Salta está repleta de posibles casos de posibles visitas alienígenas. La ufóloga Mercedes Casas los recopila y analiza en su excelente sitio web Ovni Salta. Una historia de larga data, silencio oficial y pobladores sorprendidos. (Federico Anzardi)  

“Salta es tan rica en fenómeno ovni como muchas otras provincias de Argentina”, asegura desde su sitio web Ovni Salta (ovnisalta.com.ar) la ufóloga salteña Mercedes Casas, quien reconoce haberse interesado por el misterio de los ovnis desde muy chica, cuando su padre le compraba los primeros libros sobre el tema.

Ahora, Casas pertenece al grupo Visión Ovni (visionovni.com.ar) y es la coordinadora de la Comisión de Estudios del Fenómeno Ovni República Argentina (CEFORA), que busca la desclasificación de los archivos de casos ovni que guardan los organismos oficiales. “Hoy en día, el fenómeno va perdiendo ese halo de misterio, y hasta de miedo que causaba en muchas personas. En la actualidad, naciones del mundo entero están desclasificando sus archivos y poniéndolos a disposición del público, como Francia, Canadá, Brasil, Inglaterra, Noruega, Dinamarca y una lista interminable”, explica y agrega: “Los ovnis ya no son cuentos de fantasmas para noches de tormenta. Hoy damos paso a la lógica y a la búsqueda de seres de otros mundos, tratando siempre de mantener los pies en la tierra, con ayuda de la ciencia para intentar llegar a conclusiones coherentes y lo más cercanas posible a la verdad”.

¿Cuál es la historia de los ovnis en Salta? Existen numerosas situaciones que Casas ha detallado y relatado con análisis profundos y arrojando hipótesis y conclusiones. “A pesar de que mi querida Salta es muy conservadora, y aún los salteños tenemos cierto recelo a hablar públicamente de estos temas, creo que poco a poco vamos tomando coraje y nos unimos al resto del mundo en esta curiosidad ancestral para averiguar si realmente no estamos solos en el universo”, cuenta la ufóloga.

Casos históricos

Para Casas, el sábado 6 de mayo de 1978 ocurrió uno de los casos más misteriosos y nunca resueltos en la zona. “Ese día, varias personas vieron un extraño objeto que caía, seguido por una gran explosión, que provocó remezones de tierra, una columna de humo negro  y denso que subió por varios centenares de metros, una sensación en la gente de ‘cambio en el aire’, y huida de animales. El fenómeno afectó a campesinos de varios kilómetros a la redonda del cerro El Zaire, ubicado en Tarija”, relata la ufóloga.

Entre los testimonios recogidos está el de tres ingenieros bolivianos, que contaron que el objeto pasó sobre sus cabezas, a unos noventa metros de altura, era cilíndrico, brillante y de unos cuatro metros de diámetro, lo vieron hasta chocar violentamente contra la ladera de El Zaire, y que el impacto fue tan violento que los obligó a arrojarse al suelo, en ese momento sobrevino un gran temblor de tierra.

Casas relata que el 18 de mayo llegó a Tarija un avión turbo hélice de la Fuerza Aérea Norteamericana, que transportaba al Coronel Simmons y al Mayor John Heide, quienes declararon que su presencia en la zona obedecía a motivos turísticos. También llegaron varios técnicos de la NASA a Buenos Aires, con intención de dirigirse a Salta y luego a la zona del impacto. Después del 23 de mayo se cerró el caso. El Gobierno Argentino dio por terminada la búsqueda por no hallar nada en territorio nacional.

En 1955, relata Casas, se observó una colosal conmoción en una de las laderas del cerro El Macón, cerca de Tolar Grande. Testigos afirmaban que se trataba de un enorme objeto en forma de cigarro al que vieron caer en la zona. El Tribuno del 17 de julio de ese año decía que habían encontrado “enormes huellas humanas” que superaban “el tamaño de las de los elefantes”.

Testimonios de pobladores, además de hablar de las extrañas huellas, decían que entre las peñas, donde anidan las aves de los cerros, cóndores y águilas de la puna, se habían encontrado aves muertas, parcialmente destrozadas, sus nidos saqueados, junto a huellas de grandes dimensiones.

El sábado 21 de marzo de 1959, alrededor de las 23 horas, un extraño mensaje captado por una radioemisora de Pocitos causó conmoción: luego de oírse persistentemente una rara modulación en el aparato receptor, y tras un breve silencio, una voz misteriosa causó gran estupor. Los técnicos en materia de radiodifusión que operaban en ese momento quedaron asombrados. Lo sorprendente para Casas, según relata el diario de aquella época, es que no sólo se escucharon modulaciones radiales muy distintas a las frecuentes en la banda de recepción, sino que fueron voces en perfecto castellano que hicieron indicaciones precisas, y que fueron confirmadas por los operadores. Una voz dijo “no se retire, escuche”. Esta voz inquirió datos sobre el lugar de donde estaban haciendo la recepción, y luego de numerosas indicaciones sobre ángulos, latitudes y altitudes, la transmisión cesó. Al día siguiente, a la hora indicada, se registró nuevamente la transmisión y recepción, se repitió la misma voz del día anterior, que en esta caso dijo que salieran afuera y miraran hacia arriba, en ángulo de 10 grados en relación a su antena. Los operadores de la radioemisora, como así también algunos curiosos que se habían enterado de la situación, salieron y observaron con curiosidad, pero lo único que vieron fue, en el cielo claro, la presencia del planeta marte. Finalmente, la voz apareció nuevamente y dijo que estuvieran atentos al cielo el día 21 de mayo, allí cesó la comunicación.

El 21 de mayo los técnicos fueron sorprendidos por los gritos de los pobladores del lugar, pues se veían en el cielo tres discos voladores, que se perdían hacia el oeste en rápido vuelo dejando una estela blanca.

Casos recientes

En Ovni Salta, Mercedes Casas también habla de hechos que sucedieron en estos años. Los aborda con la misma profundidad y búsqueda minuciosa de archivos y testimonios. Es apasionante leerlos y tiene una redacción tan detallada que logra hacer dudar a los escépticos de estos fenómenos.

Uno de los casos más recientes es el que se produjo en octubre de 2012, en Chicoana. La aparición agroglifos sobre campos de trigo. Uno de ellos se encontraba en la zona central de la plantación. Para Casas, la falta de marcas de acceso a la zona era una prueba de que era muy difícil que un grupo de personas hubiera entrado con elementos para hacer las marcas.

También constató personalmente que el dibujo de mayor tamaño tenía aproximadamente 25 metros de extensión. Estaba ubicado en un campo al costado de la ruta de acceso al pueblo, en la zona llamada “Las Mesitas”, en la misma zona donde aparecieron dibujos en años anteriores.

Otro caso fue el ocurrido en la madrugada del 26 de noviembre de 2009, sobre Joaquín V. González. Allí se observó un enorme objeto luminoso, de forma alargada, o de “cigarro”, que permaneció durante un prolongado período de tiempo sobre la ciudad. Después se alejó hacia el pequeño pueblo de El Tunal, donde también se encuentra un dique y la usina.

Posado sobre el paredón del dique, al parecer hizo funcionar las turbinas, produciéndose un intercambio de rayos entre el objeto y éstas, con gran ruido (“como de muchas máquinas trabajando”, según contó uno de los pescadores que vieron el fenómeno). Luego de lo cual emitió un gran fogonazo y desapareció a gran velocidad.

Casas relata que ocurrido todo esto se produjo el apagón general, el cual no sólo afectó a J.V.G., sino también a El Tunal. Duró doce horas, quedando además como consecuencia celulares que no funcionaban en toda la zona, y también las luces a batería de los pescadores que no podían ser encendidas. Al día siguiente se supo de la aparición de cinco postes de luz que fueron chamuscados por una extraña causa que hizo que se quemaran a la misma altura. Los operarios que los reemplazaron no se explicaban cuál podía ser la causa de estas quemaduras, pues de tratarse de un rayo, no podría haber afectado cinco postes consecutivos.

¿Los vemos y nunca hacemos contacto?

Mercedes Casas tiene una teoría sobre la falta de encuentros cercanos del tercer tipo, la interacción con los extraterrestres que visitan la zona en distintos artefactos. Si es que existen.

“Yo no creo ciegamente en extraterrestres y naves tripuladas. Yo, simplemente, dudo. Dudo de que no existan, también dudo de que existan, es por eso que presento en este sitio todos aquellos casos que me han llamado la atención y los ofrezco a todo aquel que quiera dudar conmigo, y que quiera pensar”, explica Casas.

Y agrega: “Supongamos que volamos en un avión sobre la selva. Sabemos que abajo, en tierra, hay una tribu de salvajes caníbales que no hacen otra cosa que pelear y comerse unos a otros. ¿Aterrizaríamos para entablar comunicación con ellos? ¿o, simplemente los observaríamos y seguiríamos viaje?  Muchos elogian el grado de tecnología que hemos alcanzado en la actualidad, pero viendo la cantidad de guerras que hay en diversos lugares del planeta, la contaminación que estamos generando, la superpoblación que tenemos, la desigualdad en el reparto de riqueza, educación, salud, creo que nadie de afuera puede vernos como seres interesantes para contactar”.