Esa fue la frase que recibieron los miembros de dos bandas de rock de la ciudad de Rosario en una comisaría salteña tras denunciar el robo de equipos, dinero en efectivo y diez bolsos con ropa y celulares.

Lo que iba a ser una fiesta del metal under terminó en una jornada agotadora de burocracia y respuestas insuficientes por parte de la Policía salteña. Dos bandas de la ciudad santafesina de Rosario que debían tocar en Salta sufrieron el robo de instrumentos musicales, bolsos con ropa y celulares y dinero en efectivo.

El sábado por la noche, los integrantes de Brutal y Culto Macabro se encontraban brindando entrevistas en FM Capital, ubicada en Juramento 34, pleno centro de la ciudad, a pocos metros del Convento San Bernardo. Aproximadamente a las nueve de la noche, la combi de los músicos, que se encontraba estacionada en la puerta de la emisora, fue abordada por delincuentes, que se llevaron diez bolsos con ropa, dos celulares, dos guitarras eléctricas, un bajo y ocho mil pesos en efectivo.

Luis Sarmiento Pozza, organizador del recital, relató la odisea que debieron vivir tras el robo, con un accionar policial que dejó a todos con gusto a poco: “(Los policías) Primero vinieron a la radio y les explicamos. Y les decimos ‘hay cámaras aquí, ¿no pueden ver quiénes fueron?’.  Y dicen que hay muchos árboles, que no se va a poder ver. Y les digo ‘pero lo que se alcance a ver, quizás un auto merodeando o gente merodeando’. Y de tanto insistir nos dicen que era un Corsa bordó con ‘tres masculinos’. Les pregunto si se ve la patente y dicen que sí. Y les digo ‘¿y se puede hacer algo?’, y el policía me dice ‘no sé, de eso se encarga Criminalística’, y que no subamos a la trafic hasta que lleguen los de Criminalistica”.

“Esperamos una banda, hasta que llegó (Criminalística). Hicieron el circo de las huellas por todos lados de la trafic y dijeron ‘bueno, ahora vayan hacer la denuncia en la Primera’. Vamos a la Primera, otra hora ahí contando todo de nuevo. Cuando se termina con la denuncia, les decimos ‘¿y ahora?’,  y me dicen que nada. ‘¿Para qué te vamos a mentir? Es como cuando vas al médico: te dan la receta y listo, nos vemos en el corso’. Y les digo que nos dijeron que habían visto la patente del auto, que si nos la pueden pasar, y dicen que eso no tienen ellos, que vayamos al Centro donde están las cámaras. Después nos dio la denuncia y nos fuimos nomás, con la bronca”, relata Pozza.

A pesar del mal momento, las bandas rosarinas decidieron tocar de todas maneras. Pudieron hacerlo gracias a que los músicos salteños con quienes compartían la fecha les prestaron los instrumentos.

Mientras espera que la denuncia llegue a buen puerto, Pozza adelanta que organizará un recital a beneficio para poder colaborar con los rosarinos.