¿Seguirá o no Tevez en Boca? El Apache vivió un superclásico de ensueño, en tiempos donde analiza una millonaria oferta del fútbol chino; recién en enero tomará una determinación sobre su futuro.

Esos besos apasionados al escudo de Boca en el medio del Monumental. Esa picardía de potrero para apurar a Batalla y aprovechar su error y marcar el 2 a 2 en un momento clave. Esa calidad internacional para acomodar el pie derecho y darle a la pelota la comba necesaria para que se colgara en el ángulo izquierdo del arco de River y decretara el 3 a 2.

Esa lengua afuera para rebelarse ante la adversidad y sacar adelante un superclásico que se complicaba más y más. Ese abrazo eterno con Guillermo Barros Schelotto, con el triunfo consumado.

¿Puede influir en la decisión de Carlos Tevez acerca de seguir o no en Boca durante 2017 toda esa colección de imágenes que lo tuvo como protagonista estelar ante River? ¿En cuánto lo movilizó todo lo que vivió en el Monumental? ¿Habrá preguntado cómo se dice ‘un minuto de silencio’ en chino? ¿Indagó sobre quién es el mejor golfista chino? ¿Sabrá quién es el clásico rival del Shanghai Shenhua en la Superliga de ese país oriental? Sólo él tiene las respuestas. O acaso, todavía no.

Lo cierto es que tal como pidió el Nº 10, Wu Xiaohui, el presidente del club chino Shanghai Shenhua, presentará esta semana en la entidad de la Ribera su oferta por escrito. En ese documento aparecerá escrita una cifra astronómica: 41.500.000 de euros por un año (en realidad, ocho meses, de marzo a noviembre) de contrato. 656.000.000 de pesos. Alrededor de 170.000 euros por día. A los 33 años (los cumplirá en febrero) podría convertirse en el futbolista mejor pago del mundo. Cobraría más que lo que percibieron en 2016 Lionel Messi (40 millones) y Cristiano Ronaldo (32 millones).

«Carlos está muy bien. Hablaré con él en la semana. Sabe que lo queremos y armamos un equipo alrededor suyo. Que los chinos esperen seis meses más», deslizó Guillermo Barros Schelotto en el Monumental, apenas instantes después de que el árbitro Diego Abal le bajara el telón a la soberbia actuación del Apache. «A Tevez le diría que no se vaya. Queremos que siga en Boca y trataremos de convencerlo, pero es su decisión y la vamos a respetar», manifestó en el vestuario Juan Insaurralde. En sintonía, el debutante Axel Werner expresó: «Tevez es nuestro jugador estrella. No quisiera tenerlo jamás enfrente. Hace la diferencia y cambia el rumbo de un partido. Que los chinos lo esperen». Si hasta el técnico de River, Marcelo Gallardo, elogió su trabajo: «Tevez es el jugador distinto de ellos. Es decisivo y lo demostró. Hizo un golazo en un momento en el que el partido estaba muy parejo y cerrado».

En una reciente entrevista, Fernando Gago también dio algún indicio del presente de su compañero y de cómo tratarlo: «Yo hablo mucho con Carlos, Tengo una muy buena relación. Hay que tratar de aprovecharlo, de disfrutarlo, de cuidarlo. Es uno de los máximos ídolos del club. Hay que valorarlo por lo que es, como jugador y como persona»

Aunque será tema de todos los días, el propio Tevez anticipó que no habrá ningún tipo de novedad sobre este tema antes de que el plantel que conducen los mellizos Barros Schelotto regrese a la actividad en enero. Primero habrá un partido más (el domingo, ante una Bombonera que se rendirá a los pies del ídolo, frente a Colón), con la posibilidad de que un triunfo garantice el liderazgo xeneize en el torneo hasta el próximo año. Luego llegará el casamiento con Vanesa, su pareja desde hace 19 años (del 22 al 24 de este mes, en Colonia, Uruguay), y a continuación unas necesarias vacaciones en familia. «Tengo mucho quilombo en la cabeza como para pensar si me voy o no a China. No quiero tomar decisiones apresuradas. También puedo dejar de jugar», declaró antes del superclásico que lo vio brillar.

Si bien intentarán convencerlo de que se quede hasta las últimas instancias, en el club de la Ribera también imaginan un escenario sin el Apache, al menos por unos meses. «Es lo mejor. Irse así, a lo grande, y dejando al equipo en lo más alto. Apuesta a que Boca sea campeón en junio y volver en 2018 para jugar la Libertadores», se ilusiona un hombre de las entrañas del plantel xeneize, y que forma parte del «operativo seducción».

Tras la gran victoria en el Monumental, esa que tal vez sirva para inclinar la balanza a favor de que se quede, el ídolo fue más claro aún: «Amo Boca y trato de estar al cien por ciento para ellos. Por eso quiero que la gente de Boca lo entienda. Yo no me escondo, soy claro y voy con la verdad. Si uno no lo disfruta tiene que pensar qué es lo que quiere y qué lo hace feliz. Desde el día que llegué dije que si no le hacía bien a Boca iba a dar un paso al costado. Saben que he rechazado ofertas mejores, y esta vez no será la excepción si me quedo. Pero Boca necesita al mejor Tevez. Y si el mejor Tevez no está, daré un paso al costado. Soy un agradecido a la gente de Boca y al cuerpo técnico. Esto es más personal. El mundo del fútbol está muy loco, se vive de resultados y no se disfruta. Hay que parar la pelota, ver dónde está parado uno y ver qué se necesita para ser feliz. Me voy a casar, me voy a ir de vacaciones con mis hijas y despejaré mi cabeza. Ahí decidiré si me quedo o no.»

Hoy, en declaraciones a radio La Red, Tevez dejó en evidencia que aún no tiene definido qué hacer: «Tengo bien claro que necesito tener la cabeza despejada y tranquila para tomar en su momento la decisión correcta. No es momento para decir algo apresurado de lo que pueda arrepentirme el día después. Son decisiones que te van a marcar muchísimo y no se puede tomar con la cabeza con tantas cosas. Es el momento de parar, mirar todos los frentes y tomar la mejor decisión para todos. Es momento de pensar en uno.»

Lejos de una posible mudanza, esas palabras le abren la puerta a un eventual retiro, una carta que el Apache también evalúa tirar sobre la mesa. Aunque instantes después, en esa misma entrevista, dejó entrever su probable continuidad: «Nosotros somos diferentes a todo. Cuando salimos campeones, la gente de Boca está bien. Pero cuando está mal es cuando más uno tiene que estar. Y uno, como jugador, tiene que pensar eso también. Si el año que viene no jugamos la Libertadores, ahí es donde uno más tiene que estar.»

Serán días y semanas trascendentales para el ídolo xeneize. Sabe que su decisión será compleja, porque va más allá de lo futbolístico y también afecta al bienestar de su familia. Y además, también es consciente de que, antes de su descollante actuación frente a River, en ningún momento del año estuvo cerca del nivel que le permitió brillar durante casi una década en Europa.

Contra lo imaginado en julio de 2015, cuando ante una Bombonera repleta aseguró que volvía para retirarse en Boca, el torbellino vivido en estos 17 meses lo hace dudar a Tevez, que intenta buscar algo de paz, aunque sea del otro lado del mundo. Por las dudas, el español José Manuel González López, entrenador del Beijing Guoan, ya analiza cómo anular a Carlitos en el próximo derby chino.

Fuente: La Nación