En virtual acefalía, el CIF debe realizar las nuevas pericias al arma que causó la muerte del fiscal Alberto Nisman.

“El arma que causó la muerte del fiscal Alberto Nisman será disparada nuevamente como parte de un nuevo peritaje destinado a constatar si la deflagración deja rastros de pólvora en la mano que la acciona”, informan los medios de difusión nacionales. El nuevo peritaje, en efecto, se realizará en Salta.

“La nueva pericia sobre la pistola Bersa calibre 22 hallada junto al cadáver de Nisman es para despejar dudas, ya que las manos del fiscal no tenían rastros de deflagración de pólvora. Los resultados de la pericia no son vinculantes, pero sirven sumarlos como referencia a otros elementos de prueba del sumario penal, indicaron las fuentes consultadas. Para esta prueba, la pistola Bersa calibre 22, volvería a ser disparada en el laboratorio del CIF local”, anticipan los matutinos porteños a partir de un cable de la agencia DyN.

Lo curioso del caso es que el Cuerpo de Investigaciones Fiscales está virtualmente acéfalo. El profesional que ejerció en el último tiempo su conducción, Santiago López Soto, ya recibió el acuerdo por parte del Senado para desempeñarse como Fiscal Penal y hasta el momento no se designó formalmente un reemplazante.