La semana pasada nació en Salta el primer bebé estudiado genéticamente antes de ser colocado en el útero de su madre. Se trata de un embrión que atravesó por el procedimiento PGS (Prenatal Genetic Screening) y que dio origen a una niña en perfecto estado de salud. Fue realizado por el Centro de Reproducción Humana Asistida (SARESA).

Según explicó a IN Salta el director del centro, Dr. Juan José Aguilera, se trata de un estudio en el que se extrae una célula del embrión para su análisis genético y diez días después, con los resultados ya definidos, se implanta en el útero de la madre.

Antes, los estudios se realizaban en un laboratorio de Miami, pero recientemente se logró traer esa tecnología a Buenos Aires acortando los tiempos de espera.

“Es un logro revolucionario. Es la primera vez que nace un bebé estudiado de esta manera y es el único centro que tiene la capacidad humana y técnica para llevarlo adelante”, informó Aguilera.

El procedimiento PGS permite identificar anomalías genéticas que son las responsables de la mayoría de los abortos espontáneos (80%), para así transferir los embriones libres de alteraciones al útero materno, donde se desarrollará normalmente hasta su nacimiento.

SARESA trabaja en asociación con Igenomix, laboratorio de estudios genéticos a nivel Global con sede en Europa, América del Norte, Asia y América Latina.

Oportunidades

Desde de que se aprobó la Ley de Fertilización Asistida en 2013 se duplicaron los tratamientos realizados en el ámbito privado, así como las primeras consultas, propiciando que los afectados por problemas reproductivos lleguen antes a un diagnóstico, lo que aumenta sus posibilidades de éxito en los tratamientos.

Según indicó el Dr. Aguilera, por mes se reciben 55 consultas en el centro que él dirige; la mayoría inicia su tratamiento, ahora posibilitado por esta legislación que obliga a las obras sociales a la cobertura de tres tratamientos de fertilización.