El Presidente participa hoy de la cumbre en Asunción; reclamará por los derechos humanos; su par de Venezuela no viajará.

Dejar clara la impronta de un cambio de época desde el minuto uno, con objetivos y valores opuestos a los del kirchnerismo. Será éste el espíritu con el que hoy el presidente Mauricio Macri llegará a esta calurosa ciudad para su primera participación en la Cumbre del Mercosur, en la que se encontrarán ocho jefes de Estado de la región.

Fortalecer el mercado común «como base desde donde se proyecta la inserción en el mundo» y promover «el respeto de las libertades individuales sin presos políticos» son los dos ejes que Macri traerá ante sus pares del Mercosur, según pudo saber LA NACION.

Este segundo ítem, impulsado con firmeza por la canciller Susana Malcorra en las reuniones formales e informales mantenidas ayer con sus pares del resto de las delegaciones, provocó tensiones casi insostenibles con Venezuela. El presidente Nicolás Maduro a última hora confirmó que no estará en el Centro de Convenciones, donde se desarrollará la reunión entre presidentes.

«No va a venir por cuestiones de agenda. Se quedará la canciller Delcy Rodríguez», dijo a LA NACION su colega de Paraguay, Eladio Loizaga, al término de una jornada de «duras discusiones» en torno a la inclusión de los derechos humanos en el documento que hoy suscribirán los presidentes de los países miembros. «Todos han quedado conformes con las conclusiones a las que hemos llegado. El tema está resuelto», dijo Malcorra con una sonrisa, aunque no precisó de qué manera se mencionará «el respeto a los derechos humanos» en el documento.

«Venezuela se incorpora al consejo de Derechos Humanos del Mercosur», agregó Malcorra, dando un indicio sobre el acuerdo alcanzado.

Maduro mantuvo una dura discusión dialéctica con Macri aun antes de que el presidente argentino asumiera la primera magistratura. Mientras el líder de Pro reiteraba que pediría aplicar la cláusula democrática al país caribeño y pedía la liberación de presos políticos como Leopoldo López, Maduro acusaba al Presidente de ser «un burgués de elite, una opción ultraderechista y neoliberal». No sólo ello. También el presidente venezolano advirtió que al jefe del Estado argentino le iba a ir «muy mal» durante su mandato y llamó al kirchnerismo a resistir en las calles.

Guiños

Al margen de la ausencia del sucesor de Hugo Chávez, y en un claro guiño hacia sus colegas de países vecinos, Macri traerá a la reunión a sus principales espadas políticas y económicas.

Junto con Macri llegarán hoy cerca de las 10 el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo. Se sumarán a la canciller Malcorra, que llegó ayer, y al ministro de Hacienda Alfonso Prat-Gay, que junto con el titular del Banco Central, Federico Sturzenegger, arribó en la tarde del sábado a esta ciudad castigada por horas de intensas lluvias que anegaron extensas zonas de la capital paraguaya.

No hay previstas, además de la cumbre propiamente dicha y el almuerzo posterior entre los presidentes, reuniones bilaterales entre Macri y otros jefes de Estado, pero en la delegación argentina se descontaba que habrá «charlas por separado» con algunos de los presidentes que integran el Mercosur.

La expectativa generada por la presencia de Macri es grande. El ministro de Industria y Comercio Exterior brasileño, Armando Monteiro, afirmó ayer que el nuevo gobierno argentino «ya se manifestó en el inicio de su gestión a favor de un comercio más fluido y más libre».

Con un ojo en la cumbre y otro en sus problemas internos (el nuevo ministro de Economía, Nelson Barbosa, asumirá hoy su cargo), la presidenta de Brasil. Dilma Rousseff, volverá a encontrarse con el Presidente, que la visitó en Brasilia días después de ganar las elecciones, el 22 de noviembre último.

Por otra parte, desde la cancillería de Uruguay, que encabeza Rodolfo Nin Novoa, afirmaron a LA NACION que el presidente Tabaré Vázquez tiene «grandes expectativas» en que la llegada de Macri «posibilite un relacionamiento en serio» de las distintas economías que integran el Mercosur.

La reafirmación de la propuesta económica conjunta que pretende elevar el Mercosur a la Unión Europea para alcanzar un acuerdo de libre comercio será parte central de la discusión de los presidentes, aunque sin dudas la expectativa está puesta en la postura del bloque sobre la propuesta argentina para que Venezuela firme el protocolo de Asunción. Este documento sellado en 2005 estableció sanciones y hasta la «prohibición del derecho a participar en los distintos órganos del proceso de integración» a los países del bloque regional que registren «graves y sistemáticas violaciones de los derechos humanos y libertades individuales».

Sobre la base de su denuncia acerca de la situación de los presos políticos en Venezuela, explicitada por Macri durante la campaña electoral, Malcorra comenzó ayer desde temprano a sondear a los distintos países sobre la inclusión del tema en el documento final de la cumbre. El país anfitrión ya anticipó su apoyo a la medida.

«Los derechos humanos están íntimamente ligados con la integración. Esperemos que todos respeten (el protocolo) y que todos lo firmen», afirmó Loizaga, un latiguillo que repitió al caer la tarde.

Las dudas aparecían por el rol que jugará Brasil, y también Uruguay, en esta pulseada. «Hay que respetar la soberanía de cada país», dijo a la prensa el canciller de Brasil, Maurio Vieira. Y ni que hablar de Venezuela, que a través de su canciller Delcy Rodríguez ya dejó en claro ayer que el gobierno de Maduro «cumplió» con los requisitos de una elección democrática en los comicios parlamentarios llevados a cabo el pasado domingo 6, donde triunfó la oposición venezolana por amplio margen.

Los presidentes de Bolivia, Chile y Guyana también participarán de la reunión final, aunque no intervinieron en la confección del documento porque no son miembros plenos del bloque del Mercosur.

Además de los dardos verbales de Rodríguez, y los posibles del presidente boliviano, Evo Morales, que llega también hoy, Macri enfrentará hoy una calle convulsionada en Asunción. Unos 25 sindicatos que reclaman aumentos salariales motorizarán hoy un paro al que adhieren los gremios de transporte en esta capital, y que intentará afectar también la entrada y salida de los mandatarios de la cumbre.

Fuente: La Nación