Las encuestas pronostican buenos resultados para el Partido Obrero ¿Cuáles son sus chances  y cuál es su plan para las próximas elecciones? ¿Cuál es la situación de sus adversarios? Elementos para entender un fenómeno inédito al que todos los analistas miran con atención. (M.A)

La actual situación de la izquierda no tiene precedentes en la historia salteña. El último triunfo del Partido Obrero, por 14 puntos sobre el peronismo local, potenció las chances de esta fuerza colocándolos como uno de los protagonistas para las próximas elecciones. Hasta ahora, venían cosechando significativas votaciones para cargos legislativos pero la nueva realidad abrió la posibilidad para que un amplio sector de la población considere que los socialistas pueden ser una opción para ocupar cargos ejecutivos.

Lo que tiene a favor

Este ascenso de la izquierda salteña se desenvuelve durante el ocaso del frente oficialista, surgido en 2007. El gobierno de Urtubey concluye su ciclo con un desbande al interior de sus filas tal, que Urtubey tuvo que cooptar a Javier David, ex ministro de Hacienda de Romero, quien partió hacia el oficialismo con la personería jurídica del Frente Salteño y los 2 diputados de Durand Cornejo; Burgos y Soler. También incorporó a Carlos Morello de Libres Del Sur, es decir: llevó para su campo a un exfuncionario jerárquico de Romero y a un referente del progresismo. En efecto: fuertes cimbronazos se produjeron en el PJ y tal vez generaron todas las condiciones para que las fuerzas contradictorias que agrupó se neutralicen mutuamente. A menos de 20 días para la presentación de listas, todavía permanece la posibilidad de que el intendente Isa dispute la gobernación en las PASO, lo cual podría objetivamente escindir al PJ. Este solo hecho ilustra en profundidad las complicaciones que tiene el oficialismo para remontar su curva de declinación.

No dista de ser diferente el panorama por el lado de su otro contrincante. Con una sola figura de peso, expresada en Guillermo Durand Cornejo, el romerismo tomó el mismo camino que el oficialismo: la cooptación para acumular fuerzas. Así incorporó al exjefe de los diputados del PJ, al exsenador Sáenz -candidato oficialista derrotado por el PO en la capital en 2013- y al Frente Grande.

Tan complicada viene la mano que detrás de la mirada de los operadores políticos de Romero nadie disimula lo difícil que resulta al equipo de campaña del Jucaro colocar en el primer puesto al exgobernador. Este cambio de camisetas de un lado a otro, la fuerte interna peronista y la falta de claridad en la oposición tradicional, forman una percepción general negativa hacia estos bloques que lógicamente aportará al desgaste y descrédito de sus candidatos.

Trosko estrategia                                                                        

En este marco signado por la precariedad política transcurre la campaña del Partido Obrero. Con la salida de “manifiesto al pueblo de Salta”, escrito en un lenguaje coloquial, alejado de cualquier doctrinarismo, que contiene “15 puntos de salida a la crisis provincial”, la corriente de izquierda busca dar un batacazo en abril. “Hemos comenzado esta campaña con una movilización popular superior a la de 2013. Nuestro manifiesto comienza planteando que vamos por la recuperación de la soberanía popular y el desarme de toda la trama del Estado oligárquico, para imponer la revocatoria de mandatos, la elección de los jueces, el establecimiento del distrito único y que el salario de los representantes no supere al de un trabajador calificado. Estamos diciéndole a los salteños en los barrios que no se trata de cambiar de gerentes, sino de una reorganización política y social integral para que se imponga el interés de la mayoría trabajadora”, comentó a Cuarto Poder el candidato a intendente, Pablo López.

A la salida del manifiesto, el PO incluyó en su diseño de campaña una gira con Claudio Del Plá por Metán, Orán, Tartagal, Colonia Santa Rosa e Hipólito Yrigoyen y una intensa agitación en redes sociales. “Nuestra campaña es también una oportunidad para desarrollar la movilización de la clase obrera; en Oran quedo lanzada una lucha contra un régimen de impuestazo permanente que, sin pasar por el Concejo, pretende aplicar el intendente Lara Gros. También en Metán comenzó una campaña similar contra el aumento de impuestos. Nuestro manifiesto va al corazón de las reivindicaciones populares, por eso impacta fuerte cuando visitamos las escuelas y los hospitales. Recogimos la demanda de los docentes de áreas de frontera y de los agentes sanitarios para recuperar un régimen de jubilación con 25 años de servicios sin límite de edad, con el 82% móvil, o la recuperación de los estatutos de la docencia y salud”, declaró Claudio Del Plá a este semanario.

Si se mira bien, en lugar de la polarización entre Urtubey y Romero del 2007, hoy tenemos, por un lado, un bloque oficialista en disolución y por otro un bloque romerista que no logra hacer pie; con la particularidad de la desaparición del centroizquierda. O sea que no se puede hablar de polarización sino de volatilización. Siguiendo esa línea, podría decirse que existe un terreno fértil para el crecimiento electoral del PO.  La razón que lo explica es sencilla: el Partido Obrero se presenta como una fuerza homogénea, sin interna, con un programa y con candidatos definidos. Pero esto no significa que los trotskistas tienen allanado el camino sino que se encuentran ante una responsabilidad histórica para ampliar su campo de acción frente a un rejunte de dos bandos del personal político que desde las últimas décadas se encuentra bajo distintos matices a cargo del Estado.

El resultado de las primarias será la medición exacta para conocer sí la mayor  referencia de izquierda puede llegar a ocupar cargos ejecutivos, donde históricamente sus guarismos disminuyen, o sí tendrán que seguir esperando para tener una influencia decisiva sobre las masas.