En los primeros seis meses de 2018 el promedio superó un 17% al mismo periodo del año pasado. El dato surge de un relevamiento del Centro de Economía Política Argentina (CEPA).

“Sin rebote en el empleo. Análisis de los despidos en 2018” se titula el informe del CEPA en el que se da cuenta que los más afectados son los empleados estatales, con un 46 por ciento del total, seguidos por los del sector industrial, con el 38 por ciento.

Desde noviembre de 2016 hasta fines de junio último, se contabilizaron en total 76.359 despidos.

2018 ha sido el peor año, pues hasta fines de junio el CEPA contabilizó 26.206 despidos y suspensiones (a un promedio de 4368 por mes), que implican 3837 más que los del primer semestre de 2017.

Otro de los datos relevados es que el 46% de los despedidos (12.191) son o eran empleados estatales: 7.635 bajo la órbita del Poder Ejecutivo y 4.556 pertenecientes a empresas de capital estatal. El grueso de los despidos se produjo en los primeros dos meses del año.

En empresas privadas, las industrias registraron 9.872 trabajadores que quedaron sin fuentes laborales (38% del total, incluidos 2.466 suspendidos); mientras que en el sector de servicios fueron 3.593 afectados.

El estudio permite observar una continuidad en el proceso de expulsión de obreros de la industria, con un promedio de 1.645 expulsados por mes. La suma total de despidos en la industria desde noviembre de 2015 asciende a 76.359 trabajadores, calcula el CEPA, cifra que se corresponde con los 74.320 que computó el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) hasta abril último.

Meta despido nomas

Dentro de la industria, el sector textil fue el más comprometido, con suspensiones en Alpargatas y Dass, despidos en Alpargatas, Karavell y Coteminas; seguido por alimentos y bebidas, como el caso del ingenio San Isidro, de Salta, así como los de El Tabacal; Alijor/La Salteña; Citrus Alem, La Campagnola y Villa del Sur; y el sector metalúrgico, que tuvo despidos en Emepa, Epson, Stockl e Indequil. Luego aparecen el de autopartes: Itec de San Juan y Metalpar; también en los frigoríficos Beltrom, Pehuajó y BRF.

En el sector público, la mayor cantidad despidos se registró en entes descentralizados como el Conicet, Vialidad, el INTI, Coros y Orquestas, y el Senasa, y en municipalidades como las de Tucumán, Morón, Quilmes, Tres de Febrero o La Plata. Dentro del Poder Ejecutivo, el grueso de los expulsados pertenecía a los ministerios de Agroindustria, de Desarrollo Social y de Economía. También se registran despidos en el gobierno bonaerense y en empresas de capital estatal como Yacimientos Carboníferos Río Turbio, Ferrobaires (más de 800 si se suman las sedes de Buenos Aires, Tandil, Bahía Blanca, Mar del Plata, Bragado y 25 de Mayo), Nucleoeléctrica Argentina, YPF, Fadea y FM.

Fuente: Página12