Una virgen que menstrúa sorprende a propios y extraños. El sagrado líquido, aseguran, es milagroso. Se espera la manifestación del Vaticano al respecto.

También conocida como la virgen roja, o la virgen del quinto día, este caso aún no corroborado como se debe, causa conmoción entre los habitantes de la zona este de la ciudad. En una de las grutas del barrio Solidaridad la imagen que emana sangre va generando cada vez más adeptos a la sacrosanta sangre de concha virginal.

“Yo que andaba meta rezar una tardecita frente a la virgen veo que le comienza a chorrear el bife, no lo hei’ dudao chango, esa era una señal divina”, comentó a El Polichombi, José González, el descubridor del milagro, quien además ahora se ha empeñado en adornar el abandonado altar, y ante la constante emanación de líquido, inició un pequeño pero lucrativo negocio: cobrar por la sangre que asegura puede curar de todo, desde el reumatismo hasta la culpa por haber votado a Macri. Sólo hace falta pasar el coágulo milagroso por la parte del cuerpo que se desee curar.

“Ahora vienen a visitarme de todas partes, le traen regalos a la virgencita, mucha toallita higiénica y no falta quien hasta viene con una copa menstrual porque dicen que es más ecológico”, comenta González mientras acomoda tampones utilizados como velas y cruces en el altar.

Todavía se espera la llegada de los enviados de la Santa Sede para comprobar la veracidad del milagro, pero ninguno de los adeptos a la virgencita duda de que esa menstruación sea cosa divina.