El Informe 2016 del Cels recupera la voz de la salteña Lohana Berkins y su lucha para que los derechos trans no queden invisibilizados. Dos salteñas nos cuentan la situación del movimiento LGTBIQ en Salta. (Andrea Sz)

El capítulo del Informe 2016 del Cels “Ni una menos. La violencia institucional a la luz de la Ley de Protección Integral a las Mujeres”,  posee un apartado titulado “Para las travestis la justicia llegó de manera punitiva”. Allí analiza la situación “del colectivo trans –personas travestis, transgénero y transexuales”, a través del aporte de la dirigente salteña Lohana Berkins. El organismo presidido por el periodista Horacio Verbitsky había entrevistada a la referente en diciembre pasado, dos meses antes de que falleciera.

“El primer debate de este colectivo con el feminismo fue la puesta en cuestión de las limitaciones de la categoría mujer, para subrayar su carácter de construcción social”, refleja el informe, para luego dar voz a la dirigente, quien dio cuenta de las diferentes formas de invisibilización que se manifiestan en muchos ámbitos donde aún opera una lógica binaria heteronormativa.

Berkins, entrevistada por el Cels para el Informe en diciembre de 2015, expresó: “En ninguna institución del Estado, sobre todo en el campo de la salud, nosotras figuramos como travestis, nos anotaban como varones. Y ahora, al ser sancionada la Ley de Identidad de Género, advertimos una nueva forma de ser invisibilizadas al anotarnos como mujeres. Porque eso no da cuenta de toda nuestra existencia”.

El informe consigna así un primer impedimento vigente para el colectivo y tiene que ver con el acceso a la salud: “Las políticas de salud, un área sensible para la comunidad trans, no ofrecen controles y tratamientos acordes con identidades de género”.

Seguidamente el trabajo hace alusión a otro importante obstáculo, que tiene que ver con el bajo nivel educativo alcanzado por los integrantes del colectivo. Para Berkins, la deserción escolar responde a la falta de políticas inclusivas con perspectiva de género: “La educación, tan normativa y binaria, logra que una niña o adolescente travesti en seis meses abandone la escuela. No tiene ningún modelo identificatorio de su realidad”.

El acceso a la justicia es otro de los nudos problemáticos, señala el informe: “poco más de la mitad de las encuestadas sufrió detenciones sin intervención de un juez, de ellas, casi el 60% fueron trans femeninas”. Según Berkins, desde la época de los edictos policiales: “Para nosotras la justicia nunca llegó y cuando llegó lo hizo de manera punitiva”.

El informe además se refiere a la incorporación de un término que el colectivo viene reclamando hace tiempo: travestiçidios. “No hay casos de asesinatos de personas travestis en los que se haya aplicado la figura penal que enmarca a los crímenes de odio (art. 80, inc. 4)”, señalan.

 El 13 de octubre de 2015, la activista trans Amancay Diana Sacayán fue encontrada muerta en su departamento; su cuerpo presentaba más de una decena de puñaladas. Diana fue una de las primeras personas trans en recibir un DNI que respondía a su identidad autopercibida en julio de 2012, tras la aprobación de la Ley de Identidad de Género.

El crimen de Sacayán será juzgado como femicidio, la primera vez que se utiliza esta figura por el asesinato de una persona travesti. Según Berkins, ellas solicitaron que al caso se lo caratule como travesticidio. “pero en esta ficcionalidad que es la ley vamos a tomar una categoría que ha creado el feminismo –femicidio-, aunque insistamos en instalar travesticidio, para seguir la misma lógica política. Pero va a quedar como femicidio y nos parece un avance porque hay un enlace en la violencia que se aplica sobre el cuerpo, donde se lee el odio y el desprecio que descarga sobre la víctima”.

Dicen de Lohana

Mary Robles, asesora sobre la integración del colectivo LGTBI en el gobierno provincial, y Gabriela Veleizàn  militante del partido socialista y activista de Arpias, espacio de lectura y reflexión lésbica, fueron contactadas por Cuarto Poder para referirse a muchos de los puntos a los que Berkins se refirió en su encuentro con el CELS.

El recuerdo de Lohana Berkins -quien desde su propia experiencia en situación de prostitución no se cansó de señalar que “La prostitución no es un trabajo, crea violencia contra las mujeres y travestis y debe ser abolida”- también está presente en las salteñas que comentaron: “Recuerdo a Lohana en el encuentro Nacional de Mujeres en Paraná gritando y reclamando porque a algunas mujeres no las dejaban entrar a un taller. Siempre hablando y tratando de ayudar a las compañeras”, señala Gabriela.

Mary recordó: “Con Lohana nos conocimos en el último día del carnaval de 1984 donde habían nacido los Çaballeros de la noche, conjunto artístico trans de Salta. Era una joven que recién terminaba su secundario y el mundo trans la sedujo y con mucha alegría se sumó a Pocha Escobar (mamá Pocha) quien fue un icono en Salta. Luego nos encontramos en distintos lugares militando por los derechos de las personas trans”.

Dicen de Salta

Concentradas ya en la situación de Salta, Mary comenta que para ella las mujeres trans, deberían ser parte del Observatorio de Violencia contra las mujeres de Salta: “Por la violencia sistemática social y cultural que sufrimos”, opina. Por su parte para Gabriela en cambio “debería haber una secretaria de la diversidad que trabaje con políticas de inclusión y casos de violencia hacia las personas LGBTI”.

Después que la represión a mujeres trans salteñas que ejercen la prostitución en la vía pública fuera noticia nacional, y se evidenciara un repudio generalizado, las dos militantes salteñas fueron consultadas sobre cómo se encuentra actualmente esta situación: “Fue noticia y conseguimos apoyo. Por el momento no molestan ni las agreden. Pero se teme que luego del cambio de jefe de policía se vuelva a la década de los 80′ donde se detenía por 15, 20 y 30 días de arresto y se estipula el nuevo código contravencional de $ 3.000 a la demanda y oferta”, comentó Mary.

En consonancia Gabriela mencionó: “La situación de las chicas trans es bastante complicada porque no hay efectivas políticas de inclusión. Por un tiempo se calman  las detenciones y luego se empieza a perseguir a las compañeras en situación de prostitución”.

Al ser consultadas sobre la situación del acceso a la salud y a la educación del colectivo en Salta, Gabriela desde su experiencia comentó: “La situación todavía es compleja no hay un protocolo de salud para las lesbianas que acuden al ginecólogo/a. A las chicas trans les dan vuelta cuando van por el tema de operaciones. Falta mucha información al respecto. En el tema de la educación las chicas trans son expulsadas del sistema educativo. Son pocas las que terminan la primaria y muchas menos la secundaria. Se debe impartir una educación desde la perspectiva de la diversidad sexual, implementar desde la primaria educación sexual e integral. Formar a los docentes para trabajar con los alumnos la discriminación en todos los ámbitos”.

Mary por su parte reivindicó la implementación desde septiembre del año pasado a través de la Municipalidad, en conjunto con los Ministerios de Educación, nacional y provincial, del Plan fines LGBT: “La educación va avanzando. Desde el año pasado existe Plan fines LGBT donde se da contención al colectivo trans y LGBT quienes debido a la exclusión que existía dejaron los estudios. Hoy contiene y te enseña a mantener una conducta de horario y constancia, que era una de las cosas que nos mantenía en la inercia sin ganas de aprender. En este tiempo egresaron casi cincuenta chicos y chicas que habían abandonado sus estudios por diferentes situaciones, algunas por discriminación o bullying. La pedagogía va cambiando y siendo más inclusiva, sin embargo existen todavía casos de violencia”.

En relación al acceso a la salud Mary mencionó: “Es precario pero va encaminado ya que ingresó la Dra. Salvó en un nuevo programa de Salud sexual, que esperamos que crezca”.

Por último, ambas militantes coincidieron en la importancia de la implementación de una Secretaria de Diversidad sexual que trabaje en políticas de inclusión y en casos de violencia. Mary explicó que la que había en la Municipalidad “dejó de existir con esta nueva gestión”: “Pedimos audiencia por esta área la cual no conseguimos. Y creemos que la Municipalidad tiene herramientas necesarias para poder ayudar a nuestras compañeras y compañeros en situación de calle. Luego pedimos se logre crear en DDHH donde funciona la dirección de género y se apruebe el cupo laboral para personas trans, hoy esperamos reunirnos con los senadores provinciales para dar nuestros fundamentos y el porqué de la necesidad de este cupo. También pedimos audiencia con DDHH del Concejo Deliberante para tratar estos temas en una ordenanza de inclusión laboral para persona trans. Sólo nos respondió el presidente del Concejo, y nos dijo que no hay consenso”.