Juan Manuel Urtubey atribuyó la dolorosa derrota electoral a la gestión de su gobierno. La mayoría de las estadísticas e indicadores, públicos y privados le dan la razón y confirman el histórico atraso económico y social de la provincia. (Gonzalo Teruel)

El gobernador salteño acusó el duro golpe electoral y aceptó que “claramente, peligra mi proyecto presidencial”. Identificó, según se desprende de esa última reacción, al funcionamiento de su gobierno como responsable del revés político. Una decena de datos sobre pocas áreas de gestión, recogidos de manera anárquica y desordenada para este artículo, parece darle la razón: la mayoría de las estadísticas e indicadores, públicos y privados, confirman el histórico atraso económico y social de la provincia.

Confirmada la derrota electoral, la primera desde que comanda al oficialismo provincial hace casi 10 años, Urtubey identificó como responsable a su equipo de gobierno. Tal vez debió haberlo previsto hace unos meses cuando sus propios colaboradores intentaron colocar como candidato a diputado nacional al Ministro de Turismo, Mariano Ovejero, y no pudieron hacerlo por falta de respaldo político y popular y por representar a una gestión cada día más anodina y alejada de los problemas de los salteños.

Nada

De acuerdo al INDEC, al cierre del año pasado, Salta fue la segunda provincia más pobre del NOA que a su vez es la región más pobre del país. La Tasa de Pobreza de Salta fue del 26% y 33% de los hogares y las personas respectivamente mientras que la del NOA fue de 24% y 31%. La Tasa de Indigencia fue del 5,5% de los hogares y del 6,7% de las personas en Salta y del 4,2% y del 5,3% en el NOA.

Más dramático aún, un informe de la UNSa revela que la pobreza infantil llega al 65% en el norte de la provincia. Sólo por detrás de Santiago del Estero, Salta es la provincia con mayor cantidad de niños y adolescentes con Necesidades Básicas Insatisfechas. Los departamentos de Rivadavia, San Martín, Orán, Iruya y Anta son los que mayor porcentaje de pobreza infantil concentran en el territorio provincial con índices que van del 35% al 65%.

Esos números sobre pobreza e indigencia se encadenan con los de actividad laboral que, ergo, no arrojan resultados mejores. Al cierre del primer trimestre de este año la Tasa de Desocupación de Salta fue del 7,3% y estuvo por encima de la del NOA que fue del 6,5%. La Tasa de Informalidad Laboral también superó a la regional y la nacional ubicándose en 42,5%, 40,7% y 33,3% respectivamente.

El reporte sobre exportaciones del año pasado del INDEC, en base a datos de Cancillería y Aduanas, confirma la primarización económica y la precariedad laboral de la provincia. Durante el transcurso de 2016 las exportaciones salteñas aumentaron casi un 30% respecto del año anterior y superaron los 1.000 millones de dólares pero estuvieron integradas por materias primas sin agregado de valor: tabaco sin elaborar (26%), hortalizas y legumbres sin elaborar (24%), cereales (18%) y productos químicos y conexos (7%).

Un dato aún peor ubica a Salta en el puesto 21, sobre 24 jurisdicciones subnacionales argentinas, en el Índice de Desarrollo Sostenible Provincial de la Organización de Naciones Unidas sólo por delante de Formosa, Chaco y Santiago del Estero.

De acuerdo a documentos de trabajo de la Fundación Mediterránea, Salta integra el grupo de provincias argentinas con economías menos complejas, más simples y, en consecuencia, más precarias. Los investigadores de la entidad creen que la provincia y la región necesitan un “verdadero plan de desarrollo que complejice y diversifique la economía y la haga menos primaria”. “Es ilógico que no podamos envasar los pimientos y los tomates que se producen en la zona y generar puestos de trabajo y agregado de valor en origen” razonan e insisten que “es hora que el gobierno se dé cuenta que debe ponerse al frente de la modernización de la economía de la provincia y deje de esperar, como en los últimos 20 años, la llegada de inversiones privadas”.

Esa precariedad de la actividad productiva en la provincia es registrada sistemáticamente por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa. El responsable de su oficina de Economías Regionales, Raúl Robín, advierte que “todavía no hay brotes verdes” en el interior profundo del país. La producción de granos y carnes y la extracción de minerales e hidrocarburos, principales actividades productivas de la provincia, evidencian mejoras en los últimos años pero siguen concentradas en pocas compañías de baja capacidad de agregación de valor. Estas empresas enfrentan, según Emiliano Estrada, economista de la consultora Ficonomics, irresueltas “cuestiones de logística, vinculadas al costo de trasladar (por camión y no por tren) hacia los centros de consumo”.

Responsabilidad del gobierno nacional y su hasta ahora fallido Plan Belgrano y sobre todo del gobierno provincial, la infraestructura productiva es muy pobre en la provincia: si bien se hicieron en los últimos años muchas obras hídricas y eléctricas, las rutas y caminos siguen siendo un limitante al desarrollo. “Si me pregunta por qué no se repavimentan todas las rutas de la provincia, debo decir que me encantaría pero no puedo por una cuestión de presupuesto” reconoce el director de Vialidad, Gerardo Villalba y admite que “el presupuesto es acotado porque la provincia depende en un 80% de la coparticipación federal y los fondos no nos alcanzan para hacer todo lo que quisiéramos en los 7.300 kilómetros que debemos atender”.

Esa falta de dineros mencionada por Villalba es repetida por todos y cada uno de los funcionarios de la provincia. La economía clásica enseña que los recursos son siempre limitados y las necesidades son siempre ilimitadas y ningún gobernante puede protestar por ello. Menos aún, como en el caso de Urtubey, cuando tiene un irracional manejo de esos escasos recursos: el gobierno provincial contrata, por decisión del jefe de Gabinete Carlos Parodi y del secretario de la Gobernación Ramiro Simón Padrós, decenas de estudios y asesores jurídicos que hacen las tareas de la Fiscalía de Estado y decenas de consultoras que se ocupan de algunas de las responsabilidades de las distintas secretarías del Ministerio Hacienda y Finanzas.

El propio Parodi y su colaborador, el ministro de Hacienda Sebastián Gomeza, son responsables de una pésima administración financiera y volvieron habitual la emisión de deuda en el sistema bancario local, al muy corto plazo de 90 días, para cubrir gastos corrientes como el pago de sueldos y proveedores. Son contadores y no economistas y por eso hacen operaciones gravosas para la provincia. Por los poco más de $800 millones conseguidos en el mercado financiero internacional para costear el (incumplido) Fondo de Reparación Histórica la provincia pagará más de $4.600 millones: al tipo de cambio actual del orden de los 17,7 pesos por dólar, los intereses ya pagados y los todavía adeudados suman casi $1.735 millones mientras que el capital pagado y el adeudado rozan los $2.900 millones. “La mecánica del Plan del Bicentenario por 300 millones de dólares fue igual a la del Fondo de Reparación Histórica (por 200 millones de dólares) así que mientras suba el dólar que seguirá subiendo aunque sea lentamente la deuda en pesos de la provincia también seguirá subiendo” advierten especialistas.

Poquito

La constitución de Ministerio de Asuntos Indígenas es un avance en políticas públicas pero los resultados obtenidos son todavía muy menores. “Salta es la provincia que mayor avance tiene en este diagnóstico y ya tiene concluidos los relevamientos de 220 comunidades y en proceso el de 20 comunidades más” informa el responsable del área Luís Gómez Almaraz y promete que “tenemos previsto concluir el año con el diagnóstico de 80 comunidades más, hasta llegar a 320, lo que representa el 70% de las comunidades originarias de la provincia”.

Recién el año próximo, 2 años después de la creación del ministerio, estará cumplido el relevamiento de las comunidades originarias y su situación de acceso y posesión de las tierras que ocupan. Pese a la intervención de los ministros Carlos Oliver de Seguridad, Pamela Calletti de Justicia, Javier Montero de Producción y Gómez Almaras de Asuntos Indígenas ordenada por el gobernador Urtubey, la disputa por la tenencia de la tierra continúa en la provincia y referentes de la Asociación de Propietarios de Fincas denuncian la intrusión de supuestas comunidades originarias en establecimientos privados y el consecuente freno a las inversiones productivas.

En una provincia en la que el 6,5% de la población se reconoce indígena, los indicadores sociales de esas casi 80 mil personas son horribles. El 28% de los hogares indígenas habita en viviendas con 2 a 3 personas por cuarto frente al promedio provincial del 20% mientras que casi el 23% de los hogares indígenas habita en viviendas con hacinamiento crítico (más de 3 personas por cuarto) frente al promedio provincial menor al 9%.

Más de la mitad de los hogares indígenas, el 55%, usa leña o carbón como combustible para cocinar frente al 12% del total provincial. Un 30% usa gas en garrafa y apenas el 13% gas natural. La procedencia del agua del 72% de los hogares indígenas de la provincia es de red pública frente al 91% del total de la provincia.

Los indicadores laborales y de actividad económica también son dolorosos para la población originaria salteña. La tasa de actividad de la población indígena es del 50% frente al 60% del total provincial y el 65% del nacional mientras que la tasa de desocupación indígena es más alta que el promedio provincial y nacional: 9%, frente al 7% del total provincial y el 6% del total nacional.

Las comunidades originarias también se encuentran por debajo de los indicadores provinciales en materia de acceso a la educación pública: de las 33.345 personas de 20 años o más que asistieron a un establecimiento educativo, el 36% tiene primario incompleto; el 30% tiene primario completo; el 13%, secundario incompleto; el 13%, secundario completo; y sólo el 7% alcanzó niveles superiores. La tasa de alfabetismo de la población indígena es de 91%, frente al 97% del total provincial.

El Operativo Aprender 2016 revela que en escuelas secundarias salteñas los resultados son mejores a la media nacional en Lengua y Ciencias Naturales (con 54% y 64% de alumnos con rendimiento Satisfactorio y Avanzado) pero peores en Matemática y Ciencias Sociales (con 25% y 45% de estudiantes en nivel Básico o por debajo del nivel Básico). En las escuelas primarias las estadísticas provinciales están por debajo de la media nacional (35% y 44% se ubicaron en nivel Básico o por debajo del nivel Básico) en Lengua y Matemática.

Las frías estadísticas revelan que existe una enorme diferencia entre los niveles académicos alcanzados por estudiantes de escuelas públicas y privadas de la provincia. “En el sector público la proporción de estudiantes con niveles de desempeños Satisfactorio y/o Avanzado es menor que en el sector privado. Esto se observa para todas las áreas evaluadas” sintetiza el informe del Ministerio de Educación y añade que esa misma relación se observa tanto en secundaria como en primaria.

La diferencia en la adquisición de saberes académicos también es notable entre los salteñitos del campo y los de la ciudad. “En el ámbito urbano la proporción de estudiantes con niveles de desempeño Satisfactorio y Avanzado es mayor que en el ámbito rural. Esto sucede para todas las áreas evaluadas” dice el documento del Ministerio de Educación para la escuela secundaria y aclara que en la primaria “en Lengua se registra la misma relación que en secundaria (mientras que) en Matemática el ámbito rural registra una mayor proporción de desempeño Avanzado que el urbano”.

En secundaria los estudiantes de escuelas urbanas superan a los de escuelas rurales en el nivel Satisfactorio y/o Avanzado: 56% a 34% en Lengua, 27% a 12% en Matemática, 65% a 50% en Ciencias Naturales y 56% a 40% en Ciencias Sociales. La diferencia también es notable de acuerdo al nivel socioeconómico (bajo, medio y alto) de los alumnos salteños. “Se observa que los estudiantes de nivel socioeconómico bajo logran niveles de desempeño Satisfactorio y Avanzado en menor proporción que los de nivel socioeconómico alto” confirma el Ministerio de Educación y puntualiza que esto se registra en todas las áreas evaluadas, tanto en primaria como en secundaria.

El 44% de los estudiantes salteños del último año de secundaria se ubica por debajo del nivel Básico y otro 30% apenas alcanza ese nivel Básico en Matemática. Es decir que casi el 75%, más de 7 de cada 10, tiene serios inconvenientes para la resolución de problemas numéricos. Peor aún, en las escuelas de gestión estatal ese porcentaje se eleva hasta el 81%. Más de 8 de cada 10 estudiantes del último año de secundaria de escuelas públicas apenas alcanza conocimientos de nivel Básico en Matemática. Y en las escuelas rurales el 65% de los próximos egresados tiene limitaciones expresivas y el 88% dificultades numéricas y no supera el nivel Básico en Lengua y Matemática.

Dramático, frente a cualquier discurso de ocasión, los chicos pobres son los que peor resultado académico tienen: 59% en Lengua, 86% en Matemática, 47% en Ciencias Naturales y 58% en Ciencias Sociales en secundaria y 42% en Lengua y 50% en Matemática en primaria apenas alcanza un nivel Básico.

Mucho

Salta es, después de Jujuy, la provincia que tiene el mayor índice de pacientes con tuberculosis en el país. “El promedio nacional es de 25 por 100 mil, el de Salta el 44 por 100 mil y el de Jujuy es del 48 por 100 mil” advierte la vicepresidenta de la Asociación Salteña Respiratoria, Clara Sofía López, y explica que “si bien esta enfermedad no distingue clases sociales ni edades, son más vulnerables quienes tienen patologías crónicas o personas de bajos recursos que no acceden a una calidad de vida sana con buenas defensas”.

“Datos de la Secretaría de Nutrición y Alimentación Saludable advierten que el año pasado aumentó el déficit nutricional en niños menores de 2 años. De un índice de 1,4% de la población infantil en 2015, los números de 2016 indican que el 1,7% tiene bajo y muy bajo peso. Los municipios más afectados son San Antonio de los Cobres con un 7%, Hipólito Yrigoyen y Angastaco con el 4% lo que revela que el problema nutricional se extiende por toda la provincia.

Sin embargo, un dato contrario a todos los anteriores confirma un histórico logro de la gestión de Urtubey en Finca Las Costas: la mortalidad infantil se redujo mucho en la provincia y casi se ubica a la par de la media nacional. La larga serie histórica validada por el Ministerio de Salud Pública de la Nación y ampliada por funcionarios del Gobierno de Salta revela que la mortalidad infantil pasó del 52,1‰ en 1980 al 15,4‰ en 2007 cuando asumió el gobernador y al 11‰ en 2016.

Un poco más fácil: entre 2008 y 2016, los años completos de Urtubey como gobernador, la mortalidad infantil bajó del 14,3‰ al 11‰. A simple vista parece poco pero es una enormidad al punto que, por primera vez en la historia, la provincia está casi a la par de la media nacional: en 1980 la mortalidad infantil del país era del 33,2‰ y a de la provincia del 52,1‰; en 2007 del 13,3‰ y del 15,4‰ respectivamente y en el último año, en 2016, fue del 10,5‰ y del 11‰ respectivamente.