Con discurso contradictorio y sin autocrítica alguna por sus decisiones, los ministros Carlos Parodi y Sebastián Gomeza reconocieron que la situación financiera de la provincia “es delicada” y anticiparon un “complicado” año próximo. (Gonzalo Teruel)

Dubitativos y contradictorios, acorralados por la incómoda realidad, esta semana y a pocos días de las elecciones legislativas el jefe de Gabinete, Carlos Parodi, y el ministro de Economía, Sebastián Gomeza, rompieron con el “Manual del Político” y realizaron declaraciones poco favorables para el gobierno que integran.

“Si bien tenemos los sueldos al día, estamos conteniendo el gasto público y tratando de cerrar un año ordenadamente como se hizo en el 2016, la situación financiera de la provincia es delicada” reconoció Gomeza y Parodi anticipó que “el 2018 será un año delicado en materia de recursos para la provincia”. Ambas aseveraciones fueron respuestas a consultas periodísticas por la situación financiera y el endeudamiento provincial.

Es que, en efecto y tal como lo admitió el jefe de Gabinete y exministro de Hacienda, las deudas públicas provinciales empiezan a ser miradas como preocupación por economistas y empresarios. Un reporte circulado también esta semana en el mundo financiero por la calificadora de riesgo estadounidense Moody’s y recogido por la agencia oficial de noticias Telam advirtió que “la creciente dependencia de los mercados internacionales de bonos aumenta los riesgos de descalce de moneda de los subsoberanos de Argentina”.

“Esta dependencia expone a los gobiernos provinciales y municipales a una serie de riesgos crediticios que incluyen descalces de monedas, volatilidad y mayores riesgos de refinanciamiento en comparación con créditos otorgados directamente por el gobierno nacional” añadió y precisó que “la proporción de bonos subsoberanos (emitidos por gobiernos provinciales y municipales) en mercados extranjeros alcanzó el 83% en los primeros 9 meses de 2017, con respecto al 72% de 2016 y al 31% de 2015”.

La advertencia de Moody’s, traducida a Cuarto Poder por un especialista en finanzas de la Universidad Nacional de Córdoba, es simple: los gobiernos provinciales se endeudaron y se siguen endeudando en dólares cuándo sus ingresos son en pesos y sin tomar ninguna herramienta de protección financiera. “Efectivamente, la provincia emitió títulos en dólares y no contrató un seguro de cambios ni accedió al mercado de futuros y opciones para garantizar la estabilidad cambiaria con el peso” explicó el especialista y advirtió que “el problema es que el dólar está barato, o el peso está caro, y cuando haya una corrección de esa paridad (devaluación) la deuda en pesos se incrementará y obligará a nuevos endeudamientos para poder pagar los vencimientos”.

Esa impericia en el manejo de las finanzas provinciales de la que ahora dio cuenta Moody’s fue advertida por Cuarto Poder en junio y julio del año pasado en una par de notas sobre el Fondo de Reparación Histórica y el Plan del Bicentenario para la realización de obras públicas en territorio salteño. “La operatoria a la que se sometió la provincia, en la que consiguió 185 millones de dólares de los 220 millones de dólares propuestos, comprometiendo las regalías hidrocarburíferas hasta el año 2022, implicará en todo el proceso contemplado, la inclusión de más de 107 millones de dólares en concepto de intereses” reveló un artículo titulado “Los bobos de Wall Street” y calculó que la provincia pagará intereses por más de 100 millones de dólares por un capital apenas superior a los 185 millones de dólares.

“Desde el momento en que se tomó el crédito en 2012 con respecto a la actualidad, del capital original de $831,8 millones (185 millones de dólares a $4,32) ya se pagaron $570 millones y todavía se deben $1.818 millones a junio del presente año (130,6 millones de dólares a $13,82). Es decir, en lugar de bajar el monto adeudado en pesos como consecuencia de ir pagando amortización, la misma va subiendo (se debe más del doble del original) como consecuencia de una devaluación que sigue en curso y que se podía haber previsto inicialmente” precisó Cuarto Poder.

Cálculos previos al último pago realizado por la provincia el 30 de septiembre confirman el desastre financiero. Al tipo de cambio actual del orden de los 17,7 pesos por cada dólar, los intereses ya pagados y los todavía adeudados suman casi $1.735 millones mientras que el capital pagado y el adeudado rozan los $2.900 millones.

Siempre al tipo de cambio actual, por poco más de $800 millones que recibió del mercado financiero internacional, la provincia terminará pagando más de $4.600 millones. “Eso pasa porque los contadores que ocupan el Ministerio de Hacienda y Finanzas asesoran mal al gobernador Juan Manuel Urtubey y no toman obvias previsiones como un seguro de cambio o una cobertura de dólar futuro” indicó el especialista consultado y advirtió que “la mecánica del Plan del Bicentenario por 300 millones de dólares fue igual a la del Fondo de Reparación Histórica así que mientras suba el dólar (y seguirá subiendo aunque sea lentamente) la deuda en pesos de la provincia también seguirá subiendo”.

Además de la colocación de títulos en el mercado financiero internacional, los responsables de la economía salteña volvieron habitual la emisión de letras y bonos para el sistema bancario local. Son deudas a muy corto plazo, a 90 días, que se utilizan para cubrir gastos corrientes (y que se incrementan sistemáticamente) y eso confirma la fragilidad de las cuentas públicas provinciales.

Casi al unísono esta semana Parodi y Gomeza reconocieron que la situación financiera “es delicada” y que “el 2018 será un año delicado”. Podrían haber dicho también que, en gran medida, ellos son los responsables de tales cosas.