El 2 de Febrero, luego de los festejos de la Virgen de la Candelaria, un accidente vial se cobró la vida de dos personas y dejó gravemente herida a una tercera. La fiesta patronal realizada en el paraje Las Juntas congregó numerosa cantidad de personas que cada año acuden a homenajear a la virgen y, de paso, a compartir procesión, desfile de gauchos y espectáculos de destrezas criollas. Sin embargo, la fiesta se vio empañada por el grave siniestro, luego de que un camión cayera en un precipicio de más de 100 metros, con tres personas en la cabina y siete caballos en la caja.

                                                                                                         Por Lola Mento

La noticia fue casi sofocada y los dos medios que la difundieron mencionaron que las víctimas fueron auxiliadas por el Intendente Néstor Parra y el diputado por el Departamento de Guachipas “Gaucho” Flores, demostrando que hasta en la tragedia existe tiempo para sacar rédito político. 

El responsable del accidente habría sido el propio chofer, quien tras maniobrar violentamente en una curva provocó el desbarrancamiento del vehículo. Algunos han atribuido esta imprudencia al consumo de alcohol durante la fiesta, mientras que otros prefirieron echarle la culpa al camino sinuoso. Lo cierto es que la familia Parra se mostró presurosa no solamente por la intención de auxiliar sino porque el camión sería de propiedad del Intendente, quien movió presurosamente influencias a fin de que el vehículo le fuera devuelto sin dar tiempo a que se practicaran pericias para determinar las causas reales del vuelco.

Los familiares de las víctimas solamente recibieron abrazos y consuelo fraterno pero hasta la fecha se desconoce si el jefe comunal se hará cargo de indemnizarlos, ya que debería desembolsar cifras millonarias. Hasta ahora ni siquiera se sabe, si el vehículo contaba con seguro para cubrir esta tragedia.

Sobre la tendencia de Parra a desentenderse ya existen antecedentes. En mayo de 2013 chocó con un remis en Villa María Esther, en la Ciudad de Salta, y el chofer denunció que se encontraba alcoholizado, que había “chapeado” con que era Intendente y luego se había dado a la fuga. En esa oportunidad Parra no solamente negó tener responsabilidad, sino que también denunció que lo extorsionaban.

La policía se mostró reacia a dar información sobre el accidente ocurrido en la bajada de Las Juntas, como tampoco intervino CIF. Por lo visto, los informes criminalísticos fueron confeccionados por personal policial de la zona que trabajan a la usanza de antes y con instrumentos pocos sofisticados.

Hasta ahora, los Parra parecen haber convencido a los parientes de los fallecidos de no interponer ninguna denuncia. Los humildes, por ahora les creen.