El Hospital Privado Tres Cerritos, como lo hizo ya otra clínica privada, el IMAC,  emitió un comunicado donde expresa que no realizarán abortos en caso de aprobarse la ley. Este hospital fue denunciado por ejercer violencia obstétrica y una jueza en un fallo inédito en el país ordenó que sus autoridades adopten medidas urgentes de protección.

“Abogamos por una legislación que respete la objeción de conciencia individual e institucional”, señalan, aunque no quieren respetar las decisiones de las mujeres.

La clínica privada de Tres Cerritos fue denunciada por una mujer que relató la situación que personal médico del sanatorio le hizo sufrir cuando le realizaban trabajo de parto. El caso fue difundido, pues a través de esta denuncia  la jueza de violencia familiar y de género de Primera Nominación, Noemí Valdez, ordenó que las autoridades del sanatorio privado adopten medidas urgentes de protección contra la violencia obstétrica.

Pese a las denuncias, el Hospital Privado Tres Cerritos, como lo hizo ya otra clínica privada salteña, el IMAC,  en relación a la reciente aprobación en la Cámara de Diputados de la Nación del proyecto de Ley que propone legalizar el aborto en la Argentina, adhiere al comunicado conjunto presentado por el Hospital Universitario Austral, Clínica Bazterrica, Clínica Santa Isabel, Clínica del Sol, Sanatorio Mater Dei, la Casa Hospital San Juan de Dios, Clínica San Camilo, la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, Fleni y el Hospital Privado Universitario de Córdoba, y establecen que no quieren realizar abortos en caso de aprobarse la ley.

Citamos a continuación el comunicado completo:

La ley que se ha propuesto obliga a todo establecimiento sanitario, también privado, incluso confesional, a la realización de la interrupción voluntaria del embarazo. Al mismo tiempo, prohíbe toda objeción basada en el ideario fundacional de algunas de nuestras instituciones. El proyecto prevé que el incumplimiento pueda derivar en severas condenas de cárcel para los directivos y remite expresamente a normas que establecen el cierre o clausura temporal o definitiva del establecimiento de salud.

Miles de Argentinos nos eligen a diario para confiarnos lo más sagrado que tienen, sus personas y sus familias.

Las instituciones de salud, creadas y llevadas adelante por personas que persiguen un bien compartido bajo valores comunes, también queremos elegir cómo curar y cuidar a los argentinos con la libertad que hemos tenido hasta ahora, y no ser coartados por una ley que explícitamente dice: “Queda prohibida la objeción de conciencia e ideario institucional”.

Nos unimos a la voz de todos los que vienen pidiendo que se proteja integralmente la vida, y, en su caso, abogamos por una legislación que respete la objeción de conciencia individual e institucional, que respete la libertad de pensar y de creer, de asociarse y de trabajar, de cuidar y de curar, de salvar y de sanar, sin que se corra el riesgo de prisión, de inhabilitación o de clausura por actuar de acuerdo a su propia conciencia e ideario.