Cristina Kirchner le avisó a su entorno su deseo de presentarse el miércoles próximo en Tribunales, pese al riesgo de que el juez decida dejarla detenida bajo la figura de asociación ilícita en la causa de dólar futuro.

La ex presidenta Cristina Kirchner no quiere ninguna postergación ni dilación en la indagatoria a la que fue citada para el próximo miércoles 13 de abril por el juez Claudio Bonadio. El magistrado dibujó una asombrosa asociación ilícita que, según él, defraudó al Estado con la operatoria conocida como dólar futuro. La ex presidenta avisó que quiere declarar sí o sí y no lo va a hacer mediante un escrito sino personalmente, argumentando y enfrentando la imputación de Bonadio. En Comodoro Py es un secreto a voces que el juez ya tiene preparado el escrito en el que procesaría a CFK y le dictaría la prisión preventiva, es decir que supuestamente tiene decidida su detención. La Sala II de la Cámara Federal citó para el lunes a las 10.45 a los abogados de otro imputado, Pedro Biscay, quien recusó a Bonadio por arbitrariedades en el expediente. La citación tan rápida de la audiencia de recusación indica que la Cámara resolverá el martes mismo, removiendo a Bonadio o confirmándolo. Desde Santa Cruz, Cristina Kirchner hizo saber que preferiría que el trámite de recusación se postergue porque ella quiere sentarse frente a Bonadio el miércoles, tal como está previsto. Desde hace algunos días la militancia kirchnerista se viene convocando a través de las redes sociales para acompañarla a declarar, por lo que se espera una multitud en las afueras de Comodoro Py.

Desde Santa Cruz la ex presidenta hizo saber a sus colaboradores que no quiere ninguna postergación. CFK todavía no designó abogado, aunque la lógica indica que se inclinará por Carlos Alberto Beraldi, un penalista de renombre, profesor de Derecho Penal de la UBA, que durante muchos años fue socio de León Arslanian. Beraldi es el abogado en el expediente en que se investigan los alquileres de habitaciones en Hotesur, uno de los hoteles de la familia Kirchner.

En un principio existía la idea de que también el ex juez de la Corte Suprema Raúl Zaffaroni acompañe a Beraldi en la defensa de la ex presidenta, pero surgieron cuestiones administrativas con su matrícula, por lo que no será de la partida. Más allá de la designación formal de la defensa, lo que cuentan quienes siguen el expediente es que Cristina siguió minuciosamente la causa, estudió en forma cuidadosa todos los detalles y quiere afrontar en forma personal la acusación de Bonadio.

El magistrado imputó a 13 personas por la operatoria de dólar futuro, pero armó la figura de “asociación ilícita” para amenazar con la detención a los supuestos jefes y organizadores. En la acusación señaló como jefes de la asociación ilícita a la ex presidenta y al ex ministro de Economía Axel Kicillof. Respecto de este último, Bonadio no puede emitir una orden de detención porque es diputado y tiene fueros.

Para hoy está citado a declarar Alejandro Vanoli, ex titular del Banco Central, la entidad desde la que se hizo la operatoria de dólar futuro. En el primer escrito, Bonadio no le otorgó ninguna ubicación especial a Vanoli, pero se dice que cuando hoy le lean la acusación lo pondrían como organizador de la asociación ilícita. Eso lo colocaría también a él ante la amenaza de la detención, cuando el juez defina la situación de todos los involucrados, alrededor del 23 de abril.

El rumor extendido en Comodoro Py es que Bonadio utilizaría para el dólar futuro el esquema que ya utilizó en la causa por la tragedia de Once y que lo llevó a detener a los hermanos Cirigliano, dueños del Grupo Plaza. Usó la figura de la asociación ilícita y dictó el procesamiento con prisión preventiva de los jefes y organizadores. En el caso del dólar futuro, en los tribunales de Retiro afirman que Bonadio quiere la detención de la ex presidenta y, tal vez, de Vanoli.

Para todos los imputados en la causa la acusación es un “dibujo judicial”. La operatoria del dólar a futuro, que el Banco Central realiza desde hace años, consiste en que un inversor fija el precio de un dólar en una fecha determinada. Si ese día la cotización es mayor a la fijada, el Central le paga, en pesos, la diferencia. Si, en cambio, la cotización es menor a la fijada en la compra, el Central se queda, también en pesos, con la diferencia. El objetivo de la operatoria es de política económica: reducir la expectativas de una devaluación. Si el Central dice, por ejemplo, que el dólar va a estar en 16 pesos a fin de año, desalienta las corridas hacia el dólar. Por eso las defensas afirman que no existe delito: se trata de decisiones de política económica, así como Mauricio Macri tomó después la decisión de política económica devaluar o de reducir las retenciones a los sectores de mayores recursos en el campo.

Pero lo que significó un dibujo aún mayor es que Bonadio haya recurrido a la figura de la asociación ilícita para preparar las detenciones. Se trata de una figura originalmente creada para combatir a los sindicatos: se penalizaba la pertenencia al gremio. Las sanciones se agravaron por pertenecer a las organizaciones de izquierda: la figura de la asociación ilícita prevé un mínimo de cinco años de prisión para los jefes y organizadores. En este caso, se la sindica a CFK y a Kicillof como jefes cuando en realidad no integraban una asociación ilícita sino que ella era la titular del Poder Ejecutivo y Kicillof su ministro.

En toda la imputación del expediente dólar futuro no se acusa a ninguno de los 13 indagados de haber incurrido en hechos de corrupción. El propio juez habla de lo perjudicial para el erario público de “la política” de dólar futuro. Así admite que se trata de un tema de política económica.

Los abogados de uno de los directores del Central, Pedro Biscay, recusaron a Bonadio la semana pasada. Graciana Peñafort y Alejandro Rúa señalaron que el magistrado estuvo un mes impidiéndoles el acceso al expediente y no les permitió sacar fotocopias. Peñafort y Rúa señalan una conducta permanente del juez de beneficiar a la acusación y perjudicar a las defensas.

El domingo pasado, Biscay se accidentó y sufrió una doble fractura de clavícula. Como estaba citado el lunes, sus abogados presentaron un certificado del hospital pero, además, quisieron entregar un escrito con los descargos del funcionario sobre el caso del dólar futuro. Bonadio no permitió la entrega del escrito –es inaudito que un juez no reciba una declaración voluntaria de un imputado–, lo que llevó a los letrados a presentarse en queja ante la Cámara Federal, donde sí les recibieron el escrito. Finalmente Biscay declaró y será operado mañana.

La Sala II de la Cámara, integrada por Horacio Cattani, Martín Irurzun y Eduardo Farah, escuchará los planteos de los defensores de Biscay y todo indica que resolverá el pedido de recusación el martes, el día anterior a la presentación de CFK.

Fuente: Página 12