Hechos recientes ponen sobre el tapete el accionar mafioso del diputado Eduardo Ramos. El secuestro de una Trafic confirma el nexo del mismo con una patota que golpeó brutalmente a trabajadores en la legislatura el pasado 27 de octubre. 

Si por algo se caracteriza Eduardo Ramos, es por moverse con métodos patoteros, al estilo de los burócratas sindicales más pesados a nivel nacional. Sin ir más lejos, el año pasado, una golpiza propinada por sus matones desfiguró a Jorge Puca, uno de los trabajadores de su fundación que reclamaba mejores condiciones laborales.

Un episodio de similares características ocurrió el martes 27 de octubre cuando un grupo de encapuchados bajaron de una trafic y golpearon brutalmente con palos a trabajadores que se encontraban manifestándose en las puertas de la legislatura. A pesar de que estaba cubierta de policías, ese día solo se logró detener a uno de los patoteros y el resto se dio a la fuga.

Al día siguiente de la manifestación y el ataque de la patota ocurrió otro grave hecho: Sebastián “Cuchi” Ramos, hijo del diputado, apareció en el hospital San Bernardo lanzando amenazas contra los que estuvieron el martes frente a la legislatura: “dejen de joder con mi familia, los voy a boletear”, amenazó. Eso no fue todo. En la mencionada oportunidad cuando el delegado Maidana regresaba a su casa, “Cuchi” Ramos le cruzó su camioneta y le mostro un arma de fuego. “Dejen de joder o van a ser boleta”, dijo y se fue en su 4×4. Maidana realizó la denuncia en la comisaría 1º.

La trafic

Desde la Fiscalía N° 2 se confirmó el secuestró del vehículo en donde se trasladaron los atacantes de la noche del 27 de octubre. El dato comprometedor es que la Trafic fue secuestrada en inmediaciones a Producciones Capricornio (productora de la movida tropical propiedad de Ramos) ubicada en Zuviría al 2600.

 Según comentaron fuentes judiciales, en vehículo figura como propiedad de la empresa de turismo “Evitur”, otra de las tantas empresas del diputado. A este secuestro se suman otras pruebas contundentes como registros de cámaras que reconstruyen todo el itinerario realizado por la patota. Todo indica que la traficc habría salido cerca de Producciones Capricornio de donde habrían tomado los palos y hierros con los que golpearon posteriormente a los manifestantes.

Con la novedad del secuestro del mencionado vehículo no caben dudas de las responsabilidades del secretario de ATSA con los agresores. Queda clara la desesperación que hay en el sindicato de la sanidad: como nunca antes la justicia comprobaría como usa patotas para amedrentar a aquellos que desafían su poder en sus empresas y en el sindicato. La situación de Ramos es grave y empeora, ya están dadas las condiciones para que la justicia lo cite a declarar. Habrá que esperar si cae en desgracia o continua impune.