Se opusieron a la aprobación de la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo y ahora se oponen a que la ley de Educación Sexual Integral sea de orden público. Son grupos católicos agrupados en una red de familias.

En los seis meses que duró el debate del aborto en el Congreso, todxs coincidieron en que la Educación Sexual Integral (ESI) era necesaria. Coincidieron también en que la  Ley 26.150 sancionada en 2006 no pudo ser efectivizada.

Para que se ponga en práctica a más de 10 años de su sanción, el martes pasado hubo un plenario de comisiones de Diputados que se reunió para modificar la ley y pedir que sea de orden público, obligatoria, en todo el país, en escuelas públicas y privadas, laicas y religiosas. El dictamen salió a pesar de las voces en contra del sector «celeste», el mismo que durante el debate del aborto se opuso a ese derecho, pero que pregonaba la educación sexual.

La Red Federal de Familias lanzó la campaña «No autorizo». Y elaboraron una «carta modelo» para que lxs padres envíen a las autoridades de los colegios donde estudian sus hijxs para prohibirles tener ESI.

“Entendemos que la formación moral de nuestra familia y la educación que pretendemos para nuestros hijos, no puede ser contradicha con contenidos informativos de cuya elaboración no participamos. En nuestra familia rigen principios rectores tales como: la vida humana es sagrada en todo su desarrollo y comienza con la fecundación; el Sida y demás enfermedades de transmisión sexual tienen habitualmente su origen en la conducta promiscua; y la sexualidad debe ejercerse de manera natural, abierta a la vida y dentro de la familia fundada en el matrimonio; admitiendo solamente los métodos naturales para regular la natalidad, por no resultar dañinos para la salud, y solamente en circunstancias que así lo justifiquen», dice la carta.

La ley de ESI modificada por ahora sólo en comisión de Diputados establece que la norma «es de orden público». Es decir, debe ser aplicada obligatoriamente en los establecimientos de todo el país.

La norma asimismo actualiza el lenguaje. Se utiliza «con perspectiva de género, inclusiva y no discriminatoria», afirma el texto a consideración del Congreso. Tiene en cuenta todas las leyes vigentes, incluidas la ley de matrimonio igualitario, las de parto humanizado, prevención contra la trata y asistencia a víctimas. La ESI deberá estar incluida en la curricula de las escuelas de acuerdo a la edad. Los contenidos serán brindados por el Consejo Federal de Educación de acuerdo al nivel educativo y obligatorio para todas las escuelas.