Trabajadores motociclistas de mensajería y delivery, volvieron a las calles para denunciar la falta de regulación en su trabajo. La problemática llega a gran cantidad de jóvenes salteños que terminan escondiéndose por no poder acceder a las licencias. (Andrea Sz)

El meteórico crecimiento del uso de motos acompañado por la falta de planificación urbana y la poca salida laboral para los jóvenes son parte del problema. Por eso los trabajadores motociclistas de mensajerías y delivery volvieron esta semana a las calles.

Hace años que vienen en plan de lucha para que su actividad pueda tener la regulación que hasta el momento no posee. No solo por la falta de cobertura social y el control laboral, sino también por la imposibilidad que se les presenta a la hora de sacar las licencias a los jóvenes menores de 21 años.

Es por eso que el secretario general de la Asociación Sindical de Motociclistas, Mensajeros y Servicios de Salta (Asimm), Carlos Cruz, informó a este medio que de no encontrar respuestas, luego de las frustradas reuniones que mantuvieron con funcionarios del área de tránsito municipal, podrían realizar cortes de calles la próxima semana: “Vamos a salir a las calles para que la población conozca nuestras problemáticas”, mencionó.

Cruz expresó que a los menores de 21 años no se les permite tramitar el carnet de conducir, por lo que en la mayoría de los casos trabajan de manera ilegal. Por otro lado, consideran confiscatorios los secuestros de motos ya que creen que las multas que rondan entre los $2.300, según comentó, no tienen relación con el precio de los motorizados. Cruz también se refirió al accionar de los agentes de tránsito “Como ellos se manejen queda en cada uno, pero hemos recibido muchas quejas por su accionar”, dijo en relación a los constantes intentos tanto de los agentes de tránsito como de los policías de Seguridad Vial para quitarles las motocicletas.

Trabajar escondidos

Según el propio secretario de Tránsito Municipal, Carlos Caruso, Salta es la segunda provincia a nivel país con mayor parque automotor de motos. Ese crecimiento en el uso de ese tipo de rodados deviene de varios factores sociales que incluyen el valor de los vehículos, el económico consumo de combustible, el caos vehicular y la facilidad que brinda la moto para desplazarse en horarios picos. El resultado se adivina: la gente prefiere invertir en una moto que seguir pagando varios pasajes de colectivo al día.

Este crecimiento exponencial del uso de motocicletas plantea una urgente readecuación urbana, pero es otro el factor que entra en juego: la falta de salida laboral para los jóvenes. “Los pibes que salen a buscar trabajo lo primero que encuentran es el de mensajero en moto. Grandes anuncios dicen ‘necesito mensajero preferible en moto’, el pibe junta la plata para comprar una moto de 110 cilindradas y sale a trabajar pero la mayor sorpresa se la lleva cuando pierde toda la mañana haciendo fila para solicitar la licencia y le dicen que por su edad sólo puede manejar un ciclomotor. De ahí el pibe comienza su peregrinar en las calles a jugarse los controles viales y de tránsito a trabajar como delincuente, para esconderse cada vez que hay un control. Pero es el mismo sistema te hace que trabajes de esa forma no hay otra” manifestó Carlos Cruz.

Cruz recalcó entonces que entre los puntos de sus pedidos se encuentra la licencia para los jóvenes menores de 21 años que no encuentran otra salida laboral más que trabajar de mensajeros o en delivery, para que así puedan buscárselas sin esconderse: “En una reunión de hace varios meses se logró un acuerdo con quien en ese momento era jefe de gabinete el Dr. Roque Mascarello y también con Caruso. El acuerdo era que la Asociación Sindical de Motociclistas Mensajeros y Servicios (ASIMM) presenté la lista de pibes menores de 21 y mayores de 18 con algunas restricciones a las cuales accedimos porque lo principal era la licencia. El secretario de tránsito me pidió los papeles de mi nombramiento como delegado certificado por escribano, por eso viajé a Buenos Aires, se los traje y lo adjuntamos al pedido de ese día. El secretario de tránsito se negó a darnos la licencia a los de la lista además de negarnos todos los pedidos. Por este motivo nos vemos obligados a manifestar nuestro desacuerdo”, dijo el secretario de la Asociación de trabajadores motociclistas.

Cruz mencionó que dentro de la Asociación hay alrededor de 1500 trabajadores afiliados y que cerca de 100 son jóvenes de 18 a 21 años, quienes poseen el inconveniente de no poder trabajar dentro de la ley.

Motos fuera de la ley

La ley Nº 24.449 sancionada en el año 1994 explicita que “Cuando se trate de motocicletas de más de 150 centímetros cúbicos de cilindrada, se debe haber tenido previamente por dos años habilitación para motos de menor potencia, excepto los mayores de 21 años”.  Pero según manifestaron los trabajadores un relevamiento hecho en todo el país da cuenta que ya no se fabrica motos de 50 cilindradas “la ley habla que si vos tenés 18 años hay que sacar una licencia para manejar un ciclomotor de 50 cilindradas yo digo ¿de dónde sacas un ciclomotor de 50 si ya no existen?”, cuestionó Cruz.

Riesgo en dos ruedas

Según un estudio del Observatorio de Seguridad Vial, el 30% de las muertes en siniestros viales corresponden a ocupantes de motos.  Si bien son varios los puntos fuertes que dan cuenta de por qué el uso de motos ha ido creciendo, entre los más importantes se destacan: el precio competitivo, accesibilidad económica, bajos costos de funcionamiento y mantenimiento, tiempos de desplazamiento y menor espacio de estacionamiento y guardado. A esto se suma que muchos ven en la moto la posibilidad de una fuente laboral, sin embargo el riesgo de accidentes es grande: rapidez para entregar los pedidos y gran dificultad para circular en horas picos, son situaciones que también padecen los trabajadores salteños. Desde ASiMM Salta también denunciaron el problema con los seguros, ya que las aseguradoras sólo aseguran cuando la moto es para uso personal, no laboral.

Nuevos jornaleros

En un nuevo mercado laboral impuesto por nuevas necesidades y servicios, también surgen nuevos trabajos. Es el caso de los mensajeros y trabajadores delivery de quienes sólo se espera una cosa: rapidez en la entrega. Son además considerados por sus “contratantes” como trabajadores eventuales y quienes deben amoldarse a los horarios de acuerdo a los fines de cada lugar de trabajo. Esta flexibilidad en los horarios que deben tener estos nuevos jornaleros, explica en parte el porqué se necesita mano de obra cada vez más joven. Carlos Cruz por su parte mencionó que seguirán esperando una respuesta para que cada joven trabajador que realice su labor sobre las dos ruedas sea respetado y pueda trabajar sin tener que esconderse.