Un colectivo de La Veloz del Norte se estrelló contra un paredón de Avenida Delgadillo. El chofer resultó herido. No había pasajeros. Se trata del mismo lugar donde falleció un sobrino del gobernador.

Un colectivo de la empresa La Veloz del Norte se estrelló esta mañana en un paredón que se encuentra en la bajada de la Avenida Delgadillo, en el acceso a la ciudad, en Villa Floresta.

El chofer del vehículo sufrió rotura de codo y fue el único herido, ya que el colectivo iba sin pasajeros.

Según informó Canal 9, una carpintería fue la más afectada. En El Tribuno se publicó que la pared, un árbol y un tanque de agua del local se vieron afectados.

Un lugar conocido

En septiembre de 2014, Bautista Urtubey, de 17 años, murió en el mismo lugar. El vehículo que conducía se estrelló contra el paredón que se encontraba al lado de la carpintería donde chocó el colectivo de La Veloz. En noviembre de ese año, un camión también colisionó allí.

En la traza original de la autopista, el muro debía demolerse, pero el gobierno provincial suspendió las obras. Esa improvisación le costó casi 50 millones de pesos a la Casa Rosada y más de 300 millones a la provincia. En octubre de 2012, Cuarto Poder aseguraba que el cambio de planes poseía dos características salientes: un despilfarro de dinero increíble y un trazado final de ruta con consecuencias imprevisibles en lo humano.

En 2009, Juan Manuel Urtubey decidió desmantelar un proyecto que se venía gestando desde mediados de los setenta. Se paralizaron las actuaciones, cuando Vialidad Nacional ya había invertido $48 millones 800 mil.

Hubo una reunión en la que el director de Vialidad Provincial, el Ingeniero Gerardo Villalba, comunicó que por orden del gobernador se paralizaban las actuaciones sobre el Barrio Floresta, dejando a merced de los ocupantes todas las demoliciones programadas que no se ejecutaron, y todos los terrenos en donde se habían efectuado limpieza. No hubo una explicación, ni un argumento. Simplemente fue una orden: destruir el trabajo de años.

Hasta ese momento, Vialidad Nacional había invertido $48 millones 800 mil en expropiaciones desde el peaje de Aunor hasta el parque industrial (muchos de esos terrenos expropiados hoy están nuevamente ocupados; incluso hay casas que estaban por ser demolidas que hoy tienen uno o dos pisos más). Se buscó una alternativa que evidenció que ni siquiera tenían un plan B cuando decidieron cancelar el A. Y el plan B, que surgió después, fue torpe. Entre todas esas ideas y vueltas, la provincia ya ha gastado más de  $320 millones. El desvío del camino original continúa con un giro forzado en una avenida y, unas cuadras después, en una calle. Los que vienen pasan de una autopista con 120 metros de ancho a una callecita, y esto perjudica mucho a los vecinos del lugar y afecta especialmente a los que manejan. Ya hubo dos accidentes notorios que lo demuestran.

Según empleados de Vialidad Nacional y Provincial, el cambio de planes obedeció a cálculos estrictamente electorales: evitar corte de calles, quema de gomas y reclamos iracundos de vecinos que empañaran la carrera electoral de 2011.