A un año de la desaparición de Santiago Maldonado, la Editorial Marea lanzó el libro Pasen Música: una investigación que expone la manipulación informativa detrás del caso. Cuarto Poder conversó con el periodista Diego Rojas, uno de los autores de la publicación. (Mariano Arancibia)

La aparición del cuerpo de Santiago Maldonado el 17 de octubre del año pasado dejó abiertos varios interrogantes respecto a lo ocurrido el 1 de agosto en tierras mapuches y sobre las circunstancias de la muerte del joven. Diego Rojas y Mariana Romano, en el libro Pasen Música, (frase que declaró su hermano Sergio Maldonado, cuando pidió a los periodistas que “si no tenían qué poner que pasen música”) analizan  la información difundida por medios gráficos, radiales y audiovisuales, páginas web y redes sociales, y cómo estos sirvieron para instalar diferentes hipótesis, noticias falsas, cuestiones secundarias e irrelevantes.

¿Cuál es la idea del libro?

La idea es hacer un racconto de lo que sucedió entre el 1 de agosto y el 17 de octubre de 2017 que es el día cuando se encontró el cuerpo de Santiago a la vera del río Chubut. En particular analizamos como fue el tratamiento de los medios, el cual estuvo plagado de operaciones de Estado, de operaciones de los medios hegemónicos, mentiras de los funcionarios, jueces, policías y gendarmes, y periodistas.

¿Cuál fue el rol de las redes sociales en las operaciones alrededor del caso?
Diego Rojas

El caso se desarrolló en la era de la posverdad, en donde las redes tienen un rol destacado en acercar la información a la ciudadanía. Desde el 1 de agosto hasta la primera noticia publicada en Clarín, el 9 de agosto, las redes sociales se ocuparon de darle difusión a la desaparición en la comunidad Mapuche.  

¿Cómo desarrollaron la investigación?

La investigación estuvo basada en recopilar el tratamiento de todos los medios y como actuaron las redes. Uno de los momentos más importantes fue cuando desde un sector del periodismo se planteó que Santiago Maldonado se sacrificó por la causa Mapuche  es decir que se habría internado en las montañas para beneficiar a Jones Huala; que se  autoinmoló o que se fue a vivir como una anacoreta al sur argentino.

¿Se puede tener una certeza sobre la circunstancia de la  muerte?

La última operación que se realizó desde los medios es instalar que se ahogó; yo la vez pasada estaba hablando con un taxista y me decía justamente eso, lo cual da cuenta hasta donde caló esa hipótesis absurda; uno no se ahoga de esa manera, ese día no fue Santiago a la pileta y se tropezó y se murió ahogado en esa circunstancia. Tampoco se ahogó por una impericia metiéndose al mar, sino que desapareció en el marco de una represión violenta intentando escaparse. Ese día había 100 efectivos que persiguieron a unos pocos manifestantes. Usaron balas de plomo y balas de goma y una violencia inusitada.

Además hay un fiscal que dice que hay pruebas suficientes, las cuales surgen de un perito, que dan cuenta que Maldonado no pudo estar esos 77 días bajo las heladas aguas del río Chubut. Todavía quedan un montón de dudas por resolverse y por eso no se puede conocer fehacientemente cómo perdió la vida.

¿No resultó burdo lanzar tantas versiones?

El objetivo de Patricia Bullrrich fue desde el primer momento desligar a la Gendarmería y desmentir la represión que había llevado a la desaparición de Santiago, lo cual es inocultable, y esta todo a la vista, por eso en el libro no descubrimos nada ya que sobre la superficie salían a relucir todas las mentiras.

¿A la gente le interesó el caso o fue sólo pasajera la atención?

El caso a la gente lo conmovió mucho. Durante los 4 meses que tuvo en vilo atentamente fue seguido. Como siempre el paso del tiempo puede hacer disminuir esa atención pero si te fijas la manifestación a un año, en reclamo de Justicia y Verdad, fue masiva en todo país.

¿Se puede comparar este caso con otro hecho histórico de manipulación mediática en el país?

Manipulaciones hubo siempre, desde el golpe de Estado de Uriburu en donde se celebró la instalación de una dictadura de corte fascista contra el gobierno de Hipólito Yrigoyen a cuando Timerman operaba contra el gobierno de Ilia, en una incesante intención para desprestigiarlo, tal como cuenta el mismo en su libro, hubo manipulación.  También se puede señalar la vinculación que hubo entre Clarín y la dictadura con la tapada que sacó con absoluta tranquilidad aquel 24 de marzo del 76.

Lo interesante de hoy es que esa manipulación tiene un mayor grado de sofisticación porque se usan redes, las cuales tienen que ver con el uso emocional de los usuarios, en ese sentido se puede señalar lo que pasó en Estados Unidos cuando ganó Donald Trump y la influencia que utilizó Cambridge Analytica, a su vez, utilizó los mismos recursos para lograr el Brexit en Gran Bretaña; ambas son muestras de cómo se da la manipulación no solo a través  de los titulares de los grandes medios sino a través de la conformación de grupo de líderes de opinión pública o ejércitos de trolls y el uso de datos individuales.