El pasado viernes, el equipo forense del Instituto Nacional de Antropología tomó muestras de ADN a la familia de Jorge Luis Sisterna, el soldado oranense caído en Malvinas. La madre se había comunicado con la presidente de la nación para pedir ayuda para identificar a su hijo y las gestione se aceleraron.

Al respecto la mamá de Jorge,  doña Adelma Méndez, contó “Yo le escribí una carta a la Presidenta pidiendo que identifiquen los restos de mi hijo. Ella me respondió que ya habían empezado las gestiones para hacerlo hoy a la tarde vienen por mi casa”, había declarado Adelma Méndez, madre de Jorge Sisterna, al portal de esa ciudad Revista Norte.

Los que se apersonaron al domicilio de la mujer fueron los Profesionales del Instituto Nacional de Antropología, de la Cruz Roja Internacional y funcionarios del Ministerio de Seguridad de la Nación. El objeto era entrevistarse con la madre y los familiares de Jorge Luis Sisterna y tomar muestras para los estudios de ADN que permitan identificar los restos del soldado en el cementerio de las Islas Malvinas. Adelma recordó que fue varias veces al cementerio de Malvinas y que dejaba sus flores en una de las tumbas de los soldados caídos en combate pero que no tenía la certeza que fuera la de su hijo. Recuerda que “algunos familiares pensaban en traerlos a la Argentina, pero la mayoría decidimos que nuestros hijos continúen custodiando nuestra patria, que sigan en Malvinas, donde murieron, de manera que sea un símbolo del reclamo argentino por la soberanía de las islas” contó Doña Adelma.

El Concejal Cesar Sisterna (hermano del soldado caído en Malvinas) recordó ante nuestra revista que son 123 los soldados fallecidos en combate cuyos restos aún no están identificados, y que este trabajo de los profesionales de Antropología Forense, los mismos que hace unos días volvieron de México donde trabajaban por la identificación de los estudiantes desaparecidos y muertos por la mafia narco de ese país, les permitirá el reconocimiento de la tumba donde yacen los restos de Jorge, un acto con un valor simbólico único y especialísimo para los familiares.