El intendente Gustavo Sáenz acelera la marcha en el proceso de «despegue» del macrismo con la mira puesta en la gobernación. Recibe y agradece la unción de Olmedo y Romero y propone a Martín Grande como su sucesor en el CCM.

El evidente desgaste que la gestión Cambiemos refleja en Salta -independientemente de la disyuntiva Macri/Vidal-, obliga a repensar los movimientos de aquellos que otrora supieron alinearse a los designios de Nación. Tal es el caso del intendente Gustavo Sáenz, quien lucha por no imantar su imagen a la del gobierno macrista, cuyo rechazo en Salta alcanza niveles bastante considerables.
El intendente capitalino manifestó “Cambiemos en Salta no existe (…) nosotros tenemos diferentes actores de diferentes partidos, pero no podemos ser Cambiemos cuando no tenemos los mismos componentes”. A su vez, consideró que el diputado nacional Martín Grande sería «un gran candidato a intendente de la capital salteña», precisamente en la radio de propiedad de legislador.
Las declaraciones de Sáenz, no sólo ponen de manifiesto la amplia resistencia a las políticas económicas del gobierno nacional que hay en Salta; sino que, además, refuerzan los rumores sobre una posible candidatura del actual intendente bajo la órbita de un consenso con el urtubeicismo.
En la compulsa por la gobernación, el jefe comunal precisa algo más que el impulso de Alfredo Olmedo y el propio Juan Carlos Romero. Se trata también de alcanzar el nivel de conocimiento y aceptación en localidades del interior provincial, donde la imagen de Cambiemos está por el piso y aún marcan terreno kirchneristas y peronistas. Por lo que el operativo despegue, comenzado hace ya algunos meses, ha de fortalecerse de cara al año que viene.