Una sola directora del Observatorio de Violencia contra las Mujeres pensó que no era conveniente firmar la declaración crítica al software de predicción del embarazo adolescente que planteó el gobernador. María Laura Postiglione quedó en soledad por sus compromisos políticos.

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El software de predicción del embarazo adolescente anunciado en la TV nacional por el gobernador, Juan Manuel Urtubey, ha generado una fuerte reacción en la opinión pública. La balanza se inclinó hacia un sinfín de consideraciones que fueron desde la indignación, la amenaza de acciones legales y el humor, hasta el repudio.

Un conjunto de personalidades que pertenecen al Observatorio de Violencia contra las Mujeres y a otras organizaciones afines no se quedaron atrás y emitieron un comunicado bajo el título: “¿Inteligencia artificial o artificio patriarcal?”.

“La gravedad y la liviandad de los dichos del gobernador, contrastan con un dato de enorme preocupación: en 2017 casi el 20% de los nacidos vivos fueron hijos de madres adolescentes en la provincia, la cifra es altísima y es urgente la creación de políticas públicas con perspectiva de género en los ámbitos de Salud y Educación. El embarazo en la adolescencia tiene factores relacionados con la desidia estatal y con problemáticas sociales y políticas de entramados muy complejos”, señalaron.

El documento abarcó, además, otros aspectos y si bien no fue una crítica brutal, lograron desnudar el manejo discrecional de información; información que está prácticamente privatizada a partir de convenios firmados por el ministerio de Primera Infancia, con ONGs como CONIN y TECHO, y Microsoft.

¿Quiénes fueron las que firmaron el mencionado escrito? Alba Rueda, Ana Pérez Declercq, Tania Kiriaco, Andrea Flores, Natalia Gil, Flavia Garagorri, Marta César, Alfonsina Morales y María Pía Ceballos. Las dos últimas son directoras del Observatorio de Violencia contra las Mujeres, otras de ellas integran su equipo técnico. César, por su parte, forma parte de la Multisectorial de Mujeres.

Hasta ahí todo correcto. Incluso algunos medios difundieron el comunicado sin agregar nada. Y tan sólo una pregunta lleva a problematizar lo ocurrido. ¿Cuántas directoras tiene el OVCM? Formalmente, tiene cinco, cada una de ellas designada por el Senado, la Cámara de Diputados, el Poder Ejecutivo, el Poder Judicial y la Universidad Nacional de Salta. De ellas, sólo las designadas por la UNSa. (Morales), por el Poder Ejecutivo (Kiriaco) y por la Cámara de Diputados (Ceballos), firmaron el documento. La designada por el Senado renunció hace días y aún no asumió su reemplazante. De las cuatro que quedan, una no firmó el documento que repudiaba la tecnología presentada con pompa en medios nacionales por el gobernador.

¿Quién no firmó?

La única que no firmó fue María Laura Postiglione. Al parecer no vio conveniente meterse en la polémica, la dirigente mujer que ingresó a ese cargo designada por el Poder Judicial, demuestra también pleitesía al oficialismo del Ejecutivo, leal al ordenamiento actual de su organización política, Libres del Sur.

Postiglione no se caracteriza por alocuciones memorables ni por performance electorales descollantes; de hecho, si miramos para atrás, en 2015, Libres del Sur tuvo una paupérrima cosecha de votos, sin embargo, gracias a la intervención de Urtubey consiguió algunos cargos, entre ellos el que ocupa en el organismo de seguir los hechos de violencia contra la mujer.

Por ahora viene cuidando celosamente ese puesto; tratando de esquivar fricciones con el poder. Esta semana tal posición quedó en evidencia con el comunicado que fue suscripto por todas las directoras en vigencia del observatorio y por las integrantes del equipo técnico. La única que evitó ponerse en contra del gobernador fue la dirigente de Mumalá.