El romerismo cree que un triunfo electoral en la Capital y otro en Orán dejarían al exgobernador a un paso de la gobernación. Funcionarios, candidatos y referentes de ese departamento hablan sobre las posibilidades de Romero para quebrar la supremacía “U” en el interior pero dudan de esa posibilidad. (Daniel Avalos)
El romerismo admite sin complejos la importancia de Orán para sus aspiraciones electorales. Ángel Torres, el hombre históricamente ligado a las estrategias electorales del romerismo lo sintetizó cuando, consultado por este medio respondió que “Al igual que la Capital provincial, Orán es el lugar donde Romero ganará o perderá la elección”. El razonamiento parte de un diagnóstico preciso: un triunfo de Romero en la Capital es factible pero ese sólo triunfo no alcanza para disputarle a Urtubey un interior provincial que le tributa tantos votos que puede imponerse en la provincia aun cuando la Capital le sea electoralmente esquiva.
Orán es el distrito elegido por el romerismo para quebrar la supremacía “U” en el interior. La elección obedece a razonamientos matemáticos y políticos. Lo primero tiene que ver con el peso electoral de Orán: con 103.580 ciudadanos habilitados para votar, el departamento representa el 11,17% del padrón provincial cifra que sumada a la capital representan el 55% de los votantes salteños. Lo político se relaciona con aspectos básicos de estrategia electoral: dar luchas decididas allí donde las posibilidades de triunfo sean posibles. Para el romerismo, Orán cumple esa premisa. Y la referencia es lo ocurrido allí en las legislativas nacionales de 2013, cuando Rodolfo Urtubey apenas pudo vencer a Alfredo Olmedo, que además se impuso al hermano del gobernador en la ciudad de Orán, la cual representa el 60% del padrón electoral departamental: 62.176 electores sobre un total de 103.580.
El urtubeicismo insiste en valorar aquel traspié como un recuerdo lejano y fortuito que no volverá a repetirse. Por ello descartan que la fórmula opositora quiebre aquel distrito clave, certeza que explican con razones que, en boca de ellos, son concluyentes: en Orán el exitoso fue Olmedo y no Romero y las encuestas muestran que la buena performance del primero en el 2013 (32% de los votos contra el 34% de Rodolfo Urtubey y el 16% de Romero) no se trasladara a la fórmula Romero – Olmedo en el 2015. Los números que ponen a disposición, sin embargo, no parecen ser concluyentes. En primer lugar porque aun cuando aseguren que la figura de Urtubey tiene una intención de votos que está cerca de los 12 puntos por encima de Romero; esa cifra es inferior a los 18 puntos que en el 2013 Rodolfo Urtubey le sacó al ex gobernador que parece ir achicando la brecha. La segunda razón está relacionada con una confesión: cuando la intención de votos en Orán mide formulas (Urtubey – Isa contra Romero – Olmedo) la cosa tiende a emparejarse.
En el territorio
Como los partidarios de uno y otro bando en la capital provincial; los de Orán también suelen predecir comportamientos electorales dictados por deseos y no por observaciones menos apasionadas. De todos modos, las impresiones de los segundos poseen la ventaja de partir de un conocimiento detallado del terreno que dejan ver con claridad lo siguiente: los armados electorales del oficialismo y el romerismo concentran a un núcleo de dirigentes que hace años son o fueron parte del Poder político departamental. Dirigencia evidentemente estrecha que, a medida que controla espacios de Poder, va ejercitando maniobras destinadas a abortar procesos de renovación política y desplazar a viejos dirigentes que en lo fundamental comparten concepciones ideológicas y políticas con el Poder de turno pero que devienen en opositores cuando se ven desplazados del Poder al que parecen sentirse destinados.
Entre los primeros se encuentra Jaime Justiniano. El referente del Frente Grande de Orán que en octubre del 2014 firmó un acuerdo con el romerismo y que culminó en febrero de este año con la intervención de Frente Grande salteño por parte de una dirigencia nacional que forma parte del kirchnerismo. Una intervención que no hizo retroceder a un Justiniano que sintiéndose con posibilidades reales de acceder a cargos parlamentarios, parece haber concluyó que dentro del urtubeicismo esa posibilidad queda vedada porque intendente y gobernador condenan a las fuerzas menores a una postergación infinita aun cuando logren cosechar en soledad votos nada despreciables: 3.500 votos en las legislativas provinciales de noviembre del 2013 en la ciudad de Orán que en aquel año supuso un 6% del conjunto departamental. El ex “U” ahora devenido candidato romerista no se acompleja para explicar su cambio de bando. Y en esa explicación quedan explicitados los rencores que los armados “U” generan en la tropa propia. “Si vos me preguntas si respeto a Urtubey y Lara Gros te digo que no los respeto. A los partidos chicos como el Partido de la Victoria, el Frente Plural o a nosotros nos usan de forros. Nos usan una vez, por ejemplo para ayudar a Rodolfo Urtubey en el 2013 y después te dejan solo. Nosotros en Orán nos las arreglamos. Nos fue mejor que a otros y lo mismo quieren que peleemos sólo concejalías y entonces no. En lo ideológico tampoco tenemos problemas. Urtubey es un conservador del siglo XIX que convirtió a los intendentes en patrones de estancia. Que el partido a nivel nacional nos intervenga en nombre del proyecto nacional y popular que nosotros siempre apoyamos es un contrasentido en Salta”. Hoy Jaime Justiniano encabeza una lista de diputados por el frente Romero – Olmedo y logró que seis listas a concejales apoyen su candidatura.
Si a Jaime Justiniano puede encasillárselo entre los candidatos que ven en los arreglos de cúpulas un techo para su crecimiento político; otros candidatos romeristas que provienen del urtubeicismo parecen considerar que esos mismos arreglos terminan por desplazarlos del Poder departamental del que alguna vez fueron parte. Es el caso del candidato a intendente (Antonio Hucena) que hasta hace un año fue presidente del bloque de diputados “U” en la legislatura; de una candidata a diputada, Norma Lizarraga de Bruno, que hasta hace un par de semanas era Secretaria de DDHH del intendente “U” Marcelo Lara Gros; o del mismo Abraham Rallé, también con lista propia de diputados y quien durante años fue intendente de Pichanal para luego ser condenado al ostracismo político cuando el actual intendente “U” de esa localidad, Julio Jalit, se hizo del municipio en el 2003.
Candidatos y armados que no representan lo que el empobrecido departamento de Orán parece requerir para salir de la postergación en la que se encuentra, pero que sí se sienten capaces doblegar en esa ciudad al intendente Lara Gross y al mismo Urtubey. Algunos argumentos dan algo de fuerza al arrojo: Urtubey ya perdió en esa ciudad aun cuando contaba con una estructura mayor a la actual; los votos alambrados que muchos atribuyen a Jaime Justiniano; los votos y la estructura de Antonio Hucena que si por pintadas callejeras fuera, hoy podría declararse intendente de esa ciudad; el poder económico y mediático de Norma Lizarraga de Bruno que además de haber sido hasta hace un mes Secretaria de DDHH del urtubeicismo departamental, es junto a su marido propietaria de Orán Televisora Color (OTC), la empresa de cable local que llega a miles de hogares oranenes y en cuyos programas se fomenta la celebridad de Alfredo Olmedo; y la historia de Abraham Rallé que conoce todas las mañas de la vieja política y tiene por misión fisurar la hegemonía oficialista en Pichanal donde el poderoso intendente “U”, Julio Jalit, suele tributar a Urtubey mas de la mitad de los votos del lugar. Por debajo de ellos, una veintena de lista de concejales impulsan a los mismos candidatos.
En definitiva, la primera etapa de la estrategia romerista ha concluido con éxito en Orán: en un territorio en donde el urtubeicismo ha mostrado límites electorales importantes y en donde el propio Romero posee un piso del 16% de los votos (porcentaje cosechado en agosto y octubre del 2013); ha sellado las mejores alianzas posibles que puedan tributarle voluntades para disputarle ese departamento clave del interior al oficialismo. El mejor de los aliados de Romero en Orán, es Alfredo Olmedo.
Confianza “U”
“¿Puede Romero con el aporte de Olmedo quebrar Orán en la próximas elecciones?”. Fue la pregunta de Cuarto Poder a funcionarios, candidatos y militantes del oficialismo y la oposición en los municipios del Orán. Las respuestas “oficialistas” tenían un denominador común: admitir la popularidad de Olmedo en Orán, rechazar la posibilidad de un triunfo de la fórmula Romero – Olmedo y argumentar esa respuesta asegurando que este último no podrá transferir al exgobernador los muchos votos que sí lograría si encabezara la fórmula.
Armando Leal desarrolla esa idea. Señalado por todos como el hombre de confianza del intendente Dardo Quiroga que gobierna Colonia Santa Rosa desde 1999, Leal es el Secretario de Acción Social de ese municipio y asegura que “en elecciones de este tipo el que tracciona votos es el que va primero y aquí va primero Romero a quien le fue muy mal en el 2013. Para que Romero se favorezca de Olmedo tendría que ponerlo en la pantalla a Olmedo y eso no se puede. Y si se pudiera tengo entendido que eso le restaría votos en la Capital”. A esa definición, Leal la colorea con ejemplos y con esos muchos ejemplos va culminando la charla.
Pero el argumento de Leal no es el único por medio del cual los oficialistas del lugar descreen que Olmedo pueda aportar al triunfo de Romero en Orán. El más sorprendente de todos, lo aporta quién pide no revelar su nombre y asegura que Olmedo no podrá transferir sus votos a Romero porque fue un invento “U” en el 2013. “Yo estuve en una reunión en Orán en el 2013. Estaba el Chino Sánchez y también Hucena en ese tiempo. Este Sánchez venía como un hombre muy vinculado al gobernador y nos dijo que la lucha era entre Urtubey y Romero y por lo tanto teníamos que trabajar para que todo aquel que no quisiera votar a Urtubey vote a Olmedo y así lo hicimos”.
No se trata de una hipótesis descabellada. Si uno compara los resultados de las PASO de agosto del 2013 y el de las generales de octubre del mismo año descubre un dato interesante: en octubre Olmedo saco 18.000 votos más de lo que había cosechado en agosto mientras la lista de Rodolfo Urtubey en octubre de ese año perdió inexplicablemente 15.000 votos con respecto a lo que había cosechado en agosto. Esos números dieron lugar a artículos periodísticos que sugerían que para eliminar políticamente a Romero aquella vez, el Grand Bourg había decidido inflar al sojero. El mismo Ángel Torres, pieza clave en la remontada romerista en aquella oportunidad, declaró a este medio que efectivamente eso había ocurrido en Orán: “Fue una estrategia genial la de Urtubey de hacerlo jugar a Olmedo en el 2013 para restarle votos a Romero. Pero Juancito se pasó de rosca y cuarenta y ocho horas antes de las elecciones, él y el intendente [Marcelo Lara Gross] tuvieron que frenarlo a Olmedo porque crecía y crecía y se robaba Orán y se caía Rodolfo” (Entrevista de Cuarto Poder a Ángel Torres publicada el 26/4/14).
La verosimilitud del argumento, sin embargo, no sirve para eliminar lo que ya se instaló como indiscutible para el vecino de Orán desinteresado de los manejos palaciegos que determinan resultados electorales: a partir de aquellas elecciones del 2013, Olmedo se convirtió en una celebridad en Orán. Opinión compartida, incluso, por el Director de Asuntos Vecinales de la municipalidad de Orán: Aristóbulo Ahumada, al que llegamos cuando la Secretaria Privada de Marcelo Lara Gros nos informó que el intendente estaba en Salta y nos sugirió hablar de política con el que, según ella, era uno de los que mejor conocía la incidencia de los armados políticos en los barrios de Orán. “Me parece que la polarización que se ha generado es un error para estas elecciones”, dice el funcionario que parece convencido que la polarización entre Urtubey y Romero para mayo es una creación del oficialismo y no una imposición de la realidad. Pero ese sentir del funcionario revela bien que para él, ningún resultado está garantizado al menos en la ciudad de Orán. “Olmedo sí tiene fuerza en Orán y además la gente es exitista. Acá en los barrios escuchan que Romero ganaría en la Capital de la provincia y entonces algunos dicen que sí lo votarían”.
En una mesa de un bar del centro de la ciudad, le compartimos a un exconcejal de la cuidad la preocupación del funcionario municipal. El exconcejal es Neri Bordón, un hombre que viene de cumplir una tarea que para él fue excepcionalmente auspiciante: armar la lista a diputados y concejales en todos los municipios del departamento por el Frente Popular, el armado de izquierda que lleva como candidato a gobernador al cardiólogo Edmundo Falú. Bordón concuerda con Ahumada en torno a la polarización entre Urtubey y Romero. Cree también que el armado de Romero tuvo la virtud de configurar listas con dirigentes robados al oficialismo y que efectivamente Olmedo despierta mas de entusiasmo entre los oranenses que Urtubey, Lara Gros y Romero; pero que para el día de las elecciones el oficialismo hará lo que mejor sabe: desplegar un aparato bien aceitado que desembarcará con recursos de todo tipo en una ciudad donde esa mecánica da resultados. La razón de esto último es fácil de verbalizar: la pobreza ha crecido tanto que cualquier inescrupuloso con el dinero suficiente puede comprar voluntades de pobres que por serlo, se ven obligados a poner un magro precio a su conducta electoral: 78,39% de hogares (24.974), según el censo 2.010, sin computadoras; 82,32% (26.226) sin línea telefónica; un 4,38% de la población mayor de 10 años (4.714 sobre un total de 107.387) analfabeta; 34% de los hogares (10.082) que habita en ranchos y casillas; un 23% de esos mismos hogares (7.355) sin heladeras.
Lo que Bordón no dice es lo que algunos que trabajan por la candidatura de Romero – Olmedo sí: que los candidatos romeristas de Orán conocen bien los secretos de ese tipo de mecánica electoral y confían en que las personales riquezas del candidato a gobernador y vice puedan ayudar a dar peleas en los barrios más humildes con las mismas armas que empleara el oficialismo.
Bastiones “U”
Si Romero depende de terceros actores para poder disputar el departamento de Orán; Urtubey parece padecer una situación de naturaleza similar. Pichanal, esa ciudad donde las calles diagonales van y vienen como si deliberadamente trataran de extraviar al extraño, es el territorio de uno de esos actores: el millonario intendente del lugar, Julio Jalit. Con un padrón electoral de 17.184 electores, Pichanal es la segunda en importancia del departamento y el municipio que en el 2013 le aportó más del 70% de los votos a Rodolfo Urtubey. El porcentaje resultó clave para que el hermano del gobernador pudiera remontar la derrota en la ciudad de Orán e imponerse por dos puntos a Olmedo en el departamento.
Nadie -oficialistas ni romeristas- duda que este año la situación se repetirá. Federico Salinas, un joven y férreo defensor del intendente Jalit que el martes por la noche empezaba a acondicionar lo que era un boliche bailable en sede electoral, lo atribuye a cuestiones de índole históricas y políticas: Pichanal es bastión del justicialismo, Julio Jalit es un incondicional de Urtubey y Jalit quiere ser gobernador de la provincia y hará todo lo necesario para mostrar que es el hombre fuerte del PJ en un norte donde las ciudades más populosas están gobernadas por el PRS (Orán) y el Partido de la Victoria (Tartagal).
Lo que Salinas no menciona es otro elemento crucial que movilizara a Jalit: acorde con la política del linaje que suele extenderse por la provincia, su esposa Margarita Ramírez es la que encabeza la lista oficialista de candidatos a diputados por el departamento de Orán. Una candidatura que puede explicarse: el armado electoral del 2013 en las legislativas provinciales favoreció a los dos candidatos de la ciudad de Orán que ingresaron a la Cámara de Diputados (el hijo del intendente de Orán, Baltasar Lara Gros; y el justicialista Marcelo Astún) y correspondía ahora a Pichanal contar con una banca en la legislatura provincial. Julio Jalit impuso el suyo, su mujer, y el Grand Bourg dio el visto bueno para premiar la eficacia electoral del propio Jalit. Las buenas relaciones entre él y Urtubey también pueden verse en otras variables: las obras del Fondo de Reparación Histórica. Según la página oficial de ese programa que desde el 2012 destina 265 millones de pesos para realizar 57 obras en el departamento de Orán; Pichanal es la que actualmente posee más obras en ejecución: 9 por un monto total de $48.558.519; contra cinco obras en ejecución de la ciudad de Orán por $16.213.477; cuatro de Urundel por $9.274.964; tres de Colonia Santa Rosa por $9.216.939 y dos de Hipólito Irigoyen por $4.998.355.
La última de las referencias también sirve para pincelar la fortaleza oficial en otro de los municipios de departamento: Hipólito Irigoyen. Una localidad cuyo intendente triunfó en las elecciones del 2011 con el partido de Alfredo Olmedo y que un año después se sumó a la liga de intendentes “U”. La conversión fue tan brutal, que ahora, cuando Cuarto Poder se reúne con el Secretario del Gobierno municipal, Jorge Escalante, éste relata orgulloso que en octubre del 2013 Irigoyen aportó a Rodolfo Urtubey 2.900 votos en una elección en la que votaron 5.100 personas: es decir el 56,8% de los sufragios.
No hace falta preguntar al funcionario por qué un intendente que llegó al gobierno levantando la gorra amarilla de Olmedo termina dos años después trabajando para el hermano del gobernador. Y es que la respuesta se adivina fácil: la incorporación de los intendentes a la liga urtubeicista supone mayores manejos de recursos y mayor impunidad en su manejo; Alfredo Olmedo devino en aliado no explicitado de Urtubey en las elecciones nacionales del 2013; y el Fondo de Reparación Histórica se ejecutó en Irigoyen con una eficacia que en otros departamentos no tuvo. Hipólito Irigoyen es el único municipio que está a punto de finalizar con todas las obras programadas: de las siete obras destinadas allí por un monto de 24 millones, tres ya fueron inauguradas y otras dos se inauguraran es estos días. Las cinco supusieron un gasto de $12.500.000, el 50 % de lo destinado a ese municipio y una variable no menor debe resaltarse: de los 24 millones destinados a esa ciudad, $10.500.000 fueron invertidos en el denominado “Predio 62 hectáreas”. Una enorme urbanización popular de 28 manzanas para cuyos habitantes el Fondo significo obras concretas: electrificación del predio; destacamento policial funcionando; una escuela de Educación Espacial; y un nuevo edificio escolar a inaugurarse en estos días. En esa barriada, de esa ciudad cuya padrón electoral representa el 8,9% del padrón del departamento de Orán, Urtubey podrá recorrer las calles con el intendente Carlos González para pedir el voto con un eslogan tipo “Por lo ya hecho”.
El romerismo, mientras tanto, no se acompleja y despliega esfuerzo y saca cuentas. Están seguros de que hasta un triunfo ajustado del oficialismo sobre ellos en las PASO puede revertirse en mayo. No sólo porque un eventual triunfo de Romero en Capital impulsaría la fórmula en Orán sino también porque en aquel departamento Urtubey y los intendentes han aportado a generar una situación aprovechable por la tropa del exgobernador: los desplazados por el poder “U” han generado rupturas tan irreparables que diversos actores que hoy conformaron fuerzas opositoras menores se esfuerzan por acumular votos en las PASO que luego puedan negociarse con las filas del exgobernador.
