La remodelada plaza 9 de Julio fue abierta al público este lunes. Lo que llamó la atención no fue el pasto sembrado o las estatuas lustradas, sino una docente de Iruya que se encadenó en el lugar, en protesta por el descuento de cinco mil pesos que sufrió. La policía la desalojó a la madrugada.

Celia Alancay sabe aprovechar los momentos y explotar las situaciones. La docente de Iruya se robó todas las miradas el día de la reinauguración de la plaza 9 de Julio y logró pasar a segundo plano el césped cortado y la glorieta refaccionada encadenándose al mástil frente al Cabildo.

La docente se instaló en la plaza al atardecer del lunes, protestando por los cinco mil pesos que asegura que le descontaron por sumarse a diversas medidas de fuerza.

Según informó FM Profesional, Alancay fue desalojada por la Policía en la madrugada del martes, cuando ya nadie recorría el lugar, y fue trasladada hasta la Alcaidía.