El Consejo Superior de la Universidad Nacional de Salta aprobó por amplia mayoría una declaración a favor del proyecto de despenalización del aborto que tiene media sanción en el Congreso. Solo docentes y autoridades de la Facultad de Ciencias de la Salud se expresaron en desacuerdo con la resolución y apelaron al arcaico juramento hipocrático.

La Facultad de Humanidades había hecho oficial su posición a favor de la despenalización en una resolución y había solicitado al Consejo Superior de la UNSa que también manifestara formalmente su apoyo al proyecto que aprobó la Cámara de Diputados de la Nación el 14 de junio.

Recordemos que ya el Consejo Directivo de la Facultad de Humanidades aprobó el programa de la Cátedra Libre “El aborto desde un abordaje social, de los derechos y de la Salud Integral”, que se dictará en el segundo cuatrimestre.

Ahora el pronunciamiento del Consejo Superior se plasmará en una resolución oficial del máximo órgano directivo de la universidad pública de Salta, que se enviará a las cámaras legislativas de la Nación y la Provincia. Sobre un total de 15 consejeros, dos votaron en contra, uno se abstuvo y los demás se expresaron a favor de legalizar la interrupción del embarazo.

En la votación se abstuvo un representante de los auxiliares de la Facultad de Salud, que expuso su postura a favor del aborto legal pero dijo que la mayoría de los que integran su claustro está en contra.

Los de Salud en contra

Mediante un comunicado docentes y autoridades de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UNSa se expresaron en desacuerdo con la resolución por la cual el Consejo Superior:

«Consideramos que la resolución expresa la opinión de 10 consejeros superiores (de 14 presentes), cuando el órgano supremo de la Universidad está conformado por 24 miembros; por esta razón no puede tener valor de posición institucional de esta Universidad», sostuvieron en el texto, que firma María Alejandra Falú, profesora, consejera directiva de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UNSa, secretaria de la carrera de Medicina en Salta y miembro de la Comisión de Carrera de Enfermería, con el respaldo de «Enrique Heredia, coordinador de la carrera de Medicina en Salta, la mayoría del cuerpo académico de la Facultad de Ciencias de la Salud y de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Tucumán sede Salta, autoridades de la Facultad de Ciencias de la Salud, personal de apoyo universitario y alumnos. En otras palabras, se trata del resultado de la opinión de consejeros superiores que han prescindido de considerar la perspectiva ética y la necesidad de consenso basado en la evidencia científica, para lo que se debió incluir la opinión de la Facultad de Ciencias de la Salud como área especializada en la temática, que además serían los operadores directos de la ley», agregaron.

También destacaron que la Facultad de Ciencias de la Salud está conformada por las carreras de Medicina, Enfermería y Nutrición «y cuenta con especialistas capaces de emitir opiniones calificadas. Dichas opiniones, en su mayoría, son diferentes de las expresadas por los votantes del Consejo Superior».

«El abordaje de la postura ante la despenalización del aborto debió haberse tratado respetando los canales o procesos de debate que legitiman la opinión institucional y no sobre «tablas’ y sin notificar con antelación a los consejeros, como si fuese un tema para ser tratado a la ligera», sostuvieron.

«Queremos dejar en claro a la sociedad que hemos realizado un juramento hipocrático que implica la defensa de la vida y la preservación de la salud, y que dicho juramento no se trata de un mero acto formal sino de una verdadera postura de vida en el ejercicio de la profesión. Esto no puede ser desconocido por una legislación cuya constitucionalidad se encuentra severamente cuestionada por las ciencias jurídicas, ya que el mencionado juramento cuenta con el aval del derecho positivo interno y de numerosos instrumentos internacionales ratificados por nuestro país», agregaron.

Además, consideraron que «el no propiciar los mecanismos de debate y el respeto por la «integración de opinión’ basada en la participación de todos los consejeros, deja a la resolución del Consejo Superior sin legitimidad porque expresa la opinión de algunos votantes, que ni siquiera llegan a ser la mayoría necesaria para legitimar una postura institucional y además prescinde de la opinión científica y calificada de la Facultad de Ciencias de la Salud».

“Estamos convencidos de que este proyecto de ley avanza y, por qué no, atropella al ejercicio de la función de salvar o preservar vidas, para lo cual nos formamos, y puede ser un primer escalón a la legalización de otras modalidades de atentados contra la vida humana”.
Por otra parte, los referentes de las carreras de salud expresaron: “Como reafirmación de nuestra postura citamos a Hipócrates, padre de la Medicina, y a su expresión (utilizada en el juramento Hipocrático original): ‘No accederé a pretensiones que busquen la administración de venenos, ni sugeriré a nadie cosa semejante; me abstendré de aplicar a las mujeres pesarios abortivos’”.