Frustrado lanzamiento de campaña del  Secretario de Ambiente Municipal Gastón Galíndez.  La posibilidad de adelantamiento de las elecciones provinciales al primer semestre del año, puso nervioso a más de un político local…

Por: Daniel Kágalos

Respecto al reemplazo en el sitial del gobernador Juan Manuel Urtubey, ya muchos se han pronunciado con serias (y no tantas) aspiraciones o han dejado que sus alfiles se ocupen de proponerlos, a saber: Miguel Isa, Gustavo Sáenz, Pablo Kosiner, Sergio Leavy, José Urtubey, Claudio del Plá, Fernando Yarade, Miguel Nanni, Alfredo Olmedo, Martín Grande, Juan Carlos Romero, Guillermo Durand Cornejo y la histórica candidata Cecilia Gómez.

Sin embargo tanta aspiración a la gobernación poco condice con quienes manifiestan su voluntad de llegar al C.C.M. O al menos nadie se anima todavía a sacar la cabeza de la trinchera.

Es sabido el alto costo que representa el posicionamiento de los candidatos en una corta campaña electoral, con mayor razón si los resultados anteriores les fueron adversos. Por eso quienes estiman que corren con ventaja, son aquellos que ocupan algún carguito como funcionarios.

La ventaja no fue inadvertida para el porteño ex cara pintada (Motin), ex lazarillo «Isista» y ahora reconvertido en Secretario de Ambiente de la gestión «Saencista»: Gastón Galíndez, que se acomoda más rápido que inmediatamente.

El narcisista funcionario con debilidad por los espejos y las selfies, puso sus neuronas a funcionar con el fin de aprovechar las bondades de la gestión, en provecho propio y el de su aspiración a la intendencia en el 2019.

Aunque no lo crea G.G. ya piensa en ser el próximo Lord mayor de la ciudad y no escatima esfuerzos en «mostrarse» en un exceso de poses y fotografías, emergiendo cual Aquaman de los canales de la zona oeste, cortando malezas con los dientes en Villa Murciélago, o compitiendo en físico y vitalidad con los muchachos de la Agrotécnica (eso si, siempre bien peinado, y con uñas de manicure).

En su maratónica carrera a las próximas eleciones, pese a que en la del pasado octubre no sacó ni para la sal, a G.G. se le ocurrió cual evento trascendente y amparado en la profusa cantidad de lluvia que castiga a la ciudad, «convocar a la prensa» a una recorrida por los yuyarales de distintos barrios y villas, a fin de supervisar las tareas de desmalezado. La idea de Galíndez era luego de las entrevistas correspondientes, entregar a los periodistas un souvenir consistente en un una espiga de rupachico con su foto, cual San Cayetano.

El movimiento de Galíndez fue rápidamente advertido por sus superiores, incluso se escuchó a uno de ellos manifestar en voz alta: «Este se fue al pasto», e inmediatamente y vía telefónica le bajaron el pulgar al lanzamiento de su campaña mediática.

Fue así como tristemente por el mismo medio en el que se informó de la interesante recorrida, a los minutos se dio cuenta sobre la cancelación del evento programado, «por motivos de agenda».

Fue así como el primer intento del jefe de los desmalezadores fue planchado, aunque se descuenta que llegarán otros movimientos, ya que no lograron desalentarlo en su convencimiento de que tiene serias posibilidades de ser el próximo intendente.