Leer sigue siendo una de las actividades más fascinantes de la vida. Por eso, aquí presentamos una lista de lanzamientos y reediciones para 2019 de autores que siguen alimentando el placer por la lectura

A continuación, una selección de cuarenta libros que se publicarán este año; cuarenta razones para acercarse a las librerías por el solo placer de leer.

Esta es la lista de los libros del futuro. Cuarenta sugerencias para tomar -o no- en cuenta. Más generosa que las listas de Nick Hornby en Alta fidelidad (las cinco mejores canciones de Elvis Costello, las cinco rupturas amorosas más memorables, las cinco mejores canciones sobre la muerte), aquí un listado -siempre arbitrario- de las novedades editoriales de 2019.

MICHEL HOUELLEBECQ
MICHEL HOUELLEBECQ

El lanzamiento mundial que inaugura el año es Serotonina, de Michel Houellebecq. El escritor que abordó la islamización de la sociedad europea en Sumisión, y marcó un antes y un después en la literatura francesa, vuelve para provocar. No es casual que en una de sus novelas anteriores, Plataforma, eligiera esta cita de Balzac: «Cuanto más infame es su vida, más la valora el hombre; y entonces es una protesta, una venganza de todos los instantes». Serotonina(Anagrama) es una larga queja, una protesta de su protagonista, Florent-Claude Labrouste, y Houellebecq es el cronista de la decadencia de la sociedad occidental. Labrouste despotrica mientras pasea por bares, restaurantes y supermercados de Almería, París y Normandía. Tiene cuarenta y seis años, detesta su nombre y se medica con Captorix, un antidepresivo que libera serotonina y que tiene tres efectos adversos: náuseas, desaparición de la libido e impotencia. Houellebecq construye un narrador que se desmorona por la angustia contemporánea. Lo hace con sus mejores herramientas: el sarcasmo, un humor áspero y una virulencia desgarradora.

El escritor noruego Karl Ove Knausgård opinó sobre Houellebecq: «Lo que me impide leer los libros de Houellebecq y ver las películas de Lars von Trier es una suerte de envidia. No es que les envidie su éxito, pero leer esos libros y ver esas películas sería un recordatorio de lo excelsa que puede ser una obra y lo muy inferior que es mi trabajo».

Cuando Knausgård se encerró en su escritorio y empezó a escribir Mi lucha, lo hizo como un experimento. Tenía cuarenta años. No pensó que a alguien le iba a interesar el relato pormenorizado de cada instante de su vida, que empieza con la muerte de su padre alcohólico y sus hermanos vaciando la casa y las botellas. Se lo pasó a su editor con vergüenza. «Necesito el próximo volumen como una dosis de crack», dijo la escritora inglesa Zadie Smith, después de leer Un hombre enamorado, la segunda parte de este proyecto que la crítica describió como demencial: una monumental novela autobiográfica de seis volúmenes que ahora, editada por Anagrama, llega a su fin. Knausgård se desnuda. Quedan en primer plano su culpa y su vergüenza. Lo vemos entreteniendo a sus hijos, preparándoles la comida, mientras él solo quiere desaparecer para dedicarse a la escritura. El artista que necesita evadirse y, luego, el estresante paseo en cochecito por las calles de Estocolmo. Vida y literatura entrelazadas. Porque es un escritor el que relata cómo fue llevar a sus hijos al hospital psiquiátrico para visitar a la mamá. ¿Por qué no podés dormir?, pregunta de ellos a la madre. Lo que hay en la superficie es suficiente en manos de esta máquina de escribir noruega. Knausgård convierte en fascinantes los detalles que componen una vida. En Mi lucha VI el volumen final que cierra con la frase «ya no soy más un escritor», sigue confiándole sus secretos a la hoja. Esas cosas que nunca diríamos a nadie; son las mismas que todos queremos leer.

HARUKI MURAKAMI
HARUKI MURAKAMI

¿Cuántas historias pueden nacer de un ser humano? Haruki Murakami imagina que el teclado de la computadora es un piano. Y compone novelas como canciones. Tokio Blues. N orwegian Wood fue titulada así por la canción de los Beatles. Para el bestseller japonés nacido en Kioto en 1949, cada novela es un reto. Cada cuento, un placer, dice en el prólogo de Sauce ciego, mujer dormida. En La muerte del comendador. Libro 2, su nueva novela editada por Tusquets, retoma la historia del artista recién separado donde lo dejó: aislado en una casa en la montaña y ansioso por resolver el misterio detrás de un cuadro. Inventor de gatos parlantes y pájaros que dan cuerda al mundo, Murakami vuelve a entrelazar lo cotidiano con lo onírico. En sus sueños que no son sueños, siempre hay un muro que atravesar, una realidad paralela por descubrir. El corredor de fondo y eterno candidato al Nobel no pierde el ritmo. Nunca podría. Escuchó demasiado a Miles Davis y Charlie Parker, y con una colección de más de diez mil discos de jazz, mantiene un trote literario incansable.

Junto a la novela Stoner de John Williams, uno de los grandes rescates literarios de los últimos años fueron los cuentos inéditos de Lucia Berlin. Con su Manual para mujeres de la limpieza, Berlin se convirtió en la revelación literaria de 2016. Tres maridos, cuatro hijos y mudanzas por todo el mundo. Fue enfermera, telefonista y empleada doméstica. Tuvo una vida de película. Era altísima y deslumbraba por su belleza. La rodeaba un aire de actriz de Hollywood y el problema tan característico de muchas de ellas: un alcoholismo desaforado. En sus relatos se arrojan verdades como hielos al vaso de un whisky on the rocks. Algunas incómodas como esa enfermera en «Temps perdu» que dice: «Llevo años trabajando en hospitales, y si algo he aprendido es que cuanto más enfermo está un paciente, menos ruido hace». A Berlin, simplemente, le creemos. No le importa contar cosas terribles si consigue hacerlas divertidas. Como cuando habla de la dificultad de comprar bebidas alcohólicas en Boulder, Colorado, en el cuento «502» del Manual. «Las licorerías son pesadillas mastodónticas del tamaño de unos grandes almacenes. Podrías morir de delirium tremens antes de encontrar el pasillo de Jim Beam». La editorial Penguin Random House (PRH) publica en castellano otros veintiún cuentos, bajo el nombre Una noche en el paraíso. Y el paraíso para Berlin es una ciudad donde en la noche oscura del alma los bares están siempre abiertos. En el cuento «Andado: A Gothic Romance» (en su idioma original), Berlin cuenta la historia de Laura, una chica de 14 años que vive en Chile, y la tensión sexual que rodea su visita por el fin de semana a la casa de un hombre mayor, Don Andrés. En el viaje en tren, él la rodea con sus brazos para tranquilizarla. Berlin escribe: «Esto nunca volverá a pasarle. Cuando crezca ella siempre estará en control, aun cuando sea sumisa. Esta será la primera y última vez que alguien la domina». Al volver del viaje, una profesora le pregunta a Laura por un pasaje de El Quijote (en el que uno de los personajes decía que podía hacer que lloviera cuando él quisiese). «Laura sonrió. Recién acababa de verlo. Voy a llover cuando yo lo sienta». Así concluían muchos de sus cuentos. Berlin murió el mismo día de su nacimiento: un 12 de noviembre. En un final demasiado prolijo que ella hubiera esquivado con su pluma ágil y talentosa.

LUCIA BERLIN
LUCIA BERLIN

Quienes valoran a Berlin junto a la sensible, nunca sentimental, Lorrie Mooretendrán un buen año. La editorial Eterna Cadencia reedita Hospital de ranas, la segunda novela de la autora nacida en Glens Falls, Nueva York, en 1957, y ofrece el ensayo See what can be done. Aquí Moore explora sus orígenes literarios y recuerda cuando, de chica, escuchaba música en la radio y después dibujaba las canciones en el papel. Moore comenzaba a afilar su pluma. En el ensayo, traducido por Cecilia Pavón, no solo habla de escritura. La autora, que probó su genialidad en los cuentos reunidos en Pájaros de América y Autoayuda, se atreve a tópicos bien diversos como para exhibir la elasticidad y amplitud de su mirada. Desde The Wire y Friday Night Lights a Kurt Vonnegut, Norah Ephron, la Navidad y el 11 de Septiembre. «Uno debe lanzar todo lo que uno es dentro del lenguaje, escribe en el ensayo, como un árbol de Navidad arrojado a la pileta». Moore juega con las palabras como los mejores. Su árbol de Navidad se hunde en la pileta y es conmovedor.

Del historiador y sociólogo francés Ivan Jablonka, más conocido por ser el autor de Laëtitia o el fin de los hombres, llega Camping Car (Anagrama). Jablonka, nieto de judíos deportados, supo anticiparse al movimiento #MeToo. Su Laëtitia o el fin de los hombres es, entre muchas otras cosas, una reflexión sobre la masculinidad y fue publicada un año antes del escándalo Weinstein. En Camping Car pone el foco en la infancia y su relato es una vuelta -en casa rodante- a esas vacaciones de verano en familia.

MILENA BUSQUETS
MILENA BUSQUETS

Uno de los grandes regresos después de haber ganado el título de fenómeno editorial es el de Milena Busquets. Hija de la célebre editora Esther Tusquets, la autora barcelonesa que narró justamente la pérdida de su madre en También esto pasará, presenta Hombres elegantes (Anagrama). Si en su segunda novela hablaba de ser hija, ser madre y sobre el duelo entre sábanas porque «lo contrario de la muerte no es la vida, es el sexo», en Hombre elegantes regresa a los temas que siempre le interesaron: la elegancia y el estilo. Hace años Busquets opina sobre ellos en distintos medios españoles; incluso durante un tiempo tuvo un blog de moda que gozó de cierta fama. «Un hombre elegante lee. Un hombre elegante es generoso y lleva ropa vieja. Un hombre elegante no lleva joyas y tiene sentido del humor (.). Albert Camus, Samuel Beckett, Ernest Hemingway y Vladimir Nabokov eran hombres elegantes. Si no saben qué ponerse para resultar elegantes, imítenlos, o mejor todavía: léanlos», escribió en un artículo. Y en otro declaraba que no hay mayor elegancia que la de un hombre humilde. «Un hombre humilde lleva el pelo corto y se lo corta en la peluquería del barrio como hacía mi abuelo. Un hombre humilde no muestra su creatividad u originalidad a través de la barba, las patillas, los tatuajes o, peor, las gafas. La humildad no necesita complementos, como la inteligencia. Y como la inteligencia, no se puede impostar. Un hombre humilde se pone una corbata cuando hace falta, sin protestar demasiado y con una americana encima si es posible».

Durante un tiempo descatalogada, la novela que muestra que es imposible conocer de verdad a otra persona reaparece gracias a Seix Barral. Cuando Siri Hustvedt publicó Todo cuanto amé, en 2003, salió de las sombras. Dejó de ser «la mujer de Paul Auster» para establecerse con voz propia dentro de la narrativa norteamericana. La habilidad de Hustvedt, siempre con su toque voyerista, logra conciliar el mundo del arte junto a una historia más cercana al thriller psicológico.

BERNHARD SCHLINK
BERNHARD SCHLINK

Finalmente, se publica en Argentina Olga (Anagrama), de Bernhard Schlink, la mente detrás de aquel bestseller mundial y clásico de bibliotecas llamado El lector. El jurista alemán, de 74 años, retoma una de sus obsesiones y, como siempre, la despliega de manera sencilla. «Porque la lectura debería ser simple -dijo hace dos años a LA NACION revista. La complejidad debe estar en los personajes». En Olga explora nuevamente la memoria colectiva alemana, y aquí también el pasado oscurece el presente de sus personajes. Muestra cómo fue vivir en Alemania en épocas de guerra y de paz. El título lleva el nombre de Olga, la protagonista, y en cierta forma recuerda a su Hanna Schmitz, inolvidable en la piel de Kate Winslet en la versión fílmica de El lector. Tanto Olga, que pierde su audición, como Hanna, que no sabía leer, se encuentran en desventaja ante la vida y se enamoran de hombres jóvenes.

Muchos querrán saber cuál es La única historia, de Julian Barnes (Anagrama). Y la única historia es de amor, pero está plagada de interrogantes. El escritor inglés de Hablando del asunto ofrece un relato provocativo y abre con la pregunta: «¿Preferirías amar más y sufrir más o amar menos y sufrir menos? Como dijo en una entrevista para una radio inglesa: «En realidad, no es una pregunta verdadera porque no tenemos opción. No podemos elegir a quién o cuánto amar. Si pudiéramos controlarlo, no sería amor. No sé cómo se llamaría, pero no es amor». La única historia es la de un chico de 19 años que conoce a una mujer casada de cuarenta y pico en una cancha de tenis en algún suburbio londinense y se enamora. Pero ¿eso fue amor? Barnes reflexiona sobre la memoria y cómo deformamos los recuerdos con el paso del tiempo. Son los temas que más interesan al autor que ganó el premio Man Booker por El sentido de un final, publicado en 2011. A Barnes, que integra junto a Ian McEwan y Martin Amis la aristocracia contemporánea de las letras británicas, le gusta escribir sobre el escaso control que tenemos sobre nuestras vidas, a pesar de que nos persuadimos de lo contrario. En La única historia, el protagonista reflexiona: «La vida es bella, pero triste o la vida es triste, pero bella.» Otra novedad de Anagrama (sin título confirmado) tiene la firma de Amélie Nothomb, la autora belga que en Estupor y temblores narra con ironía y humor las misiones ingratas a las que se veía sometida una joven dentro de una compañía japonesa donde todos eran sus superiores.

AMÉLIE NOTHOMB
AMÉLIE NOTHOMB

Después del éxito de Los elementales, la novela de terror gótico que esparció el miedo a algo tan común como la arena, es el turno de Agujas doradas. Michael McDowell, maestro en montar atmósferas sofocantes cerradas por cortinajes espesos, vuelve de la mano de la editorial La Bestia Equilátera con una historia de venganza ambientada en la decadente Nueva York de 1881. Publicada por primera vez en 1980, el título Agujas doradas hace referencia a las que se utilizaban para preparar el opio antes de ser fumado. La reina de este vecindario es Black Lena Shanks y su familia lidera una pandilla de mujeres expertas en el arte de la crueldad. McDowell, que a medidados de los 80 escribó guiones para televisión ( Historias asombrosas y Cuentos de la cripta) y para cine (Beetlejuice, El extraño mundo de Jack, de Tim Burton), satura los ambientes de texturas y olores para enmarcar la miseria, el crimen, la corrupción y, sobre todo, la historia de dos familias enfrentadas. La Bestia Equilátera también publicará Hocus Pocus, de Kurt Vonnegut. El autor de Matadero cinco y Madre noche narra la historia a través de Eugene Debs Hartke, un veterano de Vietnam y profesor que comparte la mirada pesimista del escritor. «No veo nada malo en decir a los jóvenes que se preparen para el fracaso más que para el éxito, y que el fracaso es la principal cosa que les va a pasar», se defiende el protagonista cuando lo acusan de ser poco patriótico, y termina enseñando en la cárcel.

Según Lee Child, «solo se trata de plantear una pregunta y de no responderla hasta el final». El escritor de thrillers con más de sesenta millones de ejemplares vendidos en todo el mundo vuelve con Past Tense, su última novela publicada por Blatt & Ríos junto con Eterna Cadencia. Child no para de cosechar fanáticos; algunos famosos como Stephen King o Bill Clinton, que presentó esta novela en la librería Barnes & Noble en Nueva York. Past Tense será traducida al castellano por Aldo Giacometti, y promete la misma dosis de adrenalina calculada por el mago del suspenso en sus 22 anteriores. En su habitual vagabundeo por los pueblos y ciudades del interior de los Estados Unidos, Jack Reacher decide ir a conocer Laconia (New Hampshire), la ciudad natal de su padre. Movido por la curiosidad sobre su origen, Reacher inicia una búsqueda de datos familiares. Al poco tiempo se encuentra, por supuesto, con mucha gente en problemas. Past Tense es un thriller intenso en el que Child despliega, como siempre, su destreza narrativa, con grandes escenas de acción e inteligentes giros argumentales. Al mismo tiempo es una pequeña indagación en las fuentes de la personalidad de su protagonista: un expolicía militar que viaja por el mundo sin equipaje, solo un cepillo de dientes, como un llanero solitario o un Sherlock Homeless (sin hogar). En anteriores novelas ya había indagado sobre la historia familiar de su madre; ahora es el turno del padre.

Del escritor cubano Leonardo Padura llega una clase magistral: Agua por todas partes. Vivir y escribir en Cuba (Planeta). Padura abre la misma caja de herramientas que utilizó para escribir El hombre que amaba los perros, donde uno de los hilos conductores es León Trotsky y el derrotero hasta su muerte a manos de Ramón Mercader, soldado republicano contratado como sicario. Padura atraviesa la Revolución Rusa, la Guerra Civil Española, la Cuba de antes y después de la Revolución, y alterna continentes y protagonistas con comodidad y pericia narrativa. De una playa cercana a la Habana al invierno en la tundra soviética. Agua por todas partes. Vivir y escribir en Cuba permite al lector curiosear por los territorios literarios de sus influencias, intereses y motivaciones a la hora de sentarse a escribir.

Por primera vez se traduce al castellano Estados del deseo, de Edmund White, el prestigioso biógrafo de Proust. Blatt & Ríos publica esta crónica de viajes por Estados Unidos a fines de la década del setenta y comienzos del ochenta. White se inmiscuye en las particularidades de la cultura gay en una búsqueda que se ramifica a lo largo y ancho del país. Ambientado justo antes de que la irrupción de la epidemia del sida cambiara el panorama de las libertades sexuales para siempre, el libro sorprende por la vigencia de los debates que allí aparecen.

OLIVER SACKS
OLIVER SACKS

Dos semanas antes de morir, Oliver Sacks dejó preparada esta colección de ensayos que gira en torno a una pregunta: ¿qué es lo que nos configura como seres humanos? «Está prodigiosamente vivo en cada página; un Oliver Sacks curioso, ávido de conocimiento y electrizante en su modo de contar. Este libro nos trae la felicidad de poder volver a leerlo y el pesar de saber que va a ser por última vez», confesó Nicole Krauss en The New York Times Book Review sobre El río de la conciencia (Anagrama). Al neurólogo erudito, autor de El hombre que confundió a su esposa con un sombrero y Despertares (también conocida por la película protagonizada por Robert De Niro y Robin Williams) todos los tópicos, las ideas y las preguntas de todas las ciencias lo entusiasmaban. Sacks condensaba saberes como un hombre del Renacimiento. La curiosidad lo llevaba a abordar temas complejos con pasión de narrador. En El río de la conciencia observa el interés de Darwin por las plantas, a Freud como neurólogo, la creatividad y nuestro modo de contar historias, entre muchos otros temas.

Otro adiós plasmado en la hoja es La llama (Editorial Salamandra). A más dos años de la muerte de Leonard Cohen en 2016, La llama reúne más de sesenta poesías inéditas en Argentina, las letras de sus tres últimos discos ( Old Ideas, Popular Problems y You Want it Darker) y los dibujos del artista. En la obra del músico y poeta canadiense hay infidelidades, rezos, ángeles y demonios, y a veces se abre un lugar para la esperanza como en Anthem: «Olvidate de tu ofrenda perfecta. Hay una grieta en todo. Así es como entra la luz». Silencioso y final, Cohen seguía escribiendo en los últimos meses de su vida. «Este libro contiene los últimos esfuerzos de mi padre como poeta -escribe su hijo Adam Cohen en el prólogo-. Ojalá lo hubiese visto terminado, y no porque en sus manos hubiera sido un libro mejor (..), sino porque su cometido era lo que lo mantenía vivo al final de sus días». La despedida en su cuaderno en forma de poemas y dibujos. Un autorretrato con ojos tristes, en blanco y negro, y un poema sobre la impotencia ante lo inevitable: «Quieres devolver el golpe y no puedes».

Quieres devolver el golpe y no puedes

Quieres ayudar pero no puedes

Y la pistola no dispara

Y la dinamita no explota

Y el viento sopla en otra dirección

Y nadie te oye

Y la muerte está en todas partes

Y vas a morir de todos modos.

El poeta que tocó millones de cuerpos con su mente se despide. Se levanta de la mesa, dejando una luz encendida para los hermosos perdedores.

Del maestro del cuento corto Raymond Carver llega T odos nosotros (Anagrama). La poesía reunida de quien solía dejar el relato prendido por alfileres. Su viuda, Tess Gallagher, aclara: «Carver no escribe poesía de manera circunstancial entre relato y relato, más bien al revés: la poesía es para él un cauce espiritual del que se desvía para escribir sus relatos». Uno de ellos es «Por la mañana, pensando en el imperio».

Apretamos los labios contra el borde esmaltado de las tazas

e intuimos que esta grasa que flota

en el café logrará que el corazón se nos pare cualquier día.

(.)

Rompo indiferente el espléndido huevo de una gallina de raza Leghorn.

Tus ojos se nublan. Luego te vuelves para mirar el mar

tras la hilera de tejados. Ni las moscas se mueven.

Rompo el otro huevo.

Seguramente nos hemos empequeñecido juntos.

La palabra seguramente es la pequeña piedra que anuncia la avalancha, advierte Tess Gallagher en la introducción a los poemas. Y dice que este le llega siempre al corazón.

Dentro del invencible arte de la poesía, Walter Lezcano, docente, periodista y poeta, escribe de la forma más honesta posible su nuevo libro, Fuga de capitales, editado por Santos Locos, que saldrá en la próxima edición de la Feria del Libro de Buenos Aires. ¿Cómo narrar el desplazamiento territorial y el abandono de un tipo de vida? Fuga de capitales intenta responder esas preguntas. «Es un texto de poesía que tiene al final los fragmentos de un diario que funcionan como un backstage de lo que significó su escritura. Pudo haber sido una novela pero encontró su verdad y su horizonte de trascendencia íntima y privada bajo la violencia luminosa de la poesía», anticipa Lezcano.

(.)

¿Cuántas sensaciones

se banca tu pecho?

Ni los glaciares

ni las inundaciones

hacen tanto ruido

como esa mancha de humedad

que acaba de aparecer

en el baño.

Un día más

en el planeta tierra

buscando sentido

en canillas que gotean.

Se cumplen 25 años de la muerte de Juan Carlos Onetti y Eterna Cadencia planea un doble homenaje: reedita el clásico Dejemos hablar al viento y publica Teoría de la prosa, las clases de Ricardo Piglia sobre Onetti. En el departamento de Piglia había una caja. Entre papeles, casetes y videos VHS, estaban las grabaciones de audio de las nueve clases de un seminario sobre las nouvelles de Onetti que dictó Piglia en la Universidad de Buenos Aires en 1995. Así como analizó la obra de Rodolfo Walsh, Manuel Puig y Juan José Saer, Piglia volcó su mirada de escritor-lector apasionado sobre el autor de Juntacadáveres y La vida breve. Onetti, el existencial y más oscuro de los escritores latinoamericanos; el que seguía un ritmo distinto y acumulaba adjetivos y metáforas. Con su Santa María, esa ciudad ficticia pero tan real como cualquiera de las ciudades provinciales con su barrio de inmigrantes y su cercanía al puerto. Alguna vez Piglia, responsable del guion en la adaptación al cine de la novela El astillero, dijo sobre Onetti: «Trabaja con un texto que pone al lector frente a un hecho que es la literatura misma. No hay nada que decidir, no se sabe bien qué es lo que pasa. Este tipo de escritores pone a los lectores en aprietos».

La editorial Mansalva publica El diario del dinero, de Rosario Bléfari, actriz, música y poeta que en los 90 lideró la banda indie Suárez, y rescata Esven y otros textos perdidos, de Arturo Jacinto Álvarez, un personaje central de la bohemia elegante de la Buenos Aires del 40, 50 y 60. La edición de Esven y otros textos perdidos está en las manos expertas de Ernesto Montequin, que dice disfrutar el momento de zambullirse en los archivos de Álvarez. Sobre los cinco o seis textos perdidos y encontrados, en los que aún se encuentra trabajando, Montequin anticipa: «De alguna manera, él fue un precursor de la tendencia hacia una sensibilidad y una narrativa naíf que se regodea en la cotidianidad. Son textos diáfanos con una vibración lírica. Son todos en primera persona o muy personales, a veces con los nombres cambiados».

Siguiendo el tono confesional de Martin Sivak en El salto de papá, llega a fines de febrero La caja Topper (Seix Barral), del economista Nicolás Gadano. De la vieja caja de zapatillas del título, que le entregaron cuando murió su mamá, van saliendo recuerdos en forma de cartas, casetes, fotografías y postales. A medida que Gadano exhuma el contenido, va reconstruyendo su pasado. Sabe que recordar es como mentir, pero igual mira hacia atrás para fijar en la hoja «todo tal cual lo recuerda». Y su punto de vista condensa una vida, una familia y la historia argentina reciente. «Nací en junio de 1966, en el invierno porteño. Durante mi primer verano de vida, mi viejo se pasó cuatro meses de entrenamiento guerrillero en La Habana, mientras su esposa y sus dos hijos lo esperábamos en Buenos Aires. Ese comienzo lleva la marca que signaría el resto de mi infancia y adolescencia», escribe Gadano, gerente general del Banco Central y profesor en la Universidad Torcuato Di Tella. Para llenar algunos puntos ciegos recurre a su padre, con quien mantiene una relación atravesada por diferencias ideológicas y viejos reclamos. Hijo de dos montoneros, su infancia tuvo el sello que le imprimieron los avatares políticos de los años setenta en el país: clandestinidad, separaciones, viajes y exilio. La caja Topper es una novela de iniciación valiente donde Gadano asume la primera persona, ventila su mundo íntimo y se investiga a sí mismo.

Luego de Las teorías salvajes (2008), una comedia negra sobre «el ecosistema gagá» de la Facultad de Filosofía y Letras, Pola Oloixarac ofrece una nueva inmersión, esta vez, en el circuito literario internacional. Y lo que refleja es un mundo desopilante donde la identidad se vuelve una estrategia comercial. Monaes el título y la protagonista de su nueva novela. Así la presenta en el primer capítulo: «Con anteojos negros, Mona avanzaba lenta entre las multitudes del aeropuerto, balanceándose entre el café y el trazo pastoso de Valium en su lengua reseca. Un pedacito para cruzar Estados Unidos, otro para saltar el Atlántico». Mona es la historia de una joven escritora que viaja a un festival literario en un país nórdico. Es la entrega del premio Basske-Wortz, al que ha sido nominada junto a otros catorce escritores de todo el mundo. Dentro de ese ambiente literario, su rol es hacer de latinoamericana, un universo familar para Oloixarac, ganadora de varias becas internacionales. Si en Las teorías salvajes su blanco de disparo era cierta izquierda argentina, en Mona (PRH) es el sistema literario global. «Crecí leyendo libros sobre escritores y sus vidas bohemias de borrachos, amantes intensos y artistas reventados follándose chicas -explica Oloixarac-. Me di cuenta de que me moría por leer las aventuras de una escritora suelta en el mundo, con su propia bohemia peligrosa y deseante».

La misma editorial publicará Todos nosotros, de Kike Ferrari. Después de Que de lejos parecen moscas, traducida a media docena de idiomas y elogiada por The New York Times, Ferrari quiso incursionar en el terreno de la ciencia ficción más philipdickiana, con multiplicidad de voces y límites difusos entre realidad, ficción, imaginación y locura. «Son varias novelas en una -anticipa Ferrari-. Es un thriller, pero uno en el que hay un corrimiento de las preguntas who y why que se hace el policial al what if de las historias de máquinas del tiempo. Se cruzan personajes de ficción propios y ajenos, personajes históricos vivos y muertos, objetos que piensan y monólogos internos de la demencia». Todos nosotros comparte el ritmo vertiginoso de su anterior novela, pero es más compleja desde lo formal. Una novela polifónica y desquiciada.

En La cárcel del fin del mundo, el nuevo libro de Juan Diego Incardona que publicará Interzona, no faltan personajes sombríos, asesinos ni relatos manchados de sangre. En «El Oreja», el cuento sobre Cayetano Santos Godino, el Petiso Orejudo, Incardona escribe: «Era tal cual lo retrataban: un pequeño monstruo, bajo, cabeza chiquita, cejas gruesas, un par de orejas gigantes que le daban apariencia de duende, y una mirada perdida e idiota, como la de un pez». El escritor levanta la mirada del conurbano bonaerense, sale del universo barrial de Villa Celina, El campito y Las estrellas federales para sumergirse en las historias nacidas en el encierro de la cárcel de Ushuaia. «El Oreja fue el puntapié. Después, estuve investigando otras historias en la cárcel de Usuhaia y sobre los orígenes de la ciudad. Hay un asesino que le decían Mateocho porque había matado a ocho personas. Más que policiales, son historias criminales», distingue Incardona.

LEILA GUERRIERO
LEILA GUERRIERO

En marzo, la periodista argentina Leila Guerriero presentará Opus Gelber. Retrato de un pianista (Anagrama). Un perfil en manos de Guerriero siempre tiene cierto vuelo poético con su mirada de halcón que no pierde detalle del personaje a retratar. Basta recordar la épica que supo darle a la historia de Rodolfo González Alcántara, ganador del Festival Nacional de Malambo de Laborde en Una historia sencilla. Ahora apunta su lupa microscópica a la vida de Bruno Gelber, uno de los mejores intérpretes de piano de todo el siglo XX. La escritora de Los suicidas del fin del mundo entrevistó a Gelber desde abril de 2017 hasta febrero de 2018. Presenció clases, conciertos y charlas públicas. Compartió cenas, tés, y entrevistó a muchas personas que lo conocen bien: amigos, familiares, y también críticos musicales. «El núcleo del libro es contar la historia de este hombre que tuvo polio a los siete años y cuya única preocupación entonces fue saber si iba a poder seguir tocando el piano. No detuvo sus estudios durante el año que pasó postrado en cama: estudiaba allí mismo, acostado, con el piano encajado en su lecho de convaleciente», resume Guerriero, que se propuso escribir una mirada en primer plano a la vida de Gelber, tanto actual como pasada.

La editorial Adriana Hidalgo reunió toda la obra de Hebe Uhart, una de las grandes pérdidas del 2018, en tres tomos distintos. Después de publicar Novelas reunidas (muchas ya no se conseguían) lanza Cuentos reunidos y también preparan sus Crónicas reunidas. Estos tomos contienen muchos textos que anteriormente no se habían incluido. Uhart sigue deslumbrando con su mirada particular. «La mejor cuentista argentina», elogió Fogwill. Ella, espía y amante de plantas y animales, solía decir que todo arte es el arte de escuchar.

Quizás el libro más esperado del rock argentino sea Las memorias del Indio Solari (PRH). Una figura mítica que lleva y subleva multitudes adondequiera que se presente a tocar. Creador y líder de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, en estas memorias recorre desde sus orígenes en Paraná hace 68 años hasta hoy, atravesando la historia de la banda disco por disco, su compleja relación con los medios, la separación, su nueva banda, y su presente personal y artístico.

INDIO SOLARI
INDIO SOLARI

La misma editorial lanza Los cuadernos de Laura. La periodista Laura Di Marco busca inspirar con esta respuesta escrita para sus oyentes de la radio que le piden un libro hace tiempo. En este libro íntimo, Di Marco muestra que, además de ser analista política, es una observadora sensible. Una mujer que busca aprender de todas las disciplinas.

Desde el terreno de la política, el historiador y periodista Carlos Pagni presenta El nudo (Planeta). Se trata de un libro sobre la provincia de Buenos Aires, el gran nudo de la Argentina. Con un exhaustivo trabajo etnográfico y diversas entrevistas, Pagni presenta sus herramientas más afiladas: la destreza para abordar temas actuales desde una perspectiva histórica y la capacidad de análisis con un enfoque innovador. Una investigación minuciosa sobre un territorio con tantas capas como particularidades.

Después de la edición definitiva de El libro de Doña Petrona (Planeta), el mismo equipo editorial comenzó con la investigación de búsqueda y recopilación de todo el material -recetas, consejos, escritos- que Petrona Carrizo de Gandulfo generó para diferentes contextos: programas de televisión, guiones de radio, recetarios para marcas de harinas o cocinas eléctricas y mucho más. Petrona Inéditopromete un enorme volumen con casi mil recetas inéditas. Otra novedad es el nuevo libro de Francis Mallmann (PRH). El poeta de los fuegos cocina y reflexiona sobre los grandes temas de la humanidad: el amor, la relación del hombre con la naturaleza y la belleza de lo simple.

En Mi historia, Michelle Obama , exprimera dama de Estados Unidos, narra sus vivencias y escribe: «Fui alabada como la mujer más poderosa del mundo y también encasillada en la categoría de mujer negra malhumorada. A veces sentía la tentación de preguntar a mis opositores qué parte de esa frase les molestaba más: malhumorada, negra o mujer». Ahora, es el turno del expresidente Barack Obama. Este año saldrán sus memorias (PRH).

BARACK OBAMA
BARACK OBAMA

De la exquisita oferta de la editorial Gourmet musical, tienta la serie de estudios de casos sobre cómo algunas de esas canciones «que sabemos todos» logran volver una y otra vez resignificadas por la historia, compilados por Abel Gilbert y Martín Liut. Para no quedarse solo en el rock, Gourmet publica una discografía básica sobre jazz escrita por Carlos Sampayo.

Editados por Tusquets, llegan tres grandes novedades: Islam y rock and roll de Cicco, una crónica del periodista Emilio Fernández Cicco; Hunter Thompson, una biografía escrita por E. Jean Carrol que revive con el mismo estilo gonzo al reportero alucinado de Pánico y locura en Las Vegas, y La herida incurable, de la escritora española Almudena Grandes. A su vez, la editorial Entropía ofrece los Diarios del capitán Hipólito Parrilla, de Rafael Spregelburd. Una presunta bitácora del rodaje de la película Zama, escrita por Hipólito Parrilla, uno de los personajes de la novela de Di Benedetto, interpretado en el film por el mismo Spregelburd.

«A mí me encantan las listas -dice Leila Guerriero-. Incluso aquellas con cuyo contenido no concuerdo. En las buenas listas no campea el espíritu de la imposición sino el de la sugerencia». Kike Ferrari también es amigo de las listas: «Siempre hago listas. Cuando doy talleres siempre hay listas de libros recomendados. Creo que ayudan a guiarse. Y a conocer al que las confecciona», comenta.

«Las listas son atractivas en la medida que reine el caos y el capricho. Si solo sirven para ejecutar de manera policial y reglamentaria cierta obligación de estar al día, entonces no me reportan ningún placer y las desprecio», opina tajante Lezcano. Para Oloixarac, «leer es un placer anárquico, sin reglas. Un libro es el único lujo real que queda. Es escapar de las miradas de los otros y de la gente en general».

Lo imprescindible es leer. Más allá de cualquier lista. Refugio de los tímidos, una de sus ventajas es la que señaló Marcel Proust en su ensayo sobre la lectura: «Con los libros, no hay una forzada sociabilización. Si pasamos una tarde con esos amigos -los libros- es realmente porque queremos. Cuando los dejamos, lo hacemos con pena. Y una vez que nos fuimos no se dan esos pensamientos que arruinan la amistad: ¿qué habrán pensado de nosotros? ¿Cometimos algún error o dijimos algo fuera de lugar? ¿Hemos gustado? Ni la ansiedad a que prefieran a cualquier otro».