La marcha de la Comisión de Familiares de hoy será en memoria de Noelia Rodríguez desaparecida el 4 de mayo de 2014 en Guachipas. Dos policías fueron condenados por torturar y someter a apremios ilegales a José Sulca, a quien habían señalado como responsable de su desaparición.

En marzo de 2015 la jueza de Garantías 6, Sandra Espeche, dispuso elevar a juicio la causa por homicidio calificado, aunque nunca haya aparecido el cuerpo de la joven.

A dos años de la desaparición de Noelia (22), la Comisión de Familiares Contra la Impunidad junto a familiares y amigos de la joven realizarán la marcha 272 para pedir justicia.

Noelia-Guachipas

Ese domingo 4 de mayo después de volver del Festival de la Chicha y Aloja en Guachipas, a más de 100 km de la capital salteña, Noelia salió nuevamente de la casa de sus padres en el barrio Islas Malvinas. Los familiares supieron que iba a encontrarse con Aldo Vargas, de 33 años, conocido como el ‘Gringo’, amaestrador de animales y principal sospechoso de su desaparición, quien está casado con Karina Celia Cardozo, alias ‘Tutú’, de unos 36 años”, comenzaba una nota que publicamos a un mes de la desaparición de la joven.

A principios del año pasado, dos policías fueron condenados a ocho años de prisión por torturar y someter a apremios ilegales a José Cayetano Sulca, a quien habían señalado como responsable de la desaparición de Noelia. Sulca denunció los abusos que había sufrido, contó que el 21 de mayo, ocho policías lo llevaron desde Santa Bárbara a la Subcomisaría de Guachipas para interrogarlo. Según fuentes judiciales, en su denuncia relató que aquella noche cuatro efectivos lo golpearon en la boca del estómago, en las rodillas y le tiraban los pelos para lograr que confiese haber matado a Noelia.

Al día siguiente declaró ante la fiscalía y no denunció las torturas por miedo. Nuevamente en la Subcomisaría, volvieron a presionarlo para que revele dónde estaba el cuerpo de la mujer desaparecida, pero Sulca insistió en que no sabía nada del caso. La víctima dijo que un policía le gatilló en la boca y lo amenazó con que la próxima vez lo haría con el arma cargada.