El Centro de Estudios Legales y Sociales denunció las prácticas monopólicas del laboratorio que produce y comercializa el misoprostol en el país, el medicamento más sugerido para abortos médicos y farmacológicos en los países donde es legal. (Andrea Sztychmasjter)

De acuerdo a la ley 26.688, sancionada en 2011, el Estado tiene la autoridad de asumir la fabricación nacional de medicamentos considerados esenciales a partir de una escala de prioridades. Pero la inacción estatal ante el abuso de posición dominante de un laboratorio no sólo beneficia al monopolio farmacéutico, sino también a un mercado que lucra con la vida de las mujeres y propicia la venta de imitaciones y pastillas sueltas que pueden conseguirse en el llamado mercado negro.

En los últimos años ha proliferado información disponible acerca del misoprostol, análogo semisintético de la prostaglandina E1. Como medicamento fue comercializado por primera vez en 1985 para el tratamiento de las úlceras en el estómago y tratamientos gástricos hasta la actualidad, que se sigue vendiendo para ese fin. Uno de los efectos secundarios que tiene esta droga es que en las mujeres produce contracciones uterinas, por ende es también empleado como uso obstétrico y ginecológico hasta las 12 semanas de embarazo. “Se utiliza en la mayoría de los países, principalmente en Europa, y también en Uruguay”, señaló la integrante de la organización Economía Femini(s)ta, Laura Belli.

Si bien los efectos de las prostaglandinas se estudian y conocen desde los años 60 y 70, no es hasta los años 80 que se empieza a difundir su uso para la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) dentro y fuera del sistema de salud. En países como Francia, Estados Unidos o China el uso abortivo del misoprostol va de la mano del desarrollo y la aprobación de la mifepristona.

En Argentina, algunos testimonios indican que el misoprostol estuvo disponible a principios de los años 90 antes de ser retirado del mercado, para volver a estar en circulación hacia finales de esa década. Hasta el presente, el laboratorio Beta lo comercializa bajo el nombre de Oxaprostol (luego de haber estado comercializado por un período de tiempo también por el laboratorio Casasco, como Blokium Prostol). Laboratorios Domínguez lo hace para uso exclusivamente hospitalario.

En Santa Fe

El gobierno socialista de esa provincia anunció este año que producirá misoprostol a través de dos laboratorios públicos. El director del área de Salud Sexual de Santa Fe, Oraldo Llanos, consideró que «la droga brinda un aporte inestimado para la salud en general ya que se usa no sólo para la interrupción del embarazo, sino también, para aborto espontáneo, muerte intrauterina y preparación del cuello uterino en distintos procedimientos».

A su vez, indicó que si bien los costos de producción aún no están definidos, serán inmensamente más bajos que el valor comercial actual que ronda los tres mil pesos.
«Esto implicará un ahorro enorme para el Estado que debe comprar el insumo al único laboratorio que comercializa la droga y podrá destinar esos recursos a otras políticas importantes para potenciar otros procesos», señaló.

En Salta

Irene Cari, del Foro de Mujeres, relató a Cuarto Poder que como organización vienen acompañando hace 8 años a personas gestantes que acuden a ellas para solicitarles ayuda en situaciones de abortos: “Hasta que conocimos a las Socorristas con las que pudimos articular la difusión de información y acompañamiento”, señaló y agregó que el misoprostol muchas veces es conseguido en Bolivia y distribuido a diferentes provincias.

En consonancia, una de las referentes de Socorro Rosa Salta, señaló que las mujeres entretejen redes de contención y acompañamiento, objetivos de las socorristas presentes en provincias de todo el país. Describió que es sabido que las mujeres que deciden interrumpir embarazos en muchos casos acuden a la frontera con Bolivia a conseguir el medicamento, también existe un intercambio de pastillas entre las mismas mujeres. Inclusive tuvieron conocimiento que algunas farmacias venderían una especie de “packs” de medicación con inyectables y que médicos cobrarían por vender pastillas y realizar legrados. Efectivamente, el precio en farmacias ronda los tres mil pesos la caja de 16 pastillas y por unidad de 300 a 600 pesos.

El misoprostol es el medicamento más sugerido para un “aborto farmacológico”, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) define como un método no quirúrgico e incluso contribuye a la reducción de la morbi-mortalidad materna

“Medicamento obstétrico”

En ese sentido, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) solicitó a la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) que modifique una disposición sobre las condiciones de expendio de los medicamentos que contienen misoprostol y que establezca un mecanismo adecuado para asegurar el acceso a ellos. Específicamente le solicitaron que modifique una disposición —que tiene casi 20 años, la 3646/98— sobre las condiciones de expendio de los medicamentos.

El misoprostol es el medicamento más sugerido para un “aborto farmacológico”, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) define como un método no quirúrgico e incluso contribuye a la reducción de la morbi-mortalidad materna. Además, es parte de la lista de medicamentos esenciales de la OMS para garantizar un mínimo bienestar de salud a la población. Puesto que no se necesita anestesia, intervención quirúrgica, ni un área estéril. Es una pastilla que está disponible en más de 100 países del mundo.

En el país está prohibida la venta del misoprostol solo. Pero la droga se comercia combinada con diclofenaco sódico bajo el nombre comercial de Oxaprost 50 y con receta archivada. El precio actual es de $3343 para la caja de 16 pastillas de 200 mcg. “Subió mucho el precio en los últimos años, antes estaba cerca de $700”, explicó la integrante de la organización económica feminista, que pidió habilitar a más laboratorios para que fabriquen el medicamento: “En el mercado cuanto más consumo, más caro va a ser, pero si lo fabricaran otros laboratorios, generarían más competencia y por lo tanto el precio sería menor”.

Furtivo

El creciente mercado negro de misoprostol preocupa a especialistas, en un país donde la interrupción clandestina del embarazo sigue siendo la principal causa de muerte materna. “El Oxaprost representa un negocio de $ 312 millones al año, sin mencionar el mercado negro de internet”, denunció Marcelo Peretta, secretario general del Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos (SAFyB).

Un estudio de este sindicato indicó en se venden en el país 300 mil cajas de misoprostol —más del 90% distribuida en el mercado ilegal— por año y que genera ingresos al único laboratorio habilitado para comercializarlo por más de 1.000 millones de pesos. En el recientemente aprobado proyecto sobre la IVE, que tratará el Senado en agosto, en su artículo 16 referido a la cobertura, se estipula que el sector público de la salud, las obras sociales enmarcadas en las leyes 23.660 y 23.661, y todos aquellos agentes y organizaciones que brinden servicios médico-asistenciales a sus afiliadas o beneficiarios independientemente de la figura jurídica que posean, deben incorporar la cobertura integral de la interrupción voluntaria del embarazo prevista en el proyecto en todas las formas que la OMS recomienda. Estas prestaciones quedarían incluidas en el Programa Médico Obligatorio (PMO), así como también las prestaciones de diagnóstico, medicamentos y terapias de apoyo.


* En Rio Negro las concejales Evelyn Rousiot, Mariana Arregui, Genoveva Molinari y Paola Casadei solicitaron al laboratorio público provincial que inicie el proceso de estudio para la producción de la droga Misoprostol, recomendada por la OMS para la práctica del aborto seguro dentro de los límites legales actuales y en vista de la posible legalización del aborto en el país. Fue la  provincia del país en la que todos sus diputados (peronistas y Cambiemos) se manifestaron a favor de la despenalización del aborto.