Mediante un comunicado firmado por varias compañeras señalan al dirigente regional de pedir “favores sexuales” a cambio del ingreso y la permanencia en el movimiento social “Teresa Vive”.

A través de un escrito las compañeras del MST local anunciaron que se van del partido luego de hacer pública una denuncia contra el dirigente Sergio Ballestero.

“Durante los últimos meses, fué saliendo a la luz que el ex dirigente regional, Sergio Ballestero, cometió abuso, acoso y manipulación de compañeras y cual puntero de un partido tradicional ejerció abuso de autoridad en una especie de señorío feudal para permitir o denegar el ingreso y/o permanencia en el movimiento social “Teresa Vive’, a cambio de ‘favores sexuales’ según sus intereses”, expresaron.

El comunicado:

«Lejos de que esto significara por parte de la actual Dirección Regional, de la Dirección Nacional y del Secretariado, una inmediata toma de medidas tanto de protección a las víctimas, como de sanción y denuncia sobre el “dirigente”, persistieron en las prácticas tradicionales del patriarcado más recalcitrante, con lo cual no sólo no hacen suya la lucha feminista, sino que además se presentan con una doble moral, hacia afuera defienden el feminismo y hacia adentro denigran, violentan y acosan como práctica naturalizada. Ante nuestra denuncia, el partido lo premia y reivindica con funciones y cargos internacionales y nacionales. [Sergio Ballestero fué reivindicado como dirigente internacional (encontrándose actualmente en Paraguay) y propuesto (para posteriormente ser elegido en el reciente Congreso partidario) “con observaciones”, como miembro de la Dirección Nacional por dos años más.]

Cuando cuestionamos este accionar por parte de la Dirección Nacional, las únicas que aparecimos en el ojo de la tormenta fuimos las denunciantes y víctimas, muchas de las cuáles no firman la presente porque se alejaron de la organización mucho antes, cuando sufrieron estos acosos en carne propia, por las amenazas que realizaba este “dirigente” a quien se atreviera a contarlo, o simplemente porque lo vivido fue tan doloroso que ni siquiera quieren hablar al respecto. Demostrando que la dirigencia encubre y protege, desoye la denuncia y absuelve de culpa y cargo al estafador.

Durante años hemos luchado bajo las banderas del socialismo, de la revolución, del feminismo y de cada causa justa que pudiéramos acompañar. Combatimos el patriarcado y no estamos dispuestas a militar en una organización que “defiende y premia” abusadores/acosadores, no estamos dispuestas a negociar nuestros ideales, estamos cansadas de que se nos diga:“hay que esperar”,  “alguna sanción política va a haber” o “son muchos en la misma o similar situación”. El feminismo es una cuestión de clase y de principios, si la organización no está dispuesta a defenderlo también puertas adentro, nosotras no vamos a ser cómplices.

Por último, esta declaración tiene el único objetivo de hacer pública la razón indeclinable de nuestro alejamiento. Si a eso le llaman (como se nos dijo) “utilización política”, pues que lo sea, hasta que no quede un sólo sujeto disfrazado de dirigente revolucionario y feminista, defensor de la vida, pastor evangélico o sacerdote, como los que encubren su doble moral bajo las sotanas. Todos ellos contribuyen a proteger a los violentos y castigar a las víctimas para mantener el status quo en la sociedad de la ignominia, indignidad, humillación y perversión, para que nada cambie. Se construyen y asímismo se autodestruyen con los que abusan, acosan, violan y despersonalizan a las mujeres hasta convertirlas en objetos de manipulación, perdiendo valiosas militantes que mantienen la lucha y defensa de los ideales que nos llevaron a creer en este espacio político que hoy nos decepciona.

Sepan todas las mujeres que hayan sido víctimas que aquí estamos de pie y no estamos solas.

Los ideales no se negocian, nos vamos del MST, pero no nos retiramos de la lucha.

“Quien se arrodila ante el hecho consumado es incapaz de enfrentar el porvenir”