El jefe comunal de Aguas Blancas fue procesado por el delito de “abuso de autoridad” tras crear un paso ilegal en la frontera. Oliva armó una especie de aduana para cobrar peaje al contrabando, aunque un fallo de segunda instancia creyó en su alegato: aseguró que no lo hizo adrede. (Aníbal Roldán)

Hasta hace poco Aguas Blancas no existía; al menos no en términos jurisdiccionales. Recién a fines de 2013 se convirtió en municipio más del departamento Orán. El joven Sergio Oliva ganó las elecciones con el apoyo de Juan Romero y Alfredo Olmedo, en 2015.

Desde su llegada al poder no pararon de llover cuestionamientos. El notable crecimiento de su patrimonio fue lo primero criticado en el pueblo: es que en pocos meses pasó de ser un humilde docente a tener la mejor casa de Aguas Blancas y dejó de andar caminando para transportarse en un lujoso auto.

Sin embargo, todo no quedó ahí. Con el paso del tiempo, las cosas se complicaron para Oliva. Gendarmería lo denunció en el Juzgado Federal de Orán el 30 de abril de 2016 por abrir un paso ilegal. El 7 de marzo de 2017, se dispuso su procesamiento por el delito de contrabando de mercaderías agravado por la calidad de funcionario público. Oliva apeló y el pasado 28 de junio se expidió la Cámara Federal de Salta que confirmó su procesamiento pero modificando la calificación legal razón por la cual quedó procesado sólo por abuso de autoridad.

En el fallo, que expidió la Cámara Federal de Salta Sala II, se establecen los argumentos del cambio de delito que se le imputa a Oliva: se pasa del procesamiento como “autor prima facie del delito de contrabando de mercaderías agravado por la calidad de funcionario público”, a autor del delito de “abuso de autoridad”.

El fallo testimonia que no hubo intención en el delito del intendente, sino que actuó por omisión, aunque eso no alcanzó para eximirlo completamente del delito. Concretamente, la sentencia hace referencia a “que la presente causa se inició el 30/4/16 cuando personal de la Dirección Regional Aduanera de Salta informó sobre un incremento en el flujo de personas que ingresan y egresan del territorio por pasos no habilitados en el sector denominado “El Paltal”, del cual se advirtió un significativo tránsito de personas que circulan desde la ciudad de Bermejo (Bolivia) hacia Aguas Blancas y viceversa”.

Gendarmería denunció al intendente en el Juzgado Federal de Orán el 30 de abril de 2016 por abrir un paso ilegal. El 7 de marzo de 2017 se dispuso su procesamiento por el delito de contrabando de mercaderías agravado por la calidad de funcionario público.

La defensa de Oliva había alegado que el intendente desconocía totalmente dicha apertura de calle, y que por tanto no habría autorizado tal construcción. Más precisamente, el testimonio dice  “que en fecha 4/8/2016 (…) prestó declaración indagatoria Sergio Gerardo Oliva (Intendente de Aguas Blancas) expresando que en ningún momento autorizó la apertura de esa supuesta calle y lo que se estaba haciendo eran arreglos en la localidad. Expresó que existe una gran cantidad de pasos no habilitados, pero que él no los dispuso, y que se enteró de su existencia en la reunión que mantuvo con la ACI, de cuya acta si bien surge que reconoce la apertura del paso, no es lo que dijo en ese momento y que la firmó de buena fe, indicando que el arreglo de las calles lo fue a pedido de Gendarmería y Aduana”, aclarando que Oliva no era responsable del delito que se le adjudicaba.

Tras haber solicitado una revisión del procesamiento, la carátula del delito cambió y ahora se lo acusa sólo de “abuso de autoridad”, considerando que no hubo dolo en el accionar del intendente. Así, en el fallo consta “que la defensa alegó que el auto impugnado incurre en un error sobre el calificante de la figura, puesto que la exigencia de que el funcionario actúe en el ejercicio de sus funciones o abusando de ellas apunta a desalentar situaciones proclives al contrabando o que puedan resultar facilitadas por dicha calidad, lo que exige diferenciar el actuar en ejercicio u ocasión de sus funciones, y el quehacer aduanero del abuso funcional”.

El río Bermejo divide ambas ciudades, a la izquierda Aguas Blancas y a la derecha Bermejo

Los dichos

“En Aguas Blancas se registra más contrabando de mercaderías que de droga aunque también hay secuestros de cocaína”, comentó una fuente a Cuarto Poder.

“Para cruzar de Bolivia se puede pasar en chalana, por el paso internacional que es el puente oficial o por otro sector donde también están los gendarmes y cobran su parte pero que no es legal”, aseguró y a la vez agregó: “Oliva abrió otro paso alternativo, entonces los gendarmes lo mandaron al frente porque era una competencia y el tipo se avivo porque los espera a los bagayeros y ahí les cobra la salida, si cae un allanamiento tendrían que caer todos los que están a la vuelta de la terminal”.

La misma fuente, que prefirió guardar su identidad puesto que según su opinión la zona está dominada por una mafia, dijo: “Tienen una especie de aduana propia; además el hermano de Oliva se sabe que maneja el bagayeo, se llama José Luis Oliva y tiene una empresa de taxis en Bolivia. No se sabe a dónde va a parar la plata que recauda del peaje, anda con dólares y tiene la policía dominada, incluso la policía ahora funciona al lado de su oficina, tiene todo bajo su control”.