Golpeó brutalmente a su novia quien logró escapar, pedir ayuda, y luego terminó internada en el hospital Dr. Oscar H. Costas. (Claudia Alvarez Ferreyra)

Los hechos ocurrieron en la madrugada del domingo del 13 de enero. Diego Fernando Vásquez (36) golpeó brutalmente a su novia (26) quien logró escapar, pedir ayuda, y luego terminó internada en el hospital Dr. Oscar H. Costas. Estuvo detenido solo unos días, contrató a Guillermo Barrera, un abogado poderoso y con influencias de Metán para el ejercicio de su defensa. Este abogado es el suegro del Juez penal Héctor S. Guzmán y por este motivo se le pidió su inhibición en el caso. El fiscal Gonzalo Gómez Amado calificó la causa como “lesiones leves”, el argumento de su fiscalía es que la joven estuvo sólo 2 días internada y le dieron 4 de reposo. No evaluó que fue privada de su libertad en las horas que la retuvo, ni que la habría amenazado de muerte, ni que se salvó porque logró huir.
Los hechos
Hace un año que sostenían una relación de noviazgo, se solían visitar en sus respectivas ciudades porque él es de Metán y ella de J. V. González. Antes no la había golpeado, pero sí vivía situaciones de violencia verbal, psicológica y emocional. En la madrugada del 13 de enero fueron con una amiga de ella, a bailar en un boliche. Al salir, Vásquez comenzó a hacerle reproches, fueron a dejar en el auto a la amiga en su domicilio, después él debía llevar a su novia también a la casa. Mientras circulaban en el auto, ella denunció que él empezó a insultarla y a gritarle. La tomó de los cabellos y la golpeó en la frente contra el torpedo dejándola aturdida. Vásquez condujo a gran velocidad por la Ruta Nacional 16, dirigiéndose luego por zona de La Laguna: “yo le pedía que por favor frene y él me dijo que me tire del auto, que él no iba a frenar por mí”. Detuvo el rodado al cruzarse con otro vehículo, entonces la víctima sostuvo que la volvió a tomar de los cabellos y siguió agrediéndola con golpes de puño en la cabeza, en el abdomen y en distintas partes del cuerpo. La joven intentó escapar varias veces pero no podía, en una de esas oportunidades en el forcejeo ella sale del auto, relató que él habría intentado pasarle el vehículo por encima, vuelve a capturarla para seguir golpeándola: “Le dije tiene razón la gente, sos un agresivo con las mujeres, me dijo te voy a matar y me comenzó a pegar piñas más fuertes en la cabeza y en el estómago”. Ella logra con suerte finalmente huir, él le habría apretado todo el cuerpo con la puerta intentando cerrarla. La mujer pide ayuda en una finca, donde le prestan un teléfono para comunicarse con un primo que la va a buscar. La tortura en manos de Vásquez habría durado alrededor de una hora o más, aun cuando huyó, la mujer manifiesta que él seguía gritándole que vuelva al vehículo.
La víctima regresa a su domicilio alrededor de las 8 de la mañana. Vomitaba sangre y se sentía muy mal a raíz de la violencia extrema que había sufrido. En un estado de desprotección, con su madre enferma y con miedo, recién pudo ir a la comisaría 50 a denunciar a las 17hs. acompañada por sus amigas. En la policía le decían que no tenían sistema para tomarle la denuncia, tuvo que ir dos veces, la trasladaron a la ciudad de El Quebrachal para la revisación médica, el juez penal Héctor S. Guzmán diría después al consultarle que no había médico de guardia en el Hospital Dr. Oscar H. Costas de J. V. González y por eso la llevaron hasta otra localidad. Volvió en ambulancia, derivada con internación al nosocomio de J. V. González. La policía no había tomado la denuncia, hasta que las amigas de la joven tuvieron que ir a reclamar a la comisaría 50, finalmente luego enviaron a un oficial quien tampoco registró todos los hechos de forma fehaciente al relato de la víctima. Estuvo dos días internada y le ordenaron 4 días de reposo.
Las respuestas de la justicia
La causa está a cargo del fiscal penal Gonzalo Gómez Amado, quien la calificó sólo como lesiones leves. Pidió la detención de Diego Fernando Vásquez concretada el 16 de enero. Fue extraditado desde Metán a J. V. González, permanecía detenido en la Comisaría 50. Al parecer seguía usando el celular porque envió mensajes a la víctima desde Facebook, cerrando su cuenta después. El juez Héctor S. Guzmán que intervenía en el caso, al ser consultado por la presentación en la causa de su suegro el Dr. Barrera como abogado del agresor, informó que se inhibía, lo hizo el 22 de enero, luego de una entrevista con la víctima y con la Red de Mujeres de Anta que la acompaña. En el mismo documento de inhibición ordena el traslado de Vásquez a Metán.
La causa pasó a la Jueza Patricia Rahmer (del Juzgado Civil, Comercial, Laboral, de Personas, y Familia). El 30 de enero el agresor quedó en libertad, lo que dependía del fiscal Gómez Amado quien debía decidir entre la continuidad de la detención o la libertad con medidas sustitutivas. La carátula de la causa puesta por el fiscal sería muy baja. ¿Si la víctima no hubiera escapado qué habría pasado con ella en un país donde se produce un femicidio cada 28hs.?. ¿Pudo haber sido un intento de femicidio?.
Se llamó a la oficina de la Defensora de Género del distrito sur que tiene su oficina en Metán, pero aún no interviene con el argumento de que lo hace a requerimiento. La víctima no puede viajar a firmar el poder por la distancia y por el temor que tiene a su agresor que vive en esa ciudad.
La joven amplió su denuncia hacia la madre del agresor que la llama para presionarla diciéndole que retire la demanda contra el hijo. Las medidas cautelares están impuestas para Vásquez y para su madre a quienes se les ordenó un impedimento de contacto, no pueden acercarse a 200 metros. Además a Vásquez se le prohibió volver a J. V. González.