Manipulan el padrón con cambios de domicilios falsos. Un juez electoral anuló 3000 trámites en pequeñas localidades de Santiago del Estero al detectar que la mitad eran ficticios.

Las «mudanzas» iban a poblar, de un día para el otro, a pequeñas localidades del interior de Santiago del Estero. Pero los traslados quedaron truncos, porque la justicia electoral sospechó y corroboró que los movimientos buscaban trucar el padrón electoral de algunas comunas, con el objetivo de inclinar el resultado de los futuros comicios municipales.

El juez Guillermo Molinari, con competencia electoral en Santiago del Estero, requirió una medida cautelar para que 3000 cambios de domicilio en múltiples localidades de la provincia fueran revertidos tras detectar que casi la mitad de los casos no eran reales. La sospecha es que pudo haber existido una maniobra clientelar para modificar el desarrollo de las elecciones locales.

«Con el fin de evitar que en aquellos circuitos electorales en donde se eligen comisionados municipales e intendentes el resultado de los comicios no refleje la voluntad genuina de quienes residen en esas comunidades, se impone una medida cautelar provisoria hasta tanto concluya el proceso comicial», redactó el magistrado de Santiago del Estero en uno de sus oficios.

Según explicaron en la Cámara Nacional Electoral, supervisora del proceso, cuando en Santiago del Estero se publicó el padrón provisional, «algunos partidos políticos denunciaron el crecimiento desmedido del número de electores de algunas comunas». Eso motivó a ordenar un operativo a la Unidad de Procedimientos Judiciales de la Gendarmería Nacional, para que efectúe constataciones de los domicilios.

El escuadrón de la Gendarmería verificó en su recorrido que muchas de las personas que se habían mudado de localidad, en realidad no vivían en el lugar indicado. Por ejemplo, en algunas casas se registró que había múltiples residentes con distintos apellidos, sin que se tratara de un mismo núcleo familiar.

«El primer operativo motivó una avalancha de denuncias, casi 150, que dejaron bajo observación a 3000 cambios de domicilio», explicaron fuentes de la Cámara Nacional Electoral a LA NACIOn. La Gendarmería hizo un muestreo de casos y encontró nuevas irregularidades.

«Dado que no estaban ni los recursos ni el tiempo para verificar los cientos de denuncias, el juez electoral decidió suspender los casi 3000 cambios de domicilio sospechados, porque podrían haber trastocado el resultado de los comicios municipales», agregaron.

En el circuito de Los Romanos (Robles), los cambios de domicilio denunciados alcanzaban al 10% del padrón, mientras que en Tapso (Choya) esa cifra trepaba al 11,8%. En Santa Catalina (Guayasán) los casos denunciados alcanzaban al 3,7% de los electores y en Lavalle (también en Guayasán), al 2,3 por ciento.

«Podría tratarse de maniobras tendientes a modificar la base electoral de esas pequeñas comunidades que eligen a sus autoridades. Si bien no tendrá incidencia a nivel nacional, si pueden influir en el ámbito local», manifestó Molinari.

No es la primera vez que se detecta este tipo de maniobras. Ya en 2006 se tomaron medidas por movimientos de personas sospechados en nueve localidades de San Luis y en 2011 fue el turno de tres comunas de La Pampa. En las presidenciales de 2015 se registraron situaciones anómalas en las localidades bonaerenses de General Guido y Monte Hermoso y en Lago Posadas, en Santa Cruz.

Fuente: La Nación