Luego de un ida y vuelta en el que se debatieron los pros y contras de la creación de la oficina municipal anticorrupción, los miembros del concejo deliberante optaron por no apoyar la medida. El autor del proyecto consideró que tanto oficialismo como oposición intentan proteger al intendente.
El proyecto fue presentado por el concejal Raúl Medina, quien molesto con la decisión tomada por la mayoría de los ediles manifestó que “el oficialismo junto con la oposición votaron en contra del proyecto básicamente porque son protectores del gobierno municipal”.
Y en una especie de conspiración del poder total, el edil mira los responsables indirectos de esta decisión: “se empieza a ver el acuerdo que hay entre Urtubey, el Partido Obrero, del PPS y de Isa respecto de tratar de frenar proyectos que vayan en garantía de los derechos del ciudadano”.
También hubo quienes que no se decidían por qué lado inclinarse, como Martín Pérez Estrada (Propuesta Salteña) que dijo estar de acuerdo con el “espítritu del proyecto”, pero luego advirtió que ya existe una estructura a través de “la Procuración Municipal, el Tribunal de Cuentas o el Defensor del Pueblo, que tienen injerencia sobre casos de corrupción, pero no creando una estructura que demandará fondos”.
Entre los que consideraron inviable la creación de dicha oficina estuvo Zulma Pedraza (Frente Plural), para quien “crear una Oficina de Anticorrupción que dependa de la misma Municipalidad no garantiza mayor transparencia, es como que el gobierno se está controlando a el mismo, no garantiza mayor transparencia a la gestión. Votamos en contra porque es abundar con la tarea que ya se lleva a cabo”.
En respuesta a los dichos de Medina comentó: “Que desde el Romerismo se esté propiciando una Oficina de Anticorrupción cuando tiene abierta causas que están en manos de la justicia, no es muy transparente. Cuando yo estaba en el gobierno de Romero era empleada de la Secretaria de Deportes, lo que yo tuve que manifestar lo manifesté en su momento”.