La cercanía de Urtubey y Sáenz al presidente Macri confunde el armado de Cambiemos en Salta que de cualquier modo es ratificado por la UCR y el PRO para las elecciones del año próximo. (Gonzalo Teruel)

“Ahora son todos macristas, pero las malas noticias las tenemos que dar y defender siempre nosotros” se quejaban hace meses en el comité provincial de la UCR y no les faltaba razón: pese a enfrentarlo como candidato a vicepresidente de Sergio Massa y como virtual jefe de campaña de Daniel Scioli, Gustavo Sáenz y Juan Manuel Urtubey, corrieron a los brazos del presidente Mauricio Macri como adolecentes enamoradas. Y, vale reconocerlo, el primer mandatario correspondió ese amor con discursos y también con dineros para la ciudad y la provincia.

Frente a la más cruel de las traiciones, los radicales salteños tragaron bronca y defendieron hasta las más impopulares medidas de gobierno como la suba de las tarifas de los servicios públicos. Apostaron a consolidar Cambiemos en la provincia. Y eso es lo que hicieron, formalmente, el sábado último: avalaron al líder partidario, el diputado nacional Miguel Nanni, para que ratifique el acuerdo electoral con el PRO y los otros socios minoritarios como el Partido Propuesta Salteña y el Partido Conservador y Popular.

Cambiemos tiene una breve vida en la provincia. Fue la herramienta utilizada en las elecciones nacionales pero, antes, en las provinciales radicales y macristas integraron frentes distintos. La UCR compitió junto a la Coalición Cívica y el Partido Socialista mientras que el PRO compartió espacio con el PPS, el PCP y con sectores justicialistas encabezados por Juan Carlos Romero y Gustavo Sáenz.

Pero, lo dicho, para el proceso electoral nacional que significó el final del Frente para la Victoria, todos fueron tras la candidatura presidencial de Macri. Y ahora quieren repetir esa exitosa experiencia aunque no será fácil el armado político y electoral para el próximo año porque el presidente tiene por aliados estratégicos a Urtubey y, en menor medida, a Sáenz y sus operadores trabajan ya en la incorporación de peronistas a Cambiemos.

“Ahora son todos macristas” repiten en el comité radical pero, mucho más tranquilos que hace algunas semanas, confían en ordenar y conducir esa variopinta tropa. “Nos apuramos a consolidar Cambiemos para evitar que se sigan metiendo oportunistas por la ventana” sintetizó un dirigente de buena llegada a Nanni y confió, a través de un juego de palabras, que “el radicalismo salteño va a estar al frente del frente”.

Su confianza se basa en verosímiles sondeos de opinión, propios y ajenos, que ubican al radicalismo muy por encima del propio macrismo en la percepción popular de “representación de Macri en Salta”. Un relevamiento realizado por una consultora nacional en la provincia sitúa a Miguel Nanni como el principal representante de Cambiemos en Salta y lo mismo arroja una medición local que ya leyeron en el Grand Bourg. “No importa por qué la gente responde así, eso es lo que percibe” dicen en el radicalismo y agregan que “Bettina Romero y (Guillermo) Durand Cornejo figuran muy atrás en esas mediciones”. Saben, sin embargo, que son justamente estas últimas figuras casi las únicas que pueden competir seriamente en las elecciones del año próximo y que ni en la UCR ni en el PRO hay candidatos mejores.

“A nadie le importa hoy quiénes van a ser candidatos” aseguró hace pocas horas el titular del PRO, el diputado provincial Martín de los Ríos, y ante la falta de figuras para presentar a la sociedad eligió postergar definiciones personales. Bien sabe que buena parte de la suerte de Cambiemos y de los partidos que lo componen dependerá no de la política sino de la economía: si la inflación se desacelera, llegan inversiones, y el país crece, los candidatos del oficialismo nacional tendrán respaldo popular pero si eso no sucede y, por el contrario, la recesión se acentúa, la más férrea oposición peronista y hasta el fantasma kirchnerista ocuparán el centro de la escena política.

También sabe que los integrantes de este espacio se definirán más en Buenos Aires que en Salta. Por las dudas, vínculos personales al margen y aunque no lo diga públicamente, no descarta la incorporación de hombres y mujeres de Sáenz y Romero a Cambiemos. Eso mismo piensa, con mirada absolutamente crítica, el díscolo diputado radical Humberto Vázquez. “El PRO traicionará a la UCR para dar participación en ese frente electoral a sectores justicialistas liderados por el intendente Sáenz y por el senador Romero” dijo a la prensa hace unos días y vaticinó una “gran traición”.

Traición que no será tal porque todos, Nanni, de los Ríos, Romero, Sáenz y los demás, dirán lo suyo y participarán de la conformación más o menos amplia de Cambiemos que se resolverá en Salta pero también en Buenos Aires. Ninguno de los salteños está en condiciones de desoír las recomendaciones que hagan el jefe de Gabinete y el ministro del Interior, Marcos Peña y Rogelio Frigerio, y los popes radicales Ernesto Sanz y Gerardo Morales. Este viernes, desde Jujuy, estos máximos líderes del centenario partido llamaron a constituir “la corriente UCR dentro de Cambiemos” para ganar espacios de poder e influencia dentro del frente gobernante.

En una última reunión encabezada por Frigerio ya quedaron expuestas las diferencias entre los aliados salteños y la escasa capacidad de construcción de, por ejemplo, Roberto Ulloa y los otros dirigentes del PRO. Por ahora, entonces, los interrogantes de Cambiemos en Salta siguen sin respuestas. ¿Qué fuerzas lo integrarán?, ¿cómo enfrentarán al candidato de Urtubey si el gobernador sigue siendo funcional al presidente Macri?, ¿cómo conseguirán un candidato que conforme a todos?

“Encabezamos nosotros y si los demás no quieren lo definimos en internas” desafían los radicales que confían en repetir los resultados del año pasado cuando Nanni se impuso a Romero en las primarias nacionales e insisten en llevar un candidato propio. No está claro si los demás aceptarán el convite o si operarán para elegir a dedo los candidatos.

Nanni y de los Ríos, la UCR y el PRO, tienen un doble desafío por delante: primero hacer crecer sus todavía mínimas representaciones en la provincia y después aportar legisladores al proyecto nacional de Macri. Qué harán para lograrlo es todavía un interrogante sin respuesta.