Hablamos con Elena Cataldy quien preside la Fundación de Equinoterapia. Nos contó de qué se trata el tratamiento con caballos, su vinculación con las obras sociales, el conflicto de los carreros y el pedido de solidaridad con la causa de Santino. (Stephanie Tiemersma)

Elena Cataldy es fundadora y actualmente preside la Fundación de Equinoterapia del Azul. Esta organización se dedica a la rehabilitación e inclusión de personas con diferentes discapacidades a través del uso terapéutico de caballos, en distintos talleres y mediante centros de día. Cataldy es madre de un joven de 17 años que tiene un diagnóstico de parálisis cerebral a raíz de un paro cardíaco que sufrió dos meses después de nacer. Los médicos dijeron que era un caso de muerte súbita frustrado porque no murió, pero a raíz de esto el niño quedó con secuelas neurológicas. Elena es salteña pero en ese momento vivía en Buenos Aires, en el partido de Azul. En uno de los institutos de rehabilitación, los profesionales le hablaron de los beneficios de la terapia con caballos e insistieron para que ella -que era fanática de estos animales y creció trabajando en el campo- se instruyera para ayudar a su hijo mediante la equinoterapia. Los años demostraron que ese tratamiento fue de mucha utilidad ya que revirtió el pronóstico del joven. Los doctores decían que no iba a poder caminar y que ni siquiera  tendría control encefálico por el tipo de daño que tuvo. Sin embargo, ahora es un chico que hace gran diversidad de actividades. El día que el hijo de Elena fue al control, los médicos no podían ocultar su sorpresa ya que el estado actual de su paciente no coincidía con la resonancia magnética. Había evolucionado a pasos agigantados. Ese día, Cataldy decidió que quería que esto llegara a más chicos: “A mi hijo le cambió la vida y, por ende, a toda la familia. Así nace Equinoterapia del Azul, porque era en ese partido. Después, en el 2008, nos trasladamos para Salta con mi familia y yo ya estaba enamorada de esta actividad así que no dudé en seguir con un equipo nuevo de trabajo acá en Salta. Decidimos mantener el nombre de por una cuestión de cariño a nuestros orígenes y a nuestra historia.”, nos relata la fundadora de la organización.

Nuestra entrevistada comenta que este tipo de terapia ayuda en todos los campos a la persona que la realiza, desde las áreas motoras hasta las sociales, emocionales y sensoriales. Esta es la razón por la que en la pista trabajan con profesionales vinculados a distintas especialidades: salud y educación ecuestre. El movimiento que hace el caballo al andar reproduce el caminar humano, es con el único animal que sucede. Esto es muy útil a la hora de la rehabilitación ya que las personas con problema motor estarían moviendo los mismos músculos y articulaciones involucrados en un caminar correcto. Genera beneficios en la postura, el equilibrio, regula el tono muscular, mueve los órganos internos y hace que circule la sangre. Desde el punto de vista emocional, Elena nos explica que el chico no siente con esta actividad que está haciendo terapia sino que es un momento de disfrute, lo viven como un momento recreativo: “Las terapias en consultorio son bárbaras pero más cansadoras, se hacen entre cuatro paredes. Son totalmente necesarias, pero la equinoterapia es otra alternativa totalmente distinta que te brinda toda esta fuente inagotable de estímulos que te da la naturaleza. Trabajamos al aire libre y eso te permite disfrazar los objetivos terapéuticos, los chicos no se dan ni cuenta de que atrás de ese juego que estamos haciendo quizás hay objetivos como que levante miembros superiores o un brazo que le cuesta”, nos relata Cataldy y afirma que la clave es que la persona está motivada. Esta actividad ayuda a la autoestima, el chico es capaz de manejar un animal de 400 kilos, va a los lugares a caballo y no en silla de ruedas. Da mucha sensación de poder.

Obras sociales

Respecto a la problemática de las personas con discapacidad y las obras sociales, la cara de la Fundación nos comenta que estuvieron trabajando mucho para que este tipo de tratamiento fuera incluido en las prestaciones obligatorias y sea cubierto por las obras sociales. En diciembre del año pasado se promulgó la Ley Provincial de Equinoterapia, solo falta reglamentarla. En ella se contempla, por un lado, que la actividad esté nomenclada, que haya un orden y que sea realizada con responsabilidad por personal idóneo. Y, por otro lado, que esté incluida en las prestaciones médicas obligatorias. Actualmente se encuentran trabajando con 300 centros de equinoterapia de todo el país para que esta ley de orden provincial sea nacional.

Carreros

Otra problemática con la que está estrechamente vinculada esta organización es la de los carreros: “A nosotros la gente de la municipalidad nos pidió en su momento, cuando fue la primera entrega, si podíamos recibir nueve caballos acá en la fundación. Nuestra misión era reubicarlos, ver si algunos nos servían para la actividad porque, cabe aclarar, que no puede ser cualquier caballo. Deben tener ciertas características de mansedumbre, morfológicas y demás que tienen que ser adecuadas. Tienen que ser caballos muy mansitos porque están trabajando con niños y además tienen una discapacidad”. Nos explica que había que trabajar para que los caballos tuvieran un buen estado de salud. Tenían que hacerles tratamientos, engordarlos y recuperarlos desde el punto de vista sanitario. Una vez realizado esto, había que reubicarlos ya sea en centros de equinoterapia o con particulares. Otra salida era darlos en adopción para que fueran al campo en el caso de ser muy viejos. Después se hicieron un par de entregas más pero derivaron a los caballos a Atocha, donde los necesitaban. Cataldy afirma que algunos estaban maltratados y que otros no, que había de todo. Entre los casos más graves estaba un animal que muy lastimado en la zona donde van las varas del carro y otro caballo tenia agujeros en la cara.

Ayudemos a Santino

Hay una fuerte campaña que la fundación está apoyando, se llama “Un milagro para Santino”. Este niño de tres años es paciente de la institución y padece una retinopatía como secuela de haber nacido prematuro. Ahora tiene la posibilidad de recuperar la vista a través de un tratamiento con células madre, pero éste solo se hace en China y la familia no cuenta con los recursos económicos como para encarar el viaje. Ya tienen todo  aprobado y un turno para el día 29 de noviembre, pero necesitan recaudar 45 mil dólares.

“Me gustaría decirle a todas las mamás que si algún día, no se lo deseo a nadie, tienen un hijo prematuro, que pidan todos los controles porque mi hijo está así por ineficiencia médica. Nunca le controlaron la vista por más que él tenía derecho como prematuro a recibir un control semanal. A toda la gente que pueda colaborar le agradezco de todo corazón porque cada monedita, cada diez pesos, cada veinte pesos, cada cien pesos que me pone la persona les agradezco. Y les digo  que piensen que esto lo hacen por una causa justa,  que es para darle una luz a la vida de mi hijo, el tan solo tiene tres años y toda una vida por delante. Yo sé que gracias a la solidaridad de la gente lo vamos a lograr” afirma convencida la madre de Santino, Cintia Rivadera.