia a unos pocos a costa de nuestra vida; perjudica nuestra soberanía alimentaria y los recursos culturales y ambientales de todo el país.

Reclamamos que se cumplan nuestros derechos como Pueblos Originarios”.